Yo tenía un sueño.
Ideales, objetivos, metas; no importa cómo se denomine, lo único que sé es que trabajé arduamente por ello durante años.
Pero un día, las complicaciones me agotaron, el desánimo llegó y poco a poco mis esperanzas menguaron.
Los po...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-I-
🔺L A P A R T I D A E S
L A
P E N A M Á S D U L C E 🔻
♦️🌼♦️
2 de Febrero, 2023. Guadalajara, México.
Odio las despedidas.
No tengo nada más que decir al respecto.
Generalmente no suelo ser tan pesimista o desagradecida con la fortuna que me toca, pues soy consciente de lo privilegiada que es mi vida. No obstante, a mis veintitrés años de vida he aprendido que por cada instante de felicidad, dos amargos se suman a la lista, el truco es saber equilibrar la carga con el fin de no ver un panorama del todo negativo.
Cuando envié mi currículo a Scuderia Ferrari hace unos meses en medio de una brecha fuertemente melancólica, creía que al recibir la programación a la ronda final de entrevistas, escucharía ángeles cantar en italiano y de repente el mundo sería un lugar mejor, ciertamente no me equivoqué en un principio.
Recuerdo haber abierto el correo desde mi teléfono después de salir de la ducha, empapada cómo estaba casi me da un infarto de la emoción al leer el comunicado de Recursos Humanos. Sin perder tiempo y luego de casi resbalarme en el camino del baño hacia mi armario, y que mi perro Newton me mirase con preocupación, me atavié de lo primero que encontré para salir a avisarles a mis familiares, (y por lo primero que encontré, no me refiero a un conjunto bonito que mágicamente aparece en todas las películas y libros, me refiero a que terminé usando una camiseta desgastada de "movimiento ciudadano" un partido político cuyo color era naranja "friégame la retina" o "fosfo-fosfo" como quieran decirle, una chamarra de mezclilla y un short viejo que me regaló mi abuelo, junto con los primeros tenis que encontré)
Era sábado, por eso, al salir de mi habitación seguida por mi corgi, esperaba encontrarme por lo menos con mis papás, pero oh sorpresa se habían ido a tomar un café junto con mi abuelo, sólo dejando una nota en la cual explicaban dónde estarían, trío de traidores. Por su parte, Ava, mi hermana tenía clase en su universidad.
Corrí hacia mí auto cargando a mi mascota, como si mi vida dependiera de ello y salí disparada hacia la dirección de la nota, por poco me creo Dominic Toreto. Le dejé un mensaje a mi hermana diciendo que me llamara cuando leyera eso y anduve por Guadalajara como Cruela de Vil.
Cuando llegué a mi destino, ni siquiera me molesté en estacionar bien, simplemente lo dejé como Dios me dió a entender, pecipitándome al interior, tras ponerle la correa a Newt sin importarme a quien arrastraba, sólo quería ver a mi abuelito. Gracias al cielo, no demoré mucho, pues estaba charlando con sus amigos jubilados en una mesa cerca a las ventanas del recinto.
