CAP IV

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EDMUNDO

como pueden ser tan estúpidos y  no saber controlarse -dije observando a los dos transformados.

Acabemos con esto de una buena vez - hablo Víctor convertido sonriendo

En cuestión de segundos las dos cabezas rodaron y dos de ellos se arrodillaron implorando ser perdonados.

No los mates, son betas y no hay ningún peligro para nosotros- hable impidiendo que Victor los matara.

¿Seguro?- preguntó volviendo a la normalidad.

Así es , volvamos estoy cansado - hable observando a Víctor y luego a los dos Betas seguirme.

Al llegar a la mansión observe la habitación de Alekxandra, oscura quise entrar pero sabía que debía darle algo de tiempo y no quería discutir más aquella noche. Me dirigí inmediatamente a mi habitación y allí me encontré con Irina quien me observaba sonriente.

Mi señor le tengo noticias - dijo sonriente

¿De qué se trata?- pregunté mientras me quitaba el abrigo y las armas que traía conmigo.

La señora Alekxandra tiene planeado enviar a uno de sus hombres lejos, a buscar aliados- respondió inclinando su rostro.

Lo que estás diciendo es serio- dije acercándome a ella y sujetando su rostro

Señor la información es verdad, no tengo por que mentir solo vivo para servirle- respondió inclinándose ante mi.

Puedes retirarte mañana tendremos una mañana larga, ve con David y dile que mañana tenga todo listo - ordene antes de recostarme en la cama al observar salir de mi habitación.

ALEKXANDRA

Me desperté y me aliste para salir a ver a mis padres, me habían informado que sus cuerpos descansaban en el patio trasero de la mansión.

Una vez lista salí de la habitación caminaba entre lobos y cazadores todos ellos hombres de Edmundo hasta llegar a la habitación de Enzo y para mi sorpresa mi pequeño hermano no se encontraba en su habitación, caminaba rápidamente esperando encontrarlo al bajar las escaleras y salir de la mansión observe un auto llegar.

Mi sorpresa fue grande al observar a Gabriele el hijo de Edmundo bajar del auto y observarme con aquellos hermosos ojos celestes que me cautivaron desde que era pequeña. Contuve el aliento al verlo caminar hacia mi, quería decirle tantas cosas y a la misma vez nada y esperaba que dijera que no estaba sola, que ilusa fui.

Gabriele - dije cuanto lo tuve frente a mí observándome con esos hermosos ojos celestes como el cielo.

Mi corazón se iba oprimiendo conforme me miraba fijamente.

Creí que habías muerto, entonces ¿es cierto lo que se dice?- pregunto

¿Qué es lo que dicen?- cuestioné desviando mi mirada.

Todos dicen que el gran Edmundo se apoderó de las tierras del sur y que la pequeña de los Salvatore , le abrió las piernas con tal de no tener el mismo final que su familia- respondió observando de arriba a abajo.

Como te atreves - solté lanzándole una bofetada enojada y decepcionada.

Esto, me lo acaba de confirmar - respondió sujetándose el rostro.

EDMUNDO

Estaba en mi habitación cuando me avisaron que Gabriel había llegado, caminaba por los pasillos cuando escuche una discusión, al acercarme los vi observándose fijamente cerca el uno del otro.

DARK PARADISEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora