Volvimos a vernos, felices, tristes y desnudos.
No seré capaz de recrear lo que sentí con palabras, ni con dibujos, ni con canciones. Fue mágico, como ver las estrellas, como estar en ellas.
En el momento en el que estaba en una de mis pesadillas, te asomas por la ventana y te observé, brillando.
Duró una semana, duraste una semana en mí con tu presencia, tu herida fue superficial, tu cicatriz, inborrable.
Marcas vacías.
Como aquellas palabras de las que ahora solo queda un leve recuerdo.
Soñamos con ver las perseidas, ascender al cielo de una forma transcendental, quisimos enamorarnos una y otra vez, pero con mi suerte, el único que vuelve a enamorarse aquí, soy yo.
Se que no son mis mejores palabras, ni mis mejores pensamientos pero pensando objetivamente, es lo que te mereces.
Ni eso, no te mereces nada.
Ni una mísera lágrima, ni un mísero pensamiento, ni una ensoñación.
Y después caímos como las perseidas, aquellas que no alcanzamos a ver.
Y una vez caídas ahora tienen que volver ascender al cielo pero eso, ya me toca a mí.
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El color de las nubes.
PoesiaTodos quieren estar enamorados. Nunca llegué a entender el por qué los humanos teníamos esa forma tan ridícula de destrozarnos. Supongo que algún día todos entendemos el por qué.
