CAPÍTULO XXVI: DESPEDIDA.

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Cuando llegaron al hospital, todo fue un caos. Las camillas y los médicos iban de aquí para allá, por doquier se encontraban personas angustiadas y Lauren no era la excepción. Jamás se había sentido a gusto con los hospitales, fue por eso que en cuanto el olor a alcohol llegó hacía ella sintió una daga atravesar su corazón. 

Sabía que los hospitales eran lugares en donde los médicos ayudaban a otras personas, pero sabía también que también eran lugares en donde recibías noticias desgarradoras y horrorosas. Camino de un lado a otro intentando mantener la calma, pero simplemente no lo lograba. Decir que Lauren pensó positivamente era mentira, llegó a pensar cosas horribles y entre ellas una frase que su madre le había dicho una vez: "Los hospitales son sólo un paso antes de morir".

Lauren respiro profundamente, no podía rendirse ahora, no sí le había pedido a Camila que fuera fuerte, no después de haberle, literalmente, rogado a Camila no dejarla. Continuó llorando a pesar de que no quería hacerlo. Lauren creía en la palabra de Camila, ella siempre creía en las palabras de Camila, pero, justo ahora, deseaba que Camila se equivocara, deseaba que en cualquier momento un médico se acercará a ella y le apretará el hombro mientras le sonría cálidamente y le dijera que su Camila estaba a salvo. No podía aferrarse a la idea, pero ¡diablos! Eso era lo que más quería hacer en estos momentos. Inmediatamente un familiar dolor apareció en su pecho, era el dolor que había sentido el día que había fallecido su padre. Negó con la cabeza, no debía dejar que esos pensamientos invadieran su mente, sí su padre murió ella no tenía por qué pensar que Camila lo haría también.

— ¡Laur! —gritó Tobías. Lauren lo supo por su voz y el apodo que usaba desde que ambos eran pequeños—. ¿Qué pasó?

Lauren busco refugió en Tobías, era su mejor amigo después de todo. Sollozó en su pecho fuertemente mientras respiraba con dificultad. Tobías comenzó a acariciar su espalda en completo silenció, él quería una respuesta, pero no podía obligar a la chica a nada, ella estaba devastada y cualquier persona podría darse cuenta, incluso Daniel.

E-esto es mi culpa —tartamudeo. Tobías parpadeo varias veces—. S-siempre... es mi culpa —moqueó—. Soy... un d-desastre.

No es tú culpa, Laur —hablo dulcemente el chico. Lauren sollozó en respuesta—. No es así, no trates de culparte Laur. Siempre intentas llevar el pesó en tus hombros cuando presencias algo horroroso —Lauren sabía a qué se refería Tobías. Se alejó de espació y observo directamente a los ojos azules de su mejor amigo—. Piensa mejor antes de hablar.

Lauren no respondió, sabía que Tobías estaba enojado. 

Observo desde lejos a Daniel que estaba llorando en una silla, Tobías se acercó al chico e intento reconfortarlo. Lauren suspiró. Siempre tan bueno, pensó.

Los ojos verdes observaron a una chica pequeña quién se acercaba a Daniel, ella estaba llorando por lo que pudo ver Lauren. La chica pareció no encontrar ninguna respuesta de él y se dirigió a ella. Lauren se sintió nerviosa e incómoda. Ella no conocía a la chica, pero la chica parecía pertenecer a la vida de Camila y eso significaba algo, ella quería saber que sucedió. Lauren intento relajarse a pesar de estar derramando lágrimas.

Hola —dijo la dulce voz—. Yo... uh... l-lo siento —tartamudeo. Lauren frunció ligeramente el ceño—. S-soy Ally, soy una... vieja amiga de Camila, bueno, aún somos amigas y... —la chica bajo suspiró—. Lo siento, la noticia me ha impactado, yo... quisiera saber qué fue lo que sucedió.

Lauren intento no hablar sobre los detalles principales, pero le fue imposible. La pequeña chica se acercó a ella y la abrazó intentando consolar a la chica. Lauren la abrazó sin fuerzas y comenzó a contar entre hipidos y un llanto incontrolable la verdadera razón, intento hacer el mejor esfuerzo para contar a la chica lo que había sucedido desde el día anterior hasta el momento en que se encontraban ahora.

Cigars and tattoos ➳ camrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora