𝖬𝗂 𝖻𝗎𝖾𝗇 𝘖𝘮𝘦𝘨𝘢.

-𝘜𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘤𝘢𝘯𝘴𝘰.

Había pasado un tiempo desde que Mikey había puesto su marca en el cuello de Takemichi, pero no sé había vuelto a hablar, aunque había algo que lo incomodaba, siempre sentía las feromonas de Mikey cerca, supuso que era por la marca.

No.

Ciertamente si podría ser por estar marcado, pero era porque Mikey había estado junto a él todo el tiempo, cuidándolo, siguiéndolo.
No podía soportar la idea de que otro alfa intentará aprovecharse de el, al igual que lo hizo Hinata, a pesar de que sabía que ella era muy apegada a Takemichi no llego a pensar que ella marcaría a su omega a pesar de que si sabía sobre sus deseos con Takemichi.

Manjiro siguió a Takemichi hasta entrar a su casa, el había estado un sin número de veces ahí a dentro, pero ahora no se atrevía ni a estar parado por más tiempo, hasta que en las sombras pudo ver una silueta femenina.

Hinata Tachibana. Fue lo primero que pensó en el momento en el que sintió sus feromonas, por lo que de inmediato se puso alerta.

-Mikey...- La voz de Hinata saco de sus pensamientos para volver a la realidad.

-Que, ¿que haces aquí?- Su tono era claramente borde.

-Quería disculparme, como sabrás estaba pasando por mi celo, por lo que no era...- No pudo ni terminar de hablar, pues las feromonas de Mikey se intensificaron por la rabia.

-No quiero oír eso de un alfa dominante.- Respondió para después examinar de arriba a bajo a Hinata, la cual seguía vendada como una momia por las heridas.

-Mikey, también eres un alfa, estoy segura de que puedes entender que se siente estar controlado por tu celo.- Dijo con un tono de voz seguro.

Manjiro dejo de mirar de arriba a bajo para empezar a hacer contacto visual con ella.

-Una mierda, yo jamás habría hecho eso.- Al terminar esa frase se dio la vuelta para empezar a caminar del lado opuesto.

-Lo lamento, y feliz cumpleaños, Mikey...- Dijo Hinata para después salir corriendo de ahí.

...

Ese recuerdo siempre atormentaba a Mikey, hasta el día de hoy, soñaba, pensaba, lo recordaba, detestaba su aniversario, desde ese día odiaba las cosas relacionadas a agosto.

Takemichi era perfectamente consciente de el odio que tenía Mikey sobre ese mes, por lo que intentaba salir antes para pasar el máximo tiempo posible con el, a pesar de que era consciente de que era Manjiro quien le ponía más personas a la hora de "trabajar".

Takemichi detestaba ser usado como prostituto, pero era la única forma en la que podía quedarse con Manjiro, la única forma para seguir estando juntos.

...

Debido al cumpleaños de Mikey tuvo esa semana de "descanso" si se podía llamar así, porque a pesar de estar así debía complacer Mikey.

-¿Por que te niegas? Estás de descanso, juguemos.- Beso sus labios. - ¿No me amas?

-No es eso Mikey... Es que acabo de venir, me duele el cuerpo y la verdad me gustaría descansar.- Mientras intentaba apartarse de Mikey.

Esa fue la primera de la semana, para luego hacerlo casi todo el tiempo, Manjiro lo veía comiendo, se ponía duro, lo veía echado, le ponía duro, todo le ponía duro cuando se trataba de Takemichi.

-Eres hermoso.-

Aquellas palabras siempre eran repetidas por todos, pero lo iba solo, siempre acompañado por un beso o una penetración.

Daba igual siempre era sus clientes quienes se lo decían, Mikey había dejado de decírselo, la única persona de quién quería escucharlo no se lo decía, a veces le daba risa o tras le provocaban tristeza.