CAPÍTULO I

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Mi nombre es Alekxandra Salvatore Lisowska – dije observando al consejo y aliados extranjeros que llegaron para nuevas alianzas.

Mi madre se encontraba al lado derecho de mi padre en la gran mesa del consejo, allí se reúnen los ancianos para discutir temas como los tratados, los límites de territorios con otras especies, Cazadores y Brujos Y sobre todo las Uniones entre Vampiros.

Les doy la bienvenida el día de hoy a todos y espero que estos días, aquí alojados nos sirva para poder conocerlos y puedan contar con nosotros – hable sonriente.

Todos los invitados estaban de pie alrededor de la mesa con sus copas, sonrieron y brindaron comenzaron a hablar entre ellos. Gire brevemente desde donde estaba para admirar a mis padres quienes estaban sentados bebiendo. mi madre con esos grandes ojos verdes y su larga cabellera ondulada. Madre era pelirroja y de extrema belleza delgada y alta Junto a padre quien también era alto y delgado de cabellera negra larga y ojos azules, ambos con porte elegante sin embargo madre siempre sonreía y era compasiva eh de suponer que es por su naturaleza humana. Padre en cambio a simple vista es frío y misterioso.

¿Pero a quién tenemos aquí? tu eres la pequeña Alekxandra – habló un hombre alto Fornido, musculoso, piel clara, ojos azules, cabello y bigote rubios, vestía formal.

Si así es, ella es nuestra pequeña Alekxandra – interrumpió mi padre parándose a mi lado.

Veo que os ha ido bien todo este tiempo, ¿Dónde están los demás? - pregunto observando sonriente.

El tío Edmundo aun no llega, indico con uno de sus hombres que llegaría tarde – interrumpió mi pequeño hermano Enzo posicionándose a mi delante.

Qué modales, lo siento soy Víctor O'Neill y vengo de América, los conocí cuando eran muy pequeños soy un viejo amigo- hablo brindándole la mano a Enzo.

Genial- hablo Enzo emocionado observando al extraño

Un gusto – dije tendiéndole la mano para saludarnos.

Todo iba bien padre conversaba con muchos amigos algunos conocidos, y otros nuevos, entre ellos Víctor, entre risas anécdotas y algunas canciones por parte de algunas mujeres de los hombres de mi padre.

La puerta de abrió abruptamente de ella entró tío Edmundo, Pero lucía cambiado a diferencia de padre el era lo opuesto castaño levemente más alto que padre y más fornido cejas pobladas, ojos azules, barba amplia y una mirada que congela incluso a mí.

El tío Edmundo lucía muy diferente a como lo recordaba portaba ropa de combate, con una casaca de cuero negra y olía a sangre. Padre se adelantó observándolo con los ojos expectantes.

Cazadores están a media hora son muchos – hablo agitado observando a todos.

Nuestras miradas se cruzaron y fue cuando me percaté bien que esa no era la mirada de el tío Edmundo que yo conocí.

Todos pueden ir a descansar solo se quedan los líderes, no hay de qué preocuparse – hablo madre observando a las mujeres quienes se encargaban de cuidar la mansión.

Mis hombres y yo iremos a vigilar a las afueras – hablo un amigo de padre que llegaba desde España.

Y nosotros iremos a ver a esos cazadores – interrumpió Víctor transformado seguido de sus hombres.

Yo también iré - hablo Renzo adelantándose a la puerta

No,  tu te  quedarás aquí a vigilar a todos incluidos tus hermanos- dijo padre mirándolo fijamente sin opción a una negativa.

Renzo era nuestro hermano mayor tenía 28 años, aunque su apariencia era de un hombre mucho menor, y a diferencia mía y de Enzo el era pelirrojo como madre, alto, atlético ojos verdes oscuros.

Enzo tenía diez años era una mini versión de padre, cabello negro largo, ojos verdes, piel pálida delgado y pequeño poseía una sonrisa traviesa.

Yo era la combinación de padre y madre heredé de mi madre la belleza, y de padre su fuerza. Cabello negro largo ondulado, ojos celestes, piel blanca era pequeña a comparación de padre y madre, apenas había cumplido los 15 años.

¿Tengo que preocuparme por los cazadores? - pregunte a madre una vez los hombres se fueron

Nada de eso, ve y descansa – respondió mi madre acariciando mi rostro.

Al retirarme a mi dormitorio pude visualizar la habitación del tío Edmundo y por alguna extraña razón tuve una opresión en el Pecho, madre decía que a veces podía sentir cuando algo malo iba a suceder y bueno creo que muy en el fondo sabía que la tranquilidad con la que gozamos estaba a punto de acabar. 

DARK PARADISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora