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Miré a mi alrededor frenéticamente, tratando de pensar en una excusa que me permitiera continuar mi camino a casa. Mientras trataba de pensar en algo, ella se inclinó más cerca de mi oído y con un susurro muy directo pero cariñoso me preguntó: "¿Vas a venir a ser la ayudante de mamá?"
Cuando comencé a sonrojarme, me tendió la mano y yo, de mala gana, me acerqué para tocar sus suaves dedos. Me agarró de la mano y me acompañó escaleras arriba ya través de la puerta mientras el pánico dentro de mí continuaba creciendo. La puerta se cerró detrás de nosotros y una vez más me quedé atrapado en su casa.
“Aprecio mucho esto”, dijo.
"¿Con qué necesitas ayuda?" Yo pregunté.
Se gira hacia un lado para revelar unas cuantas cajas de cartón grandes. “Este es un gran pedido de pañales que hice en línea para un niño al que cuido, aparecieron hoy”, dijo. Cuando la palabra 'pañal' salió de sus labios, mi nivel de emoción subió inmediatamente, y Miss Eve lo sabía.
"Oh, ok" dije "¿Necesitas ayuda para mover las cajas?" tratando de enmascarar mi curiosidad de qué tipo de pañales eran.
Ella se rió: “No es tonto, ya que se compraron en línea, tuve que estimar un tamaño, así que quiero asegurarme de que le queden bien”.
Confundido, le pregunté: "Entonces, ¿cómo podría ayudarte con eso?"
Ella sonrió, "Eres de su mismo tamaño, así que esperaba que te probaras algunos para asegurarte de que te quedaran bien".
El pánico continuó aumentando dentro de mí porque sabía a dónde iba esto.
“Um, realmente no tengo tiempo para esto ahora mismo,” le expliqué.
Comencé a girar hacia la puerta principal cuando ella caminó directamente hacia mi camino de escape.
“Ahora Ry, cariño, mami realmente necesita tu ayuda con esto”, dijo con su voz amorosa.
“Pero no puedo hoy. Tengo demasiadas cosas que hacer —expliqué.
Mientras me miraba con sus hermosos ojos azules, se inclinó hacia mí "Definitivamente estaría de acuerdo, pero creo que primero debes ayudar a mamá para que no tenga que contarle a nadie sobre nuestro pequeño secreto".
De repente se me cayó el corazón y me di cuenta de que ella no me estaba pidiendo que hiciera esto. El 'secreto' al que se refería se parecía más a nuestra historia, ya que no era la primera vez que estaba en esta casa.

El pequeño de mamá Donde viven las historias. Descúbrelo ahora