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_____ Sukma Haruka no podía sacarse ese nombre de la cabeza. Cada vez que cerraba los ojos, la veía con una claridad que lo asustaba. Sus pensamientos giraban incesantemente alrededor de ella, como un nadador atrapado en un remolino del que no puede escapar.
Ella lo tenía hipnotizado de una manera inexplicable, sin siquiera esforzarse. Había algo en su presencia que lo atraía como un imán. Su risa ligera, o la forma en que apartaba el cabello de su rostro con un gesto casi imperceptible. Todo en ella parecía estar diseñado para capturar su atención y mantenerla cautiva.
Se preguntaba si sus sentimientos eran normales o si estaba cruzando una línea peligrosa. ¿Era atracción lo que lo hacía pensar en ella todo el día? ¿O una obsesión malsana? No podía dejar de pensar en ella, desear estar cerca de ella,
Nanase odiaba que otros chicos se le acercaran. Ver a su propio novio, o cualquier otro, hablando con ella encendía una chispa de celos que no podía ignorar. Lo asustaba. Cada vez que los veía juntos, sentía una punzada de irritación que lo hacía cuestionarse ¿Atracción, Amor u Obsesion?. La idea de que alguien más tuviera su atención, su sonrisa o su tiempo, lo enfurecía.
En el aula, mientras observaba la discusión, no podía dejar de notar cómo, incluso en medio de una confrontación, ella mantenía esa autenticidad que tanto lo fascinaba.
-¿Qué no entiendes? Simplemente estoy haciendo un trabajo en equipo, no es nada más -dijo ella con la voz temblando de frustración.
-¡Tú eres la que no entiende! -gritó él-. No me gusta, parece que vas de hombre a . ¡Pareces una cualquiera!
Haruka observaba la discusión desde la distancia, sus ojos azules centelleando con una mezcla de irritación y preocupación. El hombre más alto alzaba la voz, su tono cargado de acusaciones y desprecio.
-¡Siempre buscas una manera de hacerme sentir una cualquiera! -le devolvió el grito ella, su voz quebrándose- Nunca digo nada cuando haces lo mismo. ¡Nunca!
- ¿Qué...
-¿Crees que no me había dado cuenta? -preguntó ella, con enojo y lágrimas en los ojos- Eres un libro abierto, pensabas que no me daba cuenta, pero sabía cada movimiento, cada encuentro.
-Eso tiene una explicación...
- Eso no se puede explicar -sollozó ella-. Te acostaste con las de mi curso, incluso con mi mejor amiga. Soporte esto durante tres años ¡Tres malditos años! Pero ya no más.
Tomó su mochila e intentó salir, pero su ahora ex novio la tomó del brazo con fuerza.
- Ja. Eres lista, pero no tanto como yo -la miró con una intensidad peligrosa. Tomando su brazo la empujo aprisionando el cuerpo de _____ contra el suyo-. Vas a regresar conmigo, vendrás corriendo ¿Sabes porqué? No tienes dónde vivir, no tienes a nadie más, solo a mí.
