3. Un nuevo comienzo

83 6 0
                                    

Ren:

Mis manos no reaccionaban, mi cuerpo no reaccionaba, mi cabeza no reaccionaba, tenía a Ganta enfrente de mis ojos, mis emociones eran una combinación de alegría, nostalgia, tristeza y nostalgia.

Y unas ganas inmensas de abrazarlo
¿Él me recuerda?

Tiene una cara de confundido... debería... debería moverme.

Ganta:

Al principio cuando recién tomaba mis brazos con mucha fuerza mientras me sacudía, yo solo esperaba un golpe por su parte, pero cuando se cayeron mis lentes su cara cambio completamente, dejo de hacer fuerza en los brazos y fijó su penetrante mirada ¿Pero qué le pasa? ¡¿P-Por que me mira así? ¡Es un poco incómodo!

El solo se quedo en un completo silencio, hasta que decidí hablar.

-— ¿Podrías...Soltarme? – Este tipo ya se empezaba a comportar muy raro, y por culpa del idiota mis mejillas empezaron a calentarse un poco.

— Lo siento...  – Su voz calmada suena mucho mejor. – Me deje llevar por ella, perdón si te hice daño.

Su mirada un rato en mis brazos con una expresión preocupada...

...Por qué cuando me mira trae un sentimiento extraño a mi...

— T-Te entiendo. – dije tratando de calmar el color de mis mejillas un poco, Akk, me veía muy tonto asi. – estaba un poco distraído y llegaba tarde a clases, si quieren puedo llevarlos.

Ren:

En ese momento fije mi mirada en Azuru, estaba totalmente petrificada a un lado del carril, no se había movido desde que Ganta se bajó del auto...

¡¿Saben lo jodidamente feliz que ando por qué Ganta este aquí?!

Tratando de calmarme un poco, note que Ganta había echo una pregunta, y lo había ignorado completamente hasta ahora.

— Por ella, creo que no hay problema. – baje mi mirada y tuve la sonrisa más grande que eh tenido en años.

¡No es fácil disimular!

— Azuru, vamos. – ella siquiera movió un dedo, no iba a responder. – tú te lo buscaste. – no termine de decir la oración cuando ya había cargado a Azuru en mis hombros para dejarla en la parte trasera del auto, cuando la termine de sentar fue que hizo el esfuerzo de moverse un poco y mirarme con cara de pocos amigos, creo que estaba molesta.

Empezamos el recorrido, un poco silencioso hasta que Ganta hizo una pregunta.

— ¿A dónde van? – dijo mirando fijamente el carril.

– Al instinto que queda a unos 4 cuadras.

– ¿CsL? – Pregunto curioso. – ¡Yo también estudió ahí! – Apartó la mirada unos segundos y nos dirigió una enorme sonrisa, este chico es el mismo desde que lo conocí, desborda alegría, aunque hay veces que se comporta como un completo Tsundere.(El típico chico que se la tira de malote pero en el fondo es tierno y se ruboriza mucho)

Quiero sentirte otra vez (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora