A diferencia de otros sobrevivientes que ya tenían una idea preconcebida sobre lo que debían hacer teniendo en cuenta sus habilidades, a (T/N) le llevó un poco más de tiempo saber con exactitud que los tres cuentos favoritos del conde eran la clave para ayudar a los demás sobrevivientes.
Miró al líder y de inmediato dió la orden.
—¡Ve, Simbad!
El muñeco obedeció y al instante adquirió temporalmente un tamaño natural. Primero emuló una postura de defensa y después comenzó a propinar estocadas con su sable, como si estuviera combatiendo a un enemigo real, después volvió a ser pequeño y a correr por todos lados sin control.
Era mucho más presumido e hiperactivo de lo que recordaba.
—Si no te comportas, no te dejaré visitar a la señorita Margaretha— murmuró ella con severidad fingida, la verdad era que tal vez nunca podría enfadarse de forma real con él y el resto de los muñecos.
El marino de tela se detuvo y regresó, optando por sentarse en el suelo y jugar a arrancar algunas briznas del césped. Era un coqueto enamoradizo por naturaleza, así que su aparente gusto por la bailarina no era tan descabellado.
Miró al muñeco perezoso y repitió la acción.
—¡Vamos, Aladdin!
Él revoloteó sobre la alfombra varias veces mientras agitaba su lámpara de aceite, como si fuera un pequeño sonajero, tal vez tratando de llamar al genio que se escondía en su interior. Después se aburrió y se dedicó a dormitar sin abandonar su estadía en el aire.
Tocó el turno del último y más viejo de los muñecos.
—¡Adelante, Ali Baba!
El leñador, para sorpresa de todos, cabalgó sobre su mula hasta una máquina y comenzó a decodificarla, Luca midió el tiempo con un cronómetro, dando un total de diez segundos antes de que él volviera a ser diminuto.
—Protección de un golpe, algo de velocidad extra y diez segundos de decodificación, no son tan diferentes de las mascotas en cuanto a la apariencia, pero su utilidad es asombrosa.
—Las mascotas las ves sólo al inicio y al final de la partida, siempre acaban perdiéndose en el mapa, aunque son lindas— agregó Tracy, recordando en particular a los mini cazadores.
—En sí ya te hemos enseñado todo lo referente a la decodificación, sólo sería cuestión de que practiques más hasta que el anfitrión quiera que te incorpores al juego.
—Comprendo.
El inventor y la mecánica le otorgaron una sonrisa esperanzadora a fin de subirle el ánimo, pero luego el castaño alzó las manos para excusarse.
—Espero que no les importe que ya me retire a mi habitación, señoritas.
—Sin problemas, ve a besarte con tu novia, señor con fetiche por la ciencia.
ESTÁS LEYENDO
Identity V - Don't Leave Me (Emil × Reader × Ada Mesmer)
Fanfiction"Cuando mis grilletes se rompieron, pude conocerlo todo, incluso a mí misma. Las supersticiones matan y la belleza no siempre es una bendición, pero su blanca sonrisa, usualmente torcida por venganza, se ablandó en el primer instante en que me vió a...