Aquella noche era importante, para él y para el ser que brotaba de entre las sobras en aquel neblinoso bosque al fondo.
Un lobo, grande, muy grande, con pelaje relucientemente negro y matizado en mechones rojos, se mostraba manteniéndose sobre la línea de árboles donde comenzaba el bosque y en las sombras, mirándole. Un animal imponente. Oros ojos e iridiscentes, justo como los recordaba. Ahí estaba otra vez, para él, recordándole que no había imposibles y que el "confía en mi" que había musitado YoonGi mediante su vínculo aquella última vez que le vio, como una promesa, se había cumplido dos años atrás.
Sintió un tirón en la parte baja de su camisa de seda perla, por la espalda. Sonrió sin despegar su mirada de aquellos oros al fondo y llevó su palma a su espalda tocando los rizos caramelo de aquella pequeña cabeza, que se escondía detrás de él. Impulsándolo a salir del resguardo que mantenía miedoso.
Aquel pequeño cuerpecito, brotó entonces de detrás suyo lentamente y rodeando el cuerpo de su padre, Jimin lo tomó por los hombros dejándolo cerca de sí y mostrándole al imponente lobo lo que tanto había ansiado. Un pequeño niño de tan solo dos años, de rizos caramelo, de ojos oros como los de su padre, piel lechosa y encerada, labios voluptuosos y rosas, mejillas regordetas, metido en un mameluco que hacía de un tierno conejo. El lobo al fondo se removió inquieto y el pequeño niño dio un respingo mirando a su padre Omega, este sonrió abierto para tranquilizarle y dando una leve palmada a sus nalguitas le dijo:–Anda, hijo mío, anda a conocer a tu padre... – El crio esbozó una sonrisa, mostrando sus pequeños incisivos y corrió, atravesando el pequeño campo brezo que dividía la casa del bosque y fue a su encuentro.
Aquel imponente Alfa al fondo esperó la llegada de su hijo y primeramente lo olfateó completo, haciéndole cosquillas tras las orejitas y en las costillas por husmearle como lo hacía, arrancándole risotadas que llenaban su ser de vida sin duda alguna. Luego se refregó contra él, brindándole su aroma protector y llenándose del ajeno que era una mezcla perfecta del propio y el de su padre Omega. El Alfa se tiró al suelo y dejó que el chiquillo se tirara sobre él, agarrando con sus pequeños manitos su sedoso y negruzco pelaje mientras le escuchaba reír y él mismo le ronroneaba gustoso.
Jimin apreció desde lejos esa escena, tan increíble, tan increíble en verdad. La felicidad no podía ser más grande para él en ese momento.
Porque se habían equivocado, porque cuando tomaron la decisión de sepáralos nadie imaginó aquello.
Min YoonGi había muerto desmembrado luego de declararse culpable, sí. Más sin embargo había muerto solo en su forma humana, pero su lobo... Su lobo había sobrevivido. Más feroz, más salvaje, pero aún reconocía a sus seres queridos. Por aquello Jimin no había muerto de tristeza, porque aún yacía viva la otra parte del lazo y fue algo que nunca comprendió, más nunca le dio mucha importancia tampoco pues cada Omega reaccionaba diferente a la pérdida de su Alfa enlazado.
Una evolución que había pasado desapercibida para los Clanes durante mucho tiempo y que mismo Jimin ni siquiera pudo creer cuando le vio aquella noche de madrugada, cuando le reconoció y se comunicó con él mediante el vínculo de su lazo. YoonGi jamás podría volver a ser humano ni abandonar su forma de lobo, pero eso le resultaba insignificante a Jimin porque, después de todo, lo seguía teniendo al lado y seguía siendo él después de todo.
YoonGi lo supo desde siempre y aunque Jimin no se hubo dado cuenta hasta después, ni aunque hubiese diseccionado sus palabras una y otra vez durante noches de angustia.
Jimin compendió que debía huir no solo por él, sino por la seguridad de su hijo, que ya llevaba en su vientre para entonces y Suga fue capaz de percibirlo aquella última vez en el juicio, se dio cuenta que debía protegerlos, eran su vida y no podía permitir que los dañasen, porque era seguro que les arrancasen al niño apenas viniera al mundo. Aquella verdad era incierta para él aun cuando lo hubo descubierto, pero se arriesgaría a morir en su forma humana, para proteger a su bebé y a su amado Omega. Para resguardarlos del dolor que les proveía el seguir juntos.
YoonGi jamás podría recuperar su forma humana, pero aquello no era impedimento para ambos, pues Jimin podría adoptar su forma lobo al igual que su hijo, después de todo eran en esencia más animal que humanos.
Que equivocado el mundo, que manera más maja de intentar separarles. El lazo los mantenía unidos, el amor, su hijo, todo.
"Sólo no me Olvides" Le había dicho YoonGi, y eso fue la clave de todo. Mantuvo una esperanza que no le aseguraba nada, pero le amaba y eso bastó para hacerlo. Gi había tardado en aparecer, puesto que debía aprender a disciplinarse y adaptarse a su nueva forma, porque no deseaba ahuyentar o atemorizar a su bebé, pero ahora ahí, ya teniéndole con él; sabía que la espera había valido la pena enormemente.
"Es hermoso" Le dijo el Alfa a Jimin, mirándole desde el otro lado. Suga no había conocido a su hijo hasta ese momento, se había perdido todo con respecto a él. El embarazo de su Omega, los cuidados hacían este, los mimos hacía su cachorro, sus primeros dos años de vida, sus primeros pasos. Le dolía, pero estaba dispuesto a recuperar el tiempo perdido con los dos, a enseñar a su cachorro sus costumbres de cacería, a formarlo en el mundo para que el día de mañana fuese fuerte, más fuerte incluso que sus padres.
Jimin volvió a sonreír con lágrimas a conglomerándose en sus grises orbes, pues después de todo; la espera, el dolor y todo, habían valido la pena. Aquel reencuentro y bella imagen las llevaría grabadas a fuego en su mente siempre.
"Ven aquí, cariño" Le dijo de nuevo y Jimin no espero dos segundos para adoptar su forma lobo y unírseles al jugueteo que mantenían su Alfa y su hijo al fondo. Que dicha sentía, que fuerte su corazón se había vuelto, que le dijesen quien podía ser más feliz que él en ese momento, porque no creía que hubiese alguien.
El futuro es prospero para quien desea cambiarlo.
Escribí este epílogo para agradecer todo el apoyo que está teniendo este Fic. Muchísimas gracias por eso.
Espero les guste.
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You Are My Destiny
FanfictionJimin un omega de clase baja enamorado de Yoongi un alfa de clase alta, en esta sociedad las clases no se mezclan. Pero ¿Porqué Jimin lleva la marca de Yoongi? ¿Podrá su amor florecer?