Ahí Viene Un Pensamiento ෆDekukatsuෆ

ෆ Uno. ෆ

Dynamight es el héroe número dos de Japón.

Bakugou Katsuki lleva una vida demasiado ocupada entre el trabajo, su entrenamiento, las huídas de aquellas citas a ciegas organizadas por sus padres, salidas con amigos y la casa hogar para animales callejeros, el tiempo se le va muy rápido. Ya olvidó la última vez que tuvo tiempo para no hacer nada.

Desearía poder quitarse de encima a todes les pretendientes que sus padres le han conseguido, porque, en serio, no lo necesita.
Katsuki odia clasificarse en etiquetas, pero si tuviera que hacerlo, sería demiromántico asexual. De los veintinueve años que lleva de vida, solo le ha gustado una persona, y eso fue en secundaria. Y jamás nunca se ha exitado por el toque ajeno que sus citas le han dado a modo de coqueteo o los vídeos con los que sus amigos presumían y solo le producen asco.

Así que sí, Katsuki realmente no necesita que sus padres se metan en esos asuntos.

Se levanta temprano por la mañana, cuando el sol aún no ha salido, dispuesto a entregar un día más de su vida a la agencia que ha levantado con tanto esfuerzo junto a su amigo de la infancia.
El actual héroe número uno, Deku.

En contra de todo pronóstico y lo que alguna vez pensó, está agradecido de tomar esa decisión. Su relación con el tiempo no hizo más que mejorar, y aunque Katsuki aún tiene arrepentimientos por el pasado, trata de enmendar sus errores todos los días.
Aunque esto a veces significa cumplir los caprichos del friki que tiene por amigo, como dejarlo llamar por ese infantil apodo aún estando en labor, llevarlo a convenciones de héroes o preparar el almuerzo para ambos porque Izuku es tan despistado que no recuerda si ya comió.

—Kacchan, buen día — como siempre, es la primera persona que lo recibe al llegar, incluso antes que los guardias y las recepcionistas.

—Día.

—¿Otra cita a ciegas?

—Un hombre de veinticinco años que trabaja en un jardín de infantes. Creen que los tipos suaves y pacientes son compatibles conmigo.

—Kacchan no debe apresurar las cosas, ya llegará la persona adecuada — la voz de Izuku suena como un pequeño canturreo, pareciera divertido con la situación, Katsuki solo golpea su hombro, causando una pequeña risa en el otro. Ambos entran al elevador para llegar al piso cuatro, dónde están sus oficinas. Mientras desayunan, comparten cómo ha ido su noche y lo que han visto en periódicos.

—Eso me recuerda, hace dos días ví a Kaminari en mi patrullaje solitario, dijo que no le hablará más a Kacchan una vez cumpla los treinta, al parecer cree que serás un mago.

Katsuki no despega la vista de su comida. —Ese Pikachu cree que Santa existe, no me sorprende nada que venga del él.

Izuku hace un puchero. Ver ese tipo de expresiones en un hombre de mediana edad, con un cuerpo trabajado y rasgos maduros, es curioso de ver.
Katsuki nunca admitirá que se sigue viendo lindo a pesar del tiempo.

—Parecía serio al decir que dejará de hablarte, aunque es tu amigo.

—Tú eres mi mejor amigo y sigues aquí. Si él cree que lo mejor es alejarse porque me saldrá una segunda cabeza, allá él, seguro será igual de atractiva que ésta —señala su rostro, con un poco de arroz en sus labios y una mirada de confianza típica de él.

Como ya es usual, Izuku limpia su rostro usando sus dedos y sonríe —Sí, Kacchan es mi mejor amigo, y no pienso marcharme de tu lado.

—¿Incluso si te casas? —esa pregunta no pareció agradarle, el disgusto notorio en su mirada.

—El romance podría arruinar mi carrera, Kacchan mismo lo ha dicho.

—Cierto —y continúan comiendo.