Capitulo 3

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Azul Foley.

Estoy un tanto desconcertada por lo que acaba de pasar en la cocina, llevo dos años trabajando y desde que lo conocí deseaba que sus ojos se posaran en mí... pero ahora no es lo mismo, aprendí a mantener mis sentimientos a raya desde que empezó a tratarme con indiferencia, cada vez que me habla es en tono autoritario - ¡Roja! - ya ni me inmuto o me descontrola como antes, es el hijo de la jefa y yo la empleada.

Por mi bien debo mantener la mente fría y el corazón en la torre de marfil donde solo escalará el que se lo merezca, no sé si eso llegará a suceder algún día, guardo la esperanza que sí. Realmente deseo una familia, un hombre que me ame, hijos que me vean con amor y pueda darles todo de mí, no creo que sea egoísta de mi parte desearlo. Quiero una familia, quiero la familia que yo no tuve.

Llegamos a la pista de aterrizaje, se encuentra a las afueras de la ciudad, el mejor lugar para correr sin obstáculos y alejados del bullicio, pero sobre todo lejos de la policía.

El ambiente ya había empezado, llegamos tarde, los coleccionistas exhibían todo tipo de motocicletas y autos de colección, muchos luciendo sus máquinas, mujeres buscando ligues y hombres creyéndose lo mejor de lo mejor.

Franco es el promotor de las carreras, no nos presiona para pertenecer al grupo, secreto a voces que este tipo de eventos son clandestinos, por lo tanto, es una mafia, él nos permite participar cuando se pueda. Se que eso no les agrada a muchos miembros del club, ya que igual que a las peleas callejeras, a los arrancones buscan a alguien que sea bueno para promocionar y así explotarlos. Franco es serio y muy profesional, nos investigó el día que llegamos a pedir una oportunidad, Josué lo conocía por unos amigos, meses después corrí en lugar de una competidora que no llegó, a la gente les gustó y así entre a las carreras.

- Está vez hay mucha gente – le digo a Josué, bajándome de la moto y quitándome el casco.

- Si, hay muchos que están pidiendo a gritos ser aceptados - Josué me toma de la mano para ir a confirmar mi asistencia.

Él me protege de los acosadores, ellos piensan que somos pareja y para mí mejor, de esa forma no se me acercan, él es mi escudo, mi amigo, aunque tiene una novia completamente loca Sharon. He participado en estas carreras en pocas ocasiones de las cuales he ganado tres carreras y Josué cinco, haciendo que nuestros nombres sean conocidos, bueno más bien nuestros alias Josué es el Zurdo y yo fuego, evidentemente por mi cabello.

- Ya estamos aquí - Josué entra primero ya que el concretó la carrera.

- Llegaron tarde – Franco siendo franco, le gusta que seamos profesionales.

- Me disculpo, salí tarde del trabajo no es culpa de Jo.

- Bien fuego, si no fueras buena ya te hubiera excluido – claro que le generamos mucho dinero, si no es tonto.

- Gracias.

- Saben las reglas, son cinco grandes a ganar cinco rondas. Sus oponentes ya están esperando prepárense.

Josué prácticamente se mantiene con estas carreras y del trabajo de medio tiempo, sé que será un ingeniero automotriz excelente, también competirá por los otros cinco grandes, la diferencia es que solo serán tres rondas. Las carreras cortas son de alto riesgo, por lo regular tienden a ser agresivos y ocurren accidentes.

- ¿Estás lista? - me da un apretón de mano.

- Si – caminamos a nuestras motocicletas.

- Bien, ten confianza, la máquina está bien, concéntrate y fija tu vista en la meta, no voltees solo mantén el espacio para que no se te cierre o te quieran embestir.

AZULDonde viven las historias. Descúbrelo ahora