DARK PARADISE

CAPÍTULO II

Dormía cuando la puerta de mi dormitorio se abrió abruptamente, mi pequeño hermano entró corriendo con los ojos completamente llorosos y asustados.

¿Qué fue lo que pasó? - dije cerrando la puerta rápidamente y escuchando gritos por todas partes.

Sin duda nos atacaban, pero ¿quién? Enzo agitado trataba de hablar, pero fallaba en el intento hasta que al fin salió un solo nombre.

Ed...Edmundo el tío Edmundo llegó con cazadores y lobos a la mansión- habló rápidamente sujetándome las manos.

Quédate aquí y no se te ocurra salir ¿entendido? - dije abriendo el baúl que tenía a los pies de mi cama indicando que entre.

Promete que volverás por mi – Hablo Enzo sujetando mi brazo antes de cerrar el baúl

Volveré no te preocupes – dije saliendo, sabiendo muy bien que me escucharía.

Corría por los pasillos había sido una semana de calma desde que tío Edmundo había llegado, los hombres de Víctor y Marcus habían logrado retirar a los cazadores. Al entrar al dormitorio de madre había un gran lobo de casi dos metros me rugió listo para atacar, me lance encima transformada, con sus grandes dientes me lanzo contra el techo de la habitación, caí y me recupere, pero este ya había escapado y la herida que me había causado sano.

Corría esquivando a cazadores y lobos, veía como los hombres de mi padre peleaban algunos cuerpos a cuerpo y otros con armas especiales que habíamos enviado a fabricar hace ya algunos años.

Fui hacia el salón principal y los vi peleando, mi padre y tío Edmundo ambos habían destruido casi todo el gran salón. Al observar el suelo pude visualizar a mi madre herida. Inmediatamente corrí hacia ella sujetándola.

¡Madre! - exclame sollozando mientras la cargaba

Verbena, no puedo avanzar más Alekxandra - respondió madre cansada

Salía del salón sujetando a madre cuando una daga fue lanzada hacia su pecho haciéndola gritar y acabando con su vida. 

No daba crédito a lo que estaba pasando observe a mi madre en el piso, la sujetaba, pero no respondía me transforme e iba a atacar a Edmundo, pero alguien se me atravesó era una de las damas de mi madre.

¿Pero qué crees que haces? – hable mientras esquivaba sus ataques

Obedezco órdenes, hay un nuevo señor en estas tierras – hablo sonriendo y señalándome hacia donde se encontraban peleando padre y Edmundo.

¡No! No puede ser es imposible – dije observando a Edmundo con la cabeza de mi padre en sus manos.

¡Ah! ¡Maldito! – grite transformándome lista para atacar.

No recuerdo más ya que recibí un fuerte golpe en la cabeza, al abrir mis ojos reconocí mi habitación. Quise levantarme, pero una mano me detuvo y me volvió a recostar.

Será mejor que descanses, el golpe que recibiste fue muy fuerte - hablo enarcando las cejas hacia una esquina.

Quita tus manos de mi – dije mostrándole mis ojos transformada

Gire para ver a quien iba esa mirada, mi sorpresa fue grande al ver a quien consideraba mi amiga y casi hermana Irina. Observando en silencio desde la esquina de mi habitación.

Quiero a todos fuera – hable observando a los dos hombres de Edmundo en la puerta y a Irina.

Irina ve y ustedes esperen fuera de la habitación- ordenó Edmundo para luego mirarme.