Dos:

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El ruido de la música era bastante desorientador para aquellos que tenían copas de más en su sistema. Sin embargo, para buena suerte de Jimin, eso no pasaba con él. Rara vez se embriagaba, tenía bastante resistencia al alcohol.

Bailaba al ritmo de la música en aquel club al que Yoongi y Hobi lo habían invitado, estaba pasándola verdaderamente bien, el alcohol que había entrado en su cuerpo, lo había relajado, tenía una sonrisa seductora y ojos dominantes, algo que a las mujeres les encantaba, y que decir de los hombres, se ponían a competir por quien podía ir por Jimin.

Un chico rubio se le acercó por la espalda, tomando sus caderas y restregándose en el firme trasero de Jimin, éste en vez de alejarlo, aceptó el tacto, moviéndose al compás de la música, giró su cuerpo, quedando frente al guapo chico que lo tenía agarrado de la cintura. No lo iba a dejar ir, este era el cuarto chico que pasaba por sus brazos.

— Eres guapo — dijo, en respuesta, el otro chico sonrió enterrando su boca en el cuello de Jimin.

Soltó un jadeo por la sorpresa y también, por el escalofrío que le ocasionó.

— ¿Quieres ir a otro lado? — preguntó el chico, Jimin miró a sus amigos en un rincón del antro, comiéndose la boca el uno al otro.

Pensó en sí irse con un desconocido era buena idea, sin avisar y sin saber a donde lo iban a llevar. Pero el bulto que tenía en sus pantalones no se la estaba haciendo fácil. Tenía tantas ganas de que alguien lo follara duro.

No quería regresar a su departamento y encontrarse con los gemidos de Jin. Por dios, a veces pensaba que esa carita de ángel era adicto al sexo.

Sin pensarlo mucho, decidió que sí, que se iría y tendría una noche desenfrenada sin compromisos.

— Claro, pero antes, ¿puedes traerme un trago? Muero de sed — susurró en el oído del chico, lamiendo su lóbulo lentamente. Asintiendo, aquel chico se fue entre la gente, mientras Jimin seguía moviendo su cuerpo como le apetecía.

Pasaron los minutos y Jimin se dio cuenta que aquel chico nunca regresó por él. Chasqueó la lengua saliendo de la pista de baile. Fue a donde sus amigos, con cara molesta.

— ¿Tengo algo de malo? — preguntó fuerte, Yoongi en vez de separarse de la boca de Hobi, le hizo con su mano que se fuera. Jimin rodeó los ojos, tomando a su amigo del hombro apartándolo a la fuerza.

— Mierda, Jimin. Arruinas la diversión — reclamó Yoongi.

— Dime, ¿tengo algo de malo? — preguntó de nuevo, señalándose completo.

Hobi lo miró raro y Yoongi no le entendió a qué se refería.

— Cariño, estas increíble, cualquier persona de aquí querría estar contigo — Yoongi lo giró a ver indignado, Hobi río por los celos de su novio. — Cualquier persona soltera — Yoongi sacó su sonrisa de gomita.

— ¿Entonces por qué mierda cuando siento que ya logré conquistar a alguien, desaparece de la maldita nada? Ya van cuatro idiotas que se desvanecen como si la tierra se los hubiera tragado — resopló, enfadado era poco, Jimin sentía su sangre caliente, y no sabia si por la molestia de que nadie quería estar con él, o porque nadie quería enredarse en su cama.

¿Qué acaso no era lo malditamente atractivo? Podía sentir la excitación de otras personas que sentían atracción sexual por él. ¿Por qué hoy no podía concretar nada?

Se sentó alado de sus amigos, tomó un trago demasiado rápido, que le raspó un poco la garganta. Con su mano, se peinó el cabello hacia atrás, recostando su cabeza en el sillón.

Foll4mig0s [vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora