No Otaku con Harem System (Versión en Español)

Capítulo 170: El poder de Orthus

Mi brazo derecho fue cortado mientras tres estacas de hielo perforaban mi pecho.

Una cadena negra apareció en mi mano izquierda y la agitación para sujetar la pierna derecha de Kilt.

Cuando la cadena se envolvió en su pierna, la cadena se cubrió con pequeños colmillos afilados que perforaron la piel de Kilt mientras arrancaban un fragmento de sus memorias de la infancia, pero antes de que mi ataque pudiera dañar su alma, recibió un disparo en la espalda con la fuerza equivalente a una bomba para derribar edificios lo que hizo explotar la mayor parte de mi cuerpo dejándome solo con mi cabeza, cuello, la mitad de mi pecho y mi hombro derecho.

Antes de que mi cuerpo se regenerara, una habilidad de hielo cubrió mi cuerpo encerrándome en un bloque de hielo y luego fui cortado 20 veces por las espadas de Kilt.

Antes de que mi cuerpo fuera completamente destruido, reconstruí mi corazón y lo usé como catalizador para generar vibraciones que cubrieron todo mi alrededor formando múltiples ondas de choque que destruyeron el hielo que me cubría.

Aunque el Reencarnado llamado Roro pudo soportar mi ataque ya que tiene la habilidad de los slime para negar los efectos de impacto, los órganos internos de Kilt y Anastasia fueron golpeados por las vibraciones haciendo que sus corazones casi fueran aplastados, pero cuando ellos estaban por morir, sentí un movimiento extraño en el espacio y los tres Reencarnados desaparearon.

Antes de que pudiera perseguir a los Reencarnados heridos, una flecha dorada se dirigió hacia mi cabeza.

Pude regenerar mi brazo derecho el cual fue cubierto con un ariete de acero negro con una cabeza de león y golpeé la flecha causando una gran explosión de llamas doradas.

Usé [Ki] para formar una cubierta que me protegiera de las llamas y aunque el calor era suficiente para derretir acero, soy inmune a las temperaturas extremas.

No disipé las llamas doradas y aproveché este momento para terminar de regenerar mi cuerpo.

Cuando mi cuerpo estaba reconstruido, agité mi mano haciendo que las llamas comenzaran a girar a mi alrededor. Controlé el flujo de aire para reunir las llamas en una esfera en mi mano y luego miré en dirección de los Reencarnados.

La mujer con la habilidad espacial salvó a sus compañeros y Flare los curó por lo que ahora estaban sin daños.

"Humanos de otro mundo, luchar es inútil" – Cerré mi puño extinguiendo las llamas doradas. – "Acepten el destino de perecer en mis manos por el bien mayor"

Un martillo de guerra de tres metros apareció en mis manos y me apresuré a atacar a la mujer con habilidad espacial.

Un dragón de hueso apareció de la nada y abrió sus fauces para intentar morderme, pero mis alas se transformaron en dos grandes cabezas de perro que sujetaron la parte inferior y superior de las fauces den dragón.

Ambas cabezas de perro abrieron por la fuerza las fauces del dragón rompiendo su mandíbula.

Reuní vibraciones en el martillo y luego lo usé para para golpear el cráneo del dragón haciendo que los huesos se volvieran polvo mientras una poderosa onda de choque causaba una explosión.

Cuando el dragón de hueso desapareció, fui recibido por una bala mágica que destruyó la mitad derecha de mi cuerpo.

Formé una lanza negra en mi mano izquierda y la arrojé contra la mujer voladora que sostenía un rifle.

La mujer logró evadir la lanza gracias a su velocidad comparable a un avión de combate, pero cuando la lanza pasó a su lado explotó en miles de agujas de sangre que se dispersaron por todas partes.