—Max ¿Podemos hablar? —pregunta Tul dentro del carro donde va con su esposo.—Atiende a nuestros hijos, yo debo regresar a la oficina porque he dejado muchos pendientes. Hablaremos cuando tenga despejada la agenda.
Tul bajo la cabeza, esas palabras fueron pronunciadas con tanta seriedad que presintió la molestia de Max, algo le dice que no hablarán. Max se refugiaba en el trabajo cuando tenían peleas fuertes y está vez no solo fue una discusión entre ellos sino también implicó a muchos de su familia. Estaba mal, está arrepentido y quiere de vuelta a su cariñoso esposo.
El carro paró frente a la casa y Tul se bajó, con un rostro entristecido.
—Nos vemos después —dejó dicho Max y arrancó el auto.
Tul estaba sufriendo, normalmente su esposo se despedía con un "te amo", "nos vemos después cielo" y ahora un "nos vemos" a secas. En definitiva, la paciencia y el amor se estaban desmoronando en su matrimonio, puede entender a Max, todo el tiempo quiso tener la razón sin darle el lugar que le corresponde, le ocultó varias cosas y eso no se lo merecía ahora Max no lo quiere ver.
—Papá, ¿crees que sea una buena idea que Cho se quede aquí? No lo quiero cerca, sabes los problemas que tenemos —cacarea Yihwa cuando entra su padre a la casa.
—Es tu esposo Yihwa, si no lo quieres cerca te puedes ir de aquí, por favor cuida a los gemelos, no quiero que nadie me moleste —dijo Tul con dureza cansado de que Yihwa se quejara, a decir verdad ya ni tiene fuerzas para seguir prestando atención a su hija.
Se recostó en la cama sintiéndose culpable por todo, por el casi aborto de Gulf, por haber malcriado a Zee, por el descuido de Yihwa con sus hijos y por no haber dejado que Max fuera un poco más duro con ellos. Se acurrucó en la cama agarrando la almohada del lado donde duerme su esposo, queriendo que estuviera allí, consolando cómo siempre lo hacía. Lloró y lloró hasta ya no tener lágrimas para derramar, quería todo y a la vez nada.
La noche se asomó y Max no llegó en todo el día, ni en los siguientes.
Tul estaba cansado de ver las miradas de desprecio de Yihwa a su esposo y Cho intentando llevar la paz consigo por sus hijos. Tul sintió que era suficiente. Se levantó de la mesa donde desayunaban, si tenía que dar órdenes las daría por el bien de su hija y porque no tenía otra escapatoria.
—Yihwa, quiero que regreses con Cho y solucionen sus problemas, irás con un terapeuta porque necesitas ayuda profesional, te quedaste estancada en tus días de juventud y no puedes quedarte allí, tienes dos niños hermosos a los que debes cuidar y no tienes opción porque es lo que escogiste, ahora hazte cargo.
—¡Pero papá!
—¡No he terminado! —levantó la palma de su mano para que Yihwa se calle. —Si no te gusta lo que digo, entonces me atrevo a decir que Cho puede pedir el divorcio y la custodia de los niños, yo lo apoyaré para que así sea. Y te aseguro que no es lo que quieres ¿Verdad? —Vio a su hija con esos ojos inferiores que demandaban poder y control.
Yihwa no dijo nada, solo asintió y bajo la cabeza como una niña regañada.
—Bien, Cho, tienes todo mi consentimiento para hacer lo que creas correcto con tu familia, es tuya, cuidala, amala y respetala —dijo con seguridad y también a punto de quebrarse en llanto.
—Lo haré Tul y gracias por confiar en mí —asintió Cho, levantándose de su lugar y diciéndole a los gemelos que alistaran sus maletas. Yihwa no tiene opción, su padre le quitó la sobreprotección que le daba la libertad de hacer lo que quisiera, ahora no puede hacer más que aceptar la realidad.
Después de media hora se despidió de los gemelos y la pareja de esposos. Con la esperanza de que su hija cambie. Cerró la puerta por dónde salió su yerno e hija y sacó su teléfono para realizar una llamada.
—Buen día, quisiera saber sobre el apartamento 234, sobre una fuga en la bañera…
Hizo una nota y la pego en la puerta del refrigerador, con las indicaciones para Zee.
"Será mejor qué pagues el último mes del apartamento y si no estás listo para vivir solo, regresarás a casa pero bajo mis reglas y tienes derecho a tener un novio pero tendrás que trabajar si quieres hacerte el caballero con él. Te amo. Besos ♡♡♡".
P.D. ya se que no está rota la bañera.Salió de inmediato con los recipientes de comida en una bolsita hermética para Max, esperaba que su esposo se encontrará en el apartamento que habían comprado para Mew cuando estudiaba y después se convirtió en una bodega de archivos para su esposo.
Arrancó el auto y manejó desde su casa hasta el centro de la ciudad, pidiendo que todo lo que había planeado decir no se le olvidará, estos cinco días sin Max fueron como un desierto sin agua, temiendo que su matrimonio haya llegado a su fin después de 34 años juntos.
Llegó al edificio, dejó el auto en el estacionamiento, subió el ascensor, esperó con inquietud casi queriendo morderse las uñas, llegó al piso correspondiente, camino con el corazón acelerado, esperando que está visita no fuera un desastre. Tocó la puerta y esperó unos minutos, que para él fueron los más largos de su vida. Allí estaba su esposo, cansado y con ojeras, tiene puestos los anteojos que le sirven para leer o cuando ve la laptop, de seguro ha estado trabajando sin comer bien y sin dormir.
—Max
—¿Qué haces aquí? —pregunto Max, sin ninguna expresión.
💌¿Que pasará?
Gracias por las lecturas, votos y comentarios. Nos dan mucho ánimo de seguir publicando.
Nos vemos mañana. Cuidense 💕
Capítulo dedicado a CristinaEspaa6, Sunny3486z & Ruthmewgulf
By: mareli & LuzdeNoche99
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UN TIEMPO A SOLAS (MAXTUL)
FanfictionMax y Tul son una pareja de esposos que se aman, tienen tres hijos a los cuales aman con su vida, pero creen que ya es tiempo de tener tiempo de calidad entre ellos, porque sus hijos han hecho su vida aparte. El fuego y la pasión querrá consumirlos...