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La ambulancia y los forenses llegaron, el shock de lo sucedido había puesto nerviosos a la mayoría, unos se desmayaron y yo seguía repitiendo en mi cabeza lo sucedido ¿Por qué se suicidó? Las lágrimas brotaron sin voluntad, estropeando la rabia que sentía contra mi ex amigo. Las acusaciones no me servían de nada, al parecer el cariño por Gulf no dejó de existir aunque fuese un canalla. Volví en mi al darme cuenta que mis amigos estaban discutiendo entre si, alejados en una parte del hotel. 

¿Que hacían? 

Me levanté y caminé hacia ellos.

—¡Es culpa de ustedes!

—¿Nuestra culpa? —indignado se señaló Thiago.

—¡Ustedes mataron a Gulf! —seguía acusando Lhong con los ojos cristalizados. 

Mew miraba para abajo, perdido o pensativo. Thiago y Luna se escandalizaron ante la acusación de Lhong y yo no entendía nada. 

—¿A qué te refieres Lhong?

—Los ví Zee. Thiago le dejo una nota de desprecio a Gulf en su casillero. Ese chico no hizo nada malo. ¡Ellos mintieron!

—No es verdad. Yo…. él… no soy el único. Lhong también tiene la culpa, era participe de todo —soltó Thiago. 

—¡Son unos desgraciados! ¡Yo no obligue a Gulf a mentir, ni lo perseguí para que no dijese nada!

—¿Es cierto Thiago? —pregunte dando una oportunidad a mi amigo de entender todo. 

—Fue Luna —serio y en tono seco delató. 

—¿¡Qué!? ¡No fui yo! —negó Luna exasperada—. Fue Thiago. El no lo soportaba. 

Las cosas se salieron de control,  entre los tres se empezaron a acusar. 

¿ Entonces Luna nunca fue atacada. Iba a encarcelar injustamente a un amigo? Con dolor me di cuenta que abandoné a ese amigo, que lo tilde sin escucharlo. Lo ú loltimo que le dije fueron palabras desagradables. Soy lo peor. 

Mi sangre hirvió, empuñe las manos. Fui engañado y traicionado. Mis amigos. En los que confíe, en los que creo incapaces de lastimar a alguien por diversión. Quería que desaparecieran, quiero que se marchen. No. Mejor que paguen. 

Al querer reclamar Mew se abalanzó contra Thiago, golpeando una y otra vez sin piedad. Luna quiso detenerlo pero termino en el suelo. Aunque una parte de mi disfrutaba el que golpearan a Thiago, no reemplazaba la muerte de Gulf y no es la mejor forma de afrontar las situaciones. Detuve a Mew antes de que se metieran en problemas. 

—¡Maldito, te mandaré al infierno donde perteneces! —grito Mew con locura. Sus ojos estaban rojos al igual que su rostro. 

—¡Mew tranquilízate! —sostenía con dificultad intentando retener la furia de Mew. 

—No seas hipócrita Mew —dijo Thiago, escupiendo sangre de la boca—. Tu también lo acusaste, no creíste en él. Le diste la espalda. 

Mew se quedó analizando las palabras viendo hacia abajo con los ojos descompuestos cómo si las palabras de Thiago tuvieran razón. 

—Todos somos culpables —sonrió irónico Thiago—. Vieron sufrir a Gulf y jamás se dieron cuenta de la realidad. 

Thiago se levantó y se marchó,  Mew cayó al suelo llorando sin consuelo, Luna se fue detrás de Thiago sin decir nada. Lhong metió las manos entre sus bolsillos y también caminó con la cabeza gacha. Yo quedé en medio de todo lo dicho, pensando ¿en qué momento nos volvimos tan inhumanos?. 

Mi amigo se había ido y nadie confesó cuál fue el delito, un suicidio lo toman así. Como alguien que no quería vivir o tenía problemas y dan todo por hecho dejando un tomulto de preguntas y respuestas en el aire. 

NO PUDE SALVARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora