CAPITULO 4. Confesiones

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¿Dónde nos quedamos?
Como pudo se alejó un poco de él, pero se había puesto nerviosa por su cercanía, no quería mirarlo, pero era algo inevitable, sus ojos se cruzaron con los de él, y por un instante olvidó todo lo que ella le había dicho, se olvidó que tenía a Mamoru, se sentía atrapada por ese perfume tan natural de él, y de pronto se quería dejar llevar por el momento, pero en eso alguien gritó su nombre.
-¡Usako!

CAPÍTULO 4. Confesiones

Usagi voltea temerosa, luego se quedó paralizada en un instante al ver a Mamoru, su sueño estuvo a punto de ser una realidad y estaba aterrada

-¿Usako? –Mamoru se extrañó de verla así

Entonces Usagi reacciona y corre a abrazarlo

-¡Mamo-chan!, te extrañé.

Mamoru también la abraza, Usagi al escuchar los latidos del corazón de Mamoru no pudo evitar llorar -¿Qué estaba a punto de hacer? –pensaba sin dejar de abrazarlo

Mamoru no apartaba su mirada de Seiya y éste a su vez lo miraba con cierta rabia, pero se dio la media vuelta y se fue, comprendía que no era el momento para enfrentarlo.

Mamoru tenía curiosidad sobre Seiya, dejó de abrazar a Usagi

-Usako ¿qué hace Seiya aquí?, ¿acaso han aparecido nuevos enemigos?

Ella se había olvidado completamente de que ahí estaba Seiya, volteó, pero ya no lo vio.

-¿Eh? no, no ha aparecido ningún enemigo, lo que pasa es que Seiya, Yaten y Taiki volvieron a visitarnos.

-Ya veo, pero ¿por qué estaba demasiado cerca de ti?

Se puso nerviosa, no sabía que decirle

– yo, lo que pasa es que –vio que Mamoru tenía la mirada fija en el lugar en que ella estaba con Seiya, no se atrevía a mirarlo directamente a los ojos, se sentía avergonzada y a la vez no entendía porque por un instante sintió la necesidad de besar a Seiya.

-Olvídalo, luego me lo dirás –Mamoru le sonrió y la volvió a abrazar – te extrañé mucho mi Usako

-Mamo-chan… yo también te extrañé –Usagi estaba feliz de volver a abrazarlo y sentir aquella calidez

-Dime, ¿qué hiciste en todo este tiempo?

-Bueno pues…

Usagi no alcanzó a contestarle, pues fueron interrumpidos por las chicas, quienes estaban feliz de ver que Mamoru había regresado

-Mamoru, que bueno volver a verte –dijo Ami

Rei se dirigió a Usagi - ¿Con qué por eso te retrasaste?, sólo por eso te perdonamos –le guiñó el ojo

Todos se rieron

-Y que tal la comida de por allá, ¿es buena? –preguntó Makoto

-Nada en comparación con la de aquí, pero si, pude sobrevivir-dijo Mamoru sonriendo.

-¿Y qué tal te fue en la universidad?, dicen que los profesores de allá son muy buenos.

-¡Ay Amy! ya empezaste, tú no cambias, deja que Mamoru descanse de los estudios –dijo Minako, quien luego tomó a Mamoru del brazo- haber mejor cuéntanos, ¿tuviste la oportunidad de ir a Hollywood?

-¡MINAKO! – le gritó Rei –Mamoru y Usagi tienen mucho de que hablar, chicas mejor dejémoslos solos.

-Cierto, Usagi le tiene que contar lo de Seiya

Usagi se queda helada, Makoto le tapa la boca a Minako, Ami se echa aire y Rei se le queda viendo a Minako con una cara de pocos amigos.

-¿Sobre Seiya?, Usako ¿Qué pasó? ¿Hay algo que no me has dicho? -Mamoru miraba a Usagi esperando una respuesta, sin duda algo pasaba y se sintió inquieto al escuchar a las chicas.

La legendaria sailor moon Donde viven las historias. Descúbrelo ahora