Me encontraba en mi habitación escuchando a Taylor Swift de fondo, tumbada en la cama mirando el techo, no sé cómo me siento, si emotiva, feliz o simplemente frustrada, es una sensación demasiado rara, muchos me dicen: eres muy joven, disfruta al máximo tu adolescencia, sal, conoce más personas. Pero, si supieran que es muy difícil para mí hacerlo.
Solo tengo dos amigos, los cuales siempre nos demostramos apoyo mutuo, los cuales adoro con todo mi corazón,
Con mi madre mi relación es buena, lo malo es su trabajo que a veces no permite ciertas salidas o planes, ella es jefe de enfermera, la comprendo porque todo lo que hace es para verme bien, muchas veces nos toca almorzar o cenar en la clínica, porque pasamos días sin vernos. La admiro demasiado, me siento muy orgullosa de tenerla como mi madre.
Estoy en último año de bachillerato, soy una de las mejores estudiantes, pero más en las clases de lenguaje y literatura.
Actualmente, no tengo pareja, si me interesa tener una, pero muchas veces veo parejas tóxicas y se me quitan las ganas. Pero cuando leo romance, me dan tantas ganas de tener una, luego recuerdo que en la vida real no existen ese tipo de relaciones.
Alguien toca mi puerta, hace que me salga de mis pensamientos, me coloco de pie. Cuando la abro era Ashley, mi mejor amiga, ella es rubia de cabello liso un poco corto, es bajita y es muy linda, habitualmente va arreglada a donde vaya.
— Tengo un plan. —me dice entrando a mi habitación, se dirige a mi cama y se sienta.
— ¿Dónde? —le pregunto.
— Vamos al centro comercial, vayamos a cine o al parque de diversiones.
— Tengo que pedir permiso.
Ella me mira con una sonrisa, ya sé por dónde va la cosa.
—De eso no te preocupes, ya hablé con mami Alba. —Me dice— Diego irá, vendrá por nosotras en 20 minutos.
No me sorprende mi amistad con Ashley, es como si fuéramos hermanas, hay días en donde ella se queda en mi casa, salimos, paseamos con mi mamá, desde muy niñas somos así de unidas.
— No sé qué ponerme.
— De eso me encargo yo. —me dice ella colocándose de pie, dirigiéndose hacia mi closet— Veamos qué ropa te puede servir, porque a veces te vistes como abuelita mujer.
— Oye, no todos tenemos el dinero necesario, para comprar ropa. —exclamó ofendida.
—Eso no tiene nada que ver. —me responde tirando toda mi ropa hacia el piso— No encuentro nada lindo, Luisa.
— ¿No me puedo colocar un jean, con una blusa corta? —le pregunto.
— ¡No!
Ella sigue buscando una ropa que este bajo su aprobación, ya me di cuenta de que no estaremos listas en 20 minutos.
— Ya encontré una, esta perfecta. — me dice mostrando un vestido corto de color rojo— Está hermoso.
Me lo entrega con una sonrisa, yo me lo quedo mirando, mi mamá me lo dio hace unos meses por mi cumpleaños, nunca me lo he puesto.
— Bien, pero con la condición de que me maquilles.
—Trato hecho, te colocaré más hermosa. —Me dice estrechando su mano.
Nos damos la mano, cuando las separamos, me vestí para que ella me pudiera maquillar. El maquillaje fue sencillo, pero bonito, cuando me miré en el espejo, me sonreí y me sentía linda.
Diego pasó minutos después por nosotras, cuando vio que apenas me estaban maquillando, se sentó y comenzó a verse una serie, él sabía que nos íbamos a demorar.
— Estamos listas. —le dice Ashley con una sonrisa.
— Andando.
Ashley trajo uno de los choferes de sus padres para que nos llevaran. En todo el camino íbamos charlando, hasta el chofer lo hacía, se llama Erick, usualmente es el que nos lleva y nos trae. Es agradable cuando nos vamos con él.
Decidimos ir al centro comercial y más tarde iríamos al parque de diversiones. Cuando nos bajamos del carro fuimos directo al cine, veríamos una película de miedo, es una de nuestras favoritas.
♡
Toda la tarde nos las pasamos juntos, hasta que vivimos que oscureció bastante. Ashley se quedaría a dormir en mi casa, como cosa rara, Diego no se fue hasta que Erick llegara por nosotras, sus padres vinieron por él.
Minutos después llegamos a mi casa, llame a mi mamá para informarle que Ash se quedaría, no se opuso en cualquier momento, al contrario, me dijo que me dejo dinero en mis libros para que me comprara algo de merienda, porque ella tenía turno de 24 horas llegaría en la mañana.
Pedimos una pizza, con gaseosa para cada una, hicimos karaoke, vimos una serie y nos quedamos despiertas hasta tarde.
— Ash. —Le digo mirando la televisión.
— Dime.
— ¿Cómo te ves en un futuro? —Le pregunto.
— No me he puesto a pensar en eso. —Me responde— ¿Tú como te ves? —Me pregunta.
— No lo sé. —Le digo sinceramente.
Ella me mira, pasa un brazo sobre mis hombros y me da un beso en mi cabello.
— Eres muy buena en muchas cosas. —Comienza— En la escritura, por ejemplo, muchas veces ayudas a tu mamá con los casos clínicos cuando la visitas donde trabaja.
— Me gustaría estudiar medicina. —Admito.
— Bueno, hazlo posible.
— Es una carrera muy cara.
— Puedes pedir una beca, tus notas son muy buenas. —Me dice.
— No es tanto por eso. —comienzo— Para poder entrar en una universidad debo de tener un puntaje alto en las pruebas.
— Lo sacarás, yo creo en tus capacidades, piensa en positivo.
— Trato, pero...
— Lu, lo sacarás, todavía falta mucho para eso. —Me dice.
— Faltan unos 3 meses.
— Las ganarás, ya verás. —Me dice segura.
— ¿Por qué estás tan segura?
— Porque eres la mejor.
Nota: Holiiiii, bueno aquí tienen el prólogo de la nueva versión, con esta quiero hacer las cosas bien, organizar mejor mis ideas. Por ahora no sé cuantas veces actualice, porque estoy en un punto de mi carrera donde tengo que estar superconcentrada, así que próximamente tendrán el primer capítulo. Esta versión será muy diferente a la segunda y espero que les guste mucho.
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El poder del amor propio©
Dla nastolatków"El poder del amor propio" una historia de superación personal. Vivimos acostumbrados a leer muchos libros, que sus temas principales son el romance, pero casi nunca donde la protagonista aprende a encontrarse así misma, donde aprenda amarse y no es...