Introducción

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Se puede ver un castillo en las nubes, rodeado de pura estructura rocosa y con una torre central apuntando hacia el cielo infinito

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Se puede ver un castillo en las nubes, rodeado de pura estructura rocosa y con una torre central apuntando hacia el cielo infinito. Todo el lugar se encuentra en una formación algo triangular.
Dentro de este palacio hay distintas habitaciones con distintas constelaciones, todas observando una realidad en particular; pero en esta aventura sólo nos vamos a enfocar en la habitación principal. La del mundo en donde todo el caos mágico está ligado al pueblo de Arcadia.

Una entidad cubierta de piel oscura, con vestimentas blancas que parecen una túnica larga hasta el suelo, con los ojos brillantes y detalles morados alrededor, además de usar un casco en forma de rombo en su frente, entró furioso a la habitación oscura, con un suelo que parece agua que funciona de reflejo y este se encuentra rodeado de luces y estrellas.

—¡ESE MALDITO MOCOSO! — El grito de la entidad resonó por todo el lugar, maldiciendo una y otra vez lo que acaban de presenciar. —Mando al carajo todo. TODO.

Otras dos entidades entraron seguidas de su compañero, también estaban molestas por el drástico cambio de destino que el joven caza trolles acaba de provocar.

—Y para mejorar, literalmente acabó con las vidas de 7 criaturas recién nacidas de esa Akiridiana y el humano cavernícola.

La entidad del mismo color de piel le miró, esta poseía una especie de vestido largo en todo grises pero las tonalidades azules resaltan bastante, sus ojos brillantes eran más notorios que su máscara en forma de cuernos pequeños.

—Es un niño. Hizo aquello que creyó correcto. — camino con serenidad mientras del fondo del suelo acuífero, salía una especie de cuenco con agua y niebla, en el cual las imágenes de las nuevas vidas en ese mundo eran visibles.

—No me vengas con tus lecciones de ética y moral. Ethos.

La última deidad de un color de piel más claro, caminó con un bastón el cual controlaba las estrellas de su santuario, su vestimenta era de tonos verdes y blancos, su único ojo brillante era visible a través de la endiga de su casco que cubre todo su rostro.

—Y tú no te dejes llevar tanto por las emociones... Pathos, recuerda que estás más ligado a los humanos que nosotros dos por ello.

—Como digas Logos. — suspiró. Molesto era la mejor palabra para definir lo que sentía pero su compañero tenía razón, no debía dejarse llevar tanto.

Los tres se calmaron un poco y se acercaron al cuenco, en donde pudieron observar como los príncipes en Akiridion seguían con su entrenamiento para el tema de 'Reyes en Espera', el aprendiz de Merlín seguía con su vida, manteniendo lo más posible el perfil bajo, por otro lado, Tobias era llevado a Mercado Troll en medio ataque de asombro mientras que Jim no dejaba de practicar para su obra escolar y pensando en Clara Nuñez, quien cuida a su hermano.

—Él piensa que ahora todo estará bien sabiendo el rumbo de la situación.

Logos hablo observando sin expresión el cuenco, captando la atención de Ethos.

—No puede salvar a todos sabiendo aún el rumbo a seguir. — la deidad de tonos verdes siguió hablando pero tristemente Pathos dejó de prestar atención hace ya un rato.

—Que aprenda entonces… — Ethos dijo.

—Te escucho...

Ethos miró a Logos, este captó inmediatamente su indicación y con su bastón, comenzó a mover las constelaciones a voluntad provocando que la imagen en el cuenco se comience a distorsionar poco a poco hasta que la imagen de los Dioses de nada más que la Orden Arcana apareció.

—Al menos servirán de algo — soltó Pathos.

La manipulación de la entidad de un ojo visible tomó más forma, llegando a materializar a la Orden junto a sus Titanes. Claramente ninguno se encontraba consciente.

Ethos miró a su compañero de tonos morados aún con todas las estrellas dando vueltas alrededor del lugar y le extendió la mano, este la tomó y comenzaron a recitar un encantamiento en un idioma más antiguo que la creación misma.

—Corazón de humano pero alma de un Troll, probaras tu valía una vez más, campeón de Merlín y veremos si de verdad puedes mantener a todos a salvo en este nuevo régimen, en este nuevo mundo. — los ojos de ambas deidades brillaron aún más.

E ignoraron la contribución que hizo Logos al encantamiento también.

Poco a poco los 3 Titanes se hicieron polvo, el de lava se empezó a derretir lentamente, el de hielo se iba rompiendo a velocidad y el de tierra/naturaleza se llenaba de maleza podrida, a tal punto que los 3 gigantes desaparecieron en el cuenco.

—Es el turno de ellos también, ¿querían modificar al mundo? — Pathos sonrió mientras arrastraba los cuerpos inertes de Bellroc, Skrael y Nari cerca de su posición,—Bueno, ahora podrán hacerlo... Masomenos.

Ethos sacó lentamente el núcleo de los 3 Dioses y los dejó caer en el cuenco para finalizar el ritual, para cuando este término, los cuerpos de los Dioses lentamente se volvieron polvo, dejando atrás la máscara de Bellroc, los cuernos de Nari y la túnica de Skrael.

La deidad de tonos verdes detuvo el proceso y todas las constelaciones volvieron a su lugar original,—Listo.

Los tres se posaron enfrente del cuenco en donde se reflejó el rostro de Jim nuevamente mientras esté se encontraba practicando para su audición de la obra escolar de 'Romeo y Julieta'. Hasta que la voz de su madre lo llamó a cenar.

—El caza trolles. — hablo seriamente Pathos

—Tu castigo por aquello que has ocasionado será igual de pesado que tu hazaña. — Ethos miró la escena en el reflejo, a Jim disfrutando una última vez una cena con su madre y Walter.

—Buena suerte, joven. — sentenció Logos.

Ethos - Deidad de la éticaPathos - Deidad de las emocionesLogos - Deidad de la lógica

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Ethos - Deidad de la ética
Pathos - Deidad de las emociones
Logos - Deidad de la lógica

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