1-De Vuelta

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Me conduje en aquel momento, escuchando música a un volumen alto, con la vista puesta hacia la carretera. Mientras mi hijo Tim se encontraba de copiloto, leyendo uno de los catálogos de su abuela Mel sin ver hacia dónde nos dirigiríamos. Luego de un largo camino lluvioso, entre árboles mojados y lugares viejos, al fin pude ver el cartel con letras rosas, estaba al frente mío "Apartamentos el Palacio Rosa", senté un leve sentimiento de incomodidad y nostalgia. Después de dar un gran suspiro, miré a Tim y necesité bajarnos.

-Bueno, llegamos 

-¿Qué hacemos en este lugar? -Me preguntó Tim

Volví a soltar un suspiro y me rasque la nuca de lo insegura que estaba, sin saber que contestarle a mi hijo. 

-Venimos a visitar a un amigo. Hace mucho que no lo veo y pensé que sería bueno visitarlo, antes de ir a donde tus abuelos. -Le dije a Tim

Tim hizo una mueca.

- Está bien. -Dijo Tim

Después de una larga caminata en el que le conté a Tim sobre las aventuras que tuve con "el entrometido", llegamos frente a la casa de aquel chico. Al igual que el viejo Palacio Rosa, el lugar parecía haber sido construido hace varios años, la madera estaba pintada de un morado lila, algo sucia por la tierra y la lluvia, en el pórtico había una vieja silla mecedora junto a unas plantas que estaban medio muertos. Un auto viejo y oxidado estaba estacionado a un lado de la casa, por un momento deseé ver la aquella moto ruidosa de mi antiguo amigo. Toqué la puerta, estaba tan nerviosa que me costaba tragar mi saliva, pero realmente no creía que mi nerviosismo se note. 

-¿Hola? ¿Hay alguien? -pregunte, alzándome de puntillas para poder ver a través de las ventanas que estaban cubiertas por unas largas cortinas desde adentro. 

-¡Ya voy, un segundo! -gritó una voz masculina desde adentro.

Poco después un chico alto abrió la puerta, tenía el cabello despeinado y la cara marcada por grandes ojeras. 

-¡No puede ser! ¡Jonesy! ¿Qué hacen ahí? Pasen, están en su casa.

Aquella tarde Wybie y yo nos habiamos puesto al corriente sobre los acontecimientos ocurridos durante tantos años. Sentí un fuerte dolor en el pecho cuando Wybie me contó de manera nostálgica los últimos años de la señora Lovat, decidí no inmiscuir más en el tema pues parecía inapropiado.
Fue entonces cuando Wybie sintió la necesidad de saber la razón de mi visita, él conocía bastante bien el trauma que aquel lugar me había causado, por lo tanto, podía notar que le causaba gran extrañeza el hecho de que yo estuvuera justo ahí, sentada tomando una taza de café, en una casa que se encontraba a unos cuantos metros del Palacio Rosa, del cual él pensaba que -aun con su edad adulta- debía mantenerme alejada.

Tim por otro lado pensaba que era incómodo el contacto que tenía con aquel viejo amigo, parecían conocerse mucho y la verdad eso no le importaba, pero creía que no debía estar ahí sentado escuchando su aburrida conversación.

-¿Dónde está el baño? -preguntó a Wybie.

-Ve por el pasillo luego de la escalera, es la puerta a la derecha. -informó él.

-Ten cuidado, Tim -le dije a mi hijo, observandolo con cierta preocupación.

-Tranquila - me dijo Wybie, poniendo su mano en mi hombro, -aquí estará bien.

Fue así como una mirada confundida de Tim se dirigió al lavabo, en donde después de un rato divisó un cuerpo pequeño y rápido a través de la ventana, sintiéndose atraído a este, decidió salir de la casa a hurtadillas para evitar un  avistamiento mío o Wybie. Aquel cuerpo pequeño, que resulto ser un ratón de campo se quedó de pie en el lodo y le observó. Por un segundo Tim sintió que el ratón le había hablado, así que puso un pie en el primer escalón del pórtico. "¿De verdad habló?" pensó.

"Acercate Tim, vamos al mundo donde todo es verde" y el animal sonrió mostrando sus colmillos, quizá demasiado enormes para alguien tan pequeño.
Entonces Tim bajo a toda velocidad y corrió tras el, quién apresuró sus movimientos como si quisiese que mi hijo le siguiera. Comenzó a lloviznar y Tim pensó que estaría viviendo un día increíble si había podido comunicarse con un ratón y que esté estuviera guiandole hacía el camino de un nuevo mundo.

Más luego percibió que estaba dentro del bosque, que no conocía el camino de regreso a la casa Lovat y que el único sendero frente a el lo llevaba aún más adentro del bosque.

-Ratón, ¿En dónde estás? ¿Estás escondiendote por la lluvia? -gritó.

El diminuto animal lo había dirigido hacia un pozo, estaba cubierto por una tapa gruesa de madera y lodo; al rededor en forma de un circulo, había un montón de hongos blancos que hacían más notoria la ubicación del hoyo. Tim decidió acercarse cuando escucho la voz del ratón desde el interior del mismo.

"Acércate Tim, es por aquí". -le dijo una voz, que provenía dentro del pozo

Tim se arrodilló frente al pozo, las gotas de agua que se resbalaban por su cabello mojado apenas le dejaban ver correctamente.

-¿Ahí adentro está el mundo verde? -preguntó apoyando sus manos dentro del círculo.

Dentro de la casa Wybie y yo continuábamos charlando, en cuanto Wybie recordó que Tim aún no había regresado.

-Quiza a Tim le cayeron mal más galletas que le di antes, se ha tardado bastante -dijo Wybie mirando a través del pasillo.

Yo me levanté de golpe haciendo que la silla se tambaleara y solté un quejido de la angustia.

-¡Tim!

"La Segunda Puerta de Coraline"Where stories live. Discover now