Uno:

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Caminó por el pasillo con pasos fuertes y molestos, llegó a su destino y golpeó la puerta casi tirándola.

La puerta se abrió, dejando ver a un pelinegro con los ojos adormitados y el cabello alborotado, claro que fue la venita en su frente quien lo recibió primero.

—¿Qué mierda quieres, Park Jimin, a las tres putas horas de la mañana? — estaba tan molesto de que lo hayan despertado a esas horas que hasta se le olvidó el "hyung".

Jimin ni siquiera pidió permiso para pasar, adentrándose al departamento de su vecino, Jeongguk, quien cerró la puerta y arrastró los pies hasta sentarse en uno de los sillones de la sala. Miró a Jimin, que estaba recostado con la mirada hacia el techo.

— ¿Y bien? — preguntó de nuevo el pelinegro.

— Es Jin hyung, de nuevo — rodó los ojos, Jeongguk sonrió de lado captando inmediatamente la situación.

— Vino Namjoon hyung — en vez de pregunta, aquello fue afirmación. Soltó una risita divertida, a lo que Jimin se quejó, aventándole un cojín a la cabeza.

— No es gracioso, idiota. No puedo dormir si hacen mucho escandalo a solo unos cuantos metros de mi habitación. Dios, pareciera que el pobre Jin hyung fuera partido en dos — comentó, y como era de esperarse, Jeongguk soltó una risa escandalosa.

— Ah, Namjoonie, sigue, más fuerte — imitó burlonamente a Jin, Jimin quiso seguir serio ante la situación, pero simplemente no pudo, soltó la risa junto con el pelinegro.

Jimin estaba estudiando la universidad, Danza Contemporánea. Estaba a solo dos semestres de salir y por fin graduarse, cosa que le hacia muy feliz, ya que le estaba costando mucho esfuerzo y dedicación, sacaba buenas notas y tenía una vida buena, no se quejaba. Sin embargo, compartía departamento con su compañero mayor que él, Kim Seokjin, y, tenía novio. Y no cualquier novio, si no uno que le daba como cajón que no cierra casi todas las benditas noches.

Y a Jimin eso le molestaba, sí. Le molestaba mucho. ¿Por qué? Simple. ¡Él también quería que alguien se lo follara así! Escuchaba los gemidos de Jin, como aclamaba por más. Dios, daría lo que fuera por que alguien le diera así de duro.

Miró a Jeongguk, quien había caminado hacia la cocina a hacer café, tatuado, cabello negro y corto, cuerpo trabajado, brazos fuertes... se mordió el labio.

— ¿Hyung? — llamó Jeongguk, captando la atención del rubio —. ¿Estás bien?

— Ah, sí, sí. Gracias — tomó la taza de café que le estaban ofreciendo.

Necesitas una buena follada, Park Jimin. Pensó mientras bebía de su taza y desechaba cualquier mal pensamiento con su vecino.

— Bueno, hyung. Estas en tu casa, sabes donde está el baño, en la cocina hay comida por si te da hambre, me voy a dormir, mañana es día de universidad y no quiero estar dormido a mitad de las clases — dijo mientras se ponía de pie y caminaba a su habitación.

— Gracias, Jeonggukie — sonrió, dejando su taza en la mesita de noche y acomodándose en el amplio sillón de la sala.

Mañana sería otro día.

🫣

— Dios, Minnie, ¿qué te pasó? Pareciera que un camión te arrolló. Te ves terrible.

Jimin escuchó eso e inmediatamente le sacó el dedo de en medio a su mejor amigo. Kim Taehyung, castaño, alto y cara envidiable. Casi toda la escuela estaba enamorada de él, hombres y mujeres, y, para su desgracia, él también. Pero ese hecho, obviamente estaba guardado en lo más profundo de su corazón.

Foll4mig0s [vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora