Transcurrieron algunas semanas, en las cuales intentaba acoplarse a su nueva vida. Justo ahora se encontraba en horas de almuerzo dentro de la sala de maestros junto a Uzui y Kyojuro.
—Shinazugawaaa — el albino se colgó del cuello de este — anda, no sea malo y sal con nosotros después de las clases.
En los últimos días Tengen estuvo insistiendo en que salieran, pues decía que así podría relajarse un poco. La idea no le disgustaba, pero había una pequeña razón igual a él que le hacía desistir.
—No me jodas Uzui, estoy ocupado hoy. Tal vez otro día — se lo quitó de encima con fastidio para seguir revisando los trabajos de sus alumnos.
—Eres un aguafiestas — hizo un puchero — Kyo, dile algo.
—¡Algo! — dijo sonriente.
—No eso.. — tenía un tic en su ceja izquierda.
El rubio soltó una carcajada disculpándose y siguió comiendo su cuarto aliño de almuerzo que le había preparado su hermano menor, Senjuro.
Sanemi también daba pequeños bocados a su comida, la cual en esta ocasión Genya preparó, puesto que a veces el menor salía muy temprano a su trabajo y no le alcanzaba el tiempo.
Cuando la hora de la comida terminó, se dirigió al salón que le correspondía. Veía su celular contestando rápidamente con una sola mano algunos mensajes de su hermano menor, no prestó atención al frente y chocó con alguien ocasionando que tirarán su móvil y un par de papeles al suelo.
Rápidamente la persona recogió todo y se los extendió al peliblanco.
—Lo siento.
—Mierda, ten más cuidado. — dijo tomando sus cosas.
—Shinazugawa, varias veces te he dicho que cuides tu lenguaje frente a los alumnos.
—No hay estudiantes cercas — le miró con el ceño fruncido — y varias veces te repito que me importa un carajo lo que tu digas.
Siguió su camino dejando atrás al azabache, quien solo suspiró con cansancio. Desde el primer día que el albino empezó a trabajar en la academia, siempre que se topan hay una especie de aura hostil de él a su persona; parecía que estableció que estar cerca suyo no era de su total agrado.
De igual manera no tenía tiempo para pensar en ello, cerca del pasillo visualizo a alguien salir corriendo. De un soplido hizo sonar el silbato que portaba en su cuello e inicio una persecución hacia ese estudiante que debería estar en su clase y darle un castigo ejemplar.
—¡Tanjiro-sensei!
—¿Qué pasa, Tou-kun?
El pequeño se acercó y le mostró una hoja de papel con algunos garabatos en ella.
—¡Le hice un dibujo!
El burdeo tomó la hoja, tratando de adivinar que era exactamente lo que estaba plasmado.
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Guardería •|SaneGiyu|•|KNY|•
Fiksi PenggemarA pesar de tener hermanos menores, por alguna razón se le dificultaba el tratar al pequeño niño que viviría bajo su mismo techo apartir de ahora. -La imagen de portada no tiene que ver o hace alusión a algo relacionado con la historia, simplemente n...