𝖬𝗂 𝖻𝗎𝖾𝗇 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢.

-𝘔𝘢𝘳𝘤𝘢𝘥𝘰.

Takemichi hubiera deseado haber seguido como siempre, Manjiro siendo adorable con el, siendo atento, pero cometió un error.

Se enlazo con alguien más.

Hinata Tachibana, una alfa también dominante tuvo su celo y no pudo resistir el aroma que ella esparcía, aquel aroma de fresas con menta se intensificó hasta ser una droga para Takemichi, lo obligó y lo sometió para que el también entrará en celo, no pudo hacer nada ante ella.

Ella dejo una marca en el cuello de Takemichi esa noche, justo el 19 de agosto, un día antes del aniversario de Manjiro.

-¿Hinata?- Pregunto un atónito Mikey.

-Soy la dueña de la marca que tiene Takemichi, te suplico que no te involucres por un tiempo con mi omega- Le dijo para al final usar su voz de mando.

Manjiro miro a Takemichi con aún los ojos llorosos, el no respondió, se quedó justo detrás de Tachibana, justo cuando él quería correr y pedirle perdón por haberlo traicionado se derrumbó.

-¡Takemichi!- La voz de ambos alfas se hizo presente en forma de grito.

Tachibana levantó a Takemichi mientras intentaba intensificar sus feromonas.

Manjiro estendio una mano hacia el, quería ver si realmente estaba tan mal o debía dejarlo ir, pero eso fue imposible, Tachibana ya le había apartado la mano de un golpe.

-Mi omega.- Soltó en un gruñido con su voz de mando.

Manjiro había estado aguantando el gruñirle, pero ahora estaba seguro que ella lo había marcado contra su voluntad.

-No eres la única que puede jugar a eso, así que suelta a mí omega.- La voz de Manjiro anteriormente estaba cortándose, pero ahora sonaba totalmente segura de sí misma.

Takemichi se levantó de inmediato al reconocer la voz de mando de Manjiro.

-¡Detente, Mikey!- La voz de Takemichi estaba totalmente cortada, las feromonas de ambos alfas le estaba haciendo mal de forma inconsciente, lo que para ellos era tolerable para el estaba siendo un infierno, de lo caliente que se sentía empezó a esparcir feromonas de celo.

Manjiro podía ver cómo se sentía Takemichi, pero ya no podía sentirlo.

Eso le hacía sentir fatal por lo que empezó a pelearse con Tachibana, la cual estaba sumamente afectada por las feromonas que esparcía Takemichi.

-¿Sabes? La primera vez no te pegue, supuse que era un omega, pero ahora te partiré esos colmillos sucio que tienes.- Le dijo mientras le pegaba en el suelo.

Tachibana después de un rato dejo de pelear, Takemichi ya no sentía ni sus feromonas, era sumamente aterrador, se sentía indefenso, incluso si era Manjiro el otro alfa presente, ahora siendo un omega con marca era asqueroso.

-Levantate, borrare esa mierda que tienes en el cuello.- Le ordenó con su voz de mando.

Takemichi se levantó e hizo lo que el quería.

Manjiro tomo su mano para empezar a caminar hacia abajo de la montaña, todo estaba en silencio, por lo que Takemichi intento acercarse a el para que tuviera la grandula de olor cerca del olfato Manjiro.

-¿Quieres dejarme claro que te han marcado? Sabes que ya no puedo oler nada.- Le dijo mientras apretaba más su agarre.

Takemichi se apartó de inmediato al notar el tono de voz de Manjiro, realmente estaba afectado.

El silencio era totalmente incomodo, no solo el silencio, Takemichi también estaba incomodo, pero al parecer Manjiro ni se inmutó.

Siguieron bajando la montaña hasta llegar a ver la moto de Mikey.

-Sube.- La orden fue clara y directa.

Takemichi no protesto a pesar de que quería preguntar qué pasaba, quería saber cómo le iba a quitar su marca.

¿Tan siquiera era posible eso?