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Arreglé mi pequeño suéter rosita, mi osito Nini, miré mis zapatitos y suspiré nerviosa, sostuve la bandeja con galletas fuerte y con mis dedos, toqué la puerta de mi Alfa bonita, sonreí cuando escuché su ronca voz. Me gustaba mucho.
—¡Hola Lili! — grité cuando abrió la puerta, ella hablaba por teléfono y me indicó que guardara silencio con sus dedos —Uhh, lo siento— le dije tímida.
Me indicó con la cabeza que entrara y así lo hice feliz
—No, Jisoo te dije que Nayeon tenía los archivos, debes ir con el abogado de Tammy, ella está nerviosa, pero sé que si logramos esa declaración estará todo bien— dijo al teléfono.
Tome asiento en su sofá y espere, mientras la miraba, con ese traje negro, la camisa blanca con las mangas dobladas hasta los codos, era muy guapa mi Alfa, me mordí el labio inferior y la escanee por completo, mi omega se volvía loca por ella.
—Si, adiós, lo resolvemos mañana— y cortó la llamada
—Hola mi Lili— sonreí, ella también lo hizo negando con su cabeza y se acercó al sofá — te traje galletas, ahora son sin gluten, espero te gusten
—Hola señorita Jennie— se cruzó de brazos, esos brazos fuertes— es tarde, ¿qué hace aquí?
Hice un puchero, me levanté del sofá y fui hasta la cocina dejando las galletas sobre la mesita
—Como te fue hoy mi Alfa— ella volvió a negar, Sip era irreparable— seguro trabajaste mucho — me acerqué a ella, pase mis manos por sus hombros, las manos de Lisa tomaron mi cintura y quise gritar por las mariposas en mi estómago, ella siempre hacía eso
—Pequeña Jennie, es tarde para que esté aquí— amaba como me respetaba al hablarme, ella se apartó de mí, no la deje y me pegue a ella como un koala,
—Pero quería venir a verte mi Lili — le sonreí con mis dientitos
—¿Su abuela sabe que está aquí?— pregunto y negué
—No hace falta, ella confía en ti
—Jennie, no debe estar aquí, le agradezco las galletas, pero tienes que ir a dormir
Yo me alejé de ella y me crucé de brazos, hice un puchero para sentarme en el sofá
—Tú siempre dices eso cuando vengo a verte, Jum— le dije enojada — yo quiero ser una buena omega para ti, traerte galletas, hasta traje unas camisitas con mi olor, Alfa tonta
Lisa me miró, claramente cansada, yo sabía... Que ella no me quería, pero intentaba pensar que si yo estaba ahí, preparaba galletas y dejaba mi olor, ella me querría
—Kim Jennie— me llamó— Tú y yo no...
—Ya se, hago el intento, ¿okey? — le rodé los ojos— por que en el fondo se que si siente algo por mi, no soy una niña...puede que actúe como una pero puedo perfectamente darle una mamada— ella amplió los ojos y yo me sonrojé
—¿Quién te enseñó sobre eso?— gruño Lisa, sus ojos cambiaron a un rojo, o era su loba— contéstame omega
—Mi amiga Rosie...ella ya hizo una— la miré algo temerosa
Cerró los ojos y respiro, al abrirlos sus ojos ya no eran rojos.
—Jennie, no vuelva a decir eso.
Asentí abrazándome, hice un puchero.
—¿Por qué no puedo decirlo, Alfa?
—Por qué no
—Ya soy grande, puedo darle una.
—Jennie, NO— me miro amenazante— no puede hacer eso, a mí y a nadie, aún es pequeña
—¡Qué no soy pequeña! — me crucé de brazos, no podía soportar que dijera eso— soy grande
—No, niña, es una mocosa que se cree grande, pero sigue siendo una niña.
Amplíe mis ojos, me sentí realmente mal, Lisa me miró y tapó su boca, me hice más chiquita, ella realmente no me veía como una adulta.
—Jennie...
—Si, Alfa, lo entiendo— arrastre mi osito de peluche conmigo, dejé las galletas porque ya no importaba.
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