Un increíble ardor en mi garganta me hizo despertar y ver el rostro de aquella miseria humana, inmediatamente temblé al darme cuenta de que estaba en otra habitación, una llena de cosas extrañas y cosas que reconocí de inmediato, pues eran algunas cosas que perdí hace años.
Mi corazón dio un brinco y sentí como mis pupilas se dilataron, al sentir como mi respiración se acortaba lo golpee en los brazos y el inmediatamente sonrió, una sonrisa tan siniestra y malvada que me hizo tiritar del miedo puro.
El soltó mi débil cuello y me vio, yo inmediatamente intente recuperar todo el oxigeno perdido, el tomo una navaja y la acerco a mi, yo sentí que el mundo se me caía, pues esperaba que en ese instante acabara con efímera existencia, pero no, el solo tomo un mechón de mi cabello y lo corto con la navaja, mis ojos se nublaron inevitablemente pues la sensación de haber perdido algo que yo consideraba preciado como lo es mi cabello me hizo sentir tan mal.
Asombrosamente no sentía miedo, solo frustración y tristeza, entonces tome todas mis fuerzas y cuando estaba desprevenido lo golpee en el estomago, tan fuerte que lo tumbo en el suelo. Tome esa oportunidad y salí corriendo, mas sin embargo el estaba siguiéndome, el terror poco a poco se apoderaba de mi y empecé a gritar desgarradoramente, el al escucharme se tapo instintivamente los oídos y yo continúe mi camino importándome poco si estaba bien o no, yo en ese instante solo pensaba en huir de aquel ser tan horripilante.
Pero unas manos me tomaron, estrujaron cual trapo mi delgado cuerpo y yo solo pude retorcerme del dolor y el miedo.
De repente sentí como esas manos bajaron de mis costillas hasta mi cintura, luego hasta mis piernas, por alguna razón estaba inmóvil, quizás por el miedo pero yo estaba completamente quieta, lo único que sentía eran esas inmensas manos tocar cada parte de mi de forma descarada, solo veía al frente esperando a que todo esto terminara pronto.
Estábamos en un salón, algo extravagante y ostentoso, pero aun así era inmenso, tenia muchas ventanas, demasiadas. Yo mientras el seguía con su tortura miraba una de aquellas ventanas, unos hermosos pajaritos aparecieron en mi campo visual, de inmediato sentí como las lagrimas hacían todo un camino desde mis ojos cristalinos hasta mi blusa, esta se manchaba cada vez mas. Lloraba silenciosamente, imaginando un escenario en el cual no este nadie, solo yo y mi felicidad, solo yo y el cielo azul, solo yo y el inmenso bosque que parecía ser el lugar en el cual estábamos.
Trate de distraer mi mente pensando en otras cosas.
Pero a pesar de mis intentos yo seguí llorando. De repente escuche como una de esas enormes ventanas se rompía, levante mi vista y lo vi, un ser que parecía un príncipe, con una tropa de caballeros, resplandecía cual estrella y me hizo sentir segura, me aleje de Natán y fui a con el gran príncipe.
Me acerque a el y con sus grandes pectorales me cubrió. Después de eso nos fuimos junto a los demás caballeros, parecía una escena de fantasía, jamás creí sentirme así, tan libre.
Nos fuimos, y conforme nos íbamos empecé a sentirme mal, incomoda y con una sensación de que algo malo iba a pasar, y es que estábamos yendo mas profundo en el bosque, cada vez se veía mas y mas oscuro hasta que mi terror fue tanto que suplique que me dejaran ir.
El "príncipe" me vio, y en un solo segundo se transformo en una bestia, en mi peor miedo, en Natán.
*
Grite alarmada y cuando hice aquello vi que estaba en mi cama, el reloj marcaba las dos AM y todo se veía normal, a excepción de que yo estaba sudando y temblando.
Mi corazón casi sale de mi delgado pecho y gracias a aquello, parecía cualquier pesadilla, pero yo aun seguí con miedo.
Decidí bajar las escaleras por un vaso de agua para refrescarme.
Al llegar a la cocina, vi a una persona buscando entre los cajones, gracias a la oscuridad pensé que era alguien de mi familia.
-Hola, vine por un vasito de agua- dije prendiendo la luz de la cocina.
Sentí unas manos en mi boca, quitándome el oxigeno de inmediato, yo me asuste e intente gritar pero gracias a el objeto inerte en mi boca no pude hacer mucho.
Poco a poco empecé a sentirme mareada y me desmaye. Antes de que eso pasara vi a una persona enorme con una mascara pasamontañas.
*
Al día siguiente me desperté en mi cama y pensé que todo fue un sueño, un horrible sueño.
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Posesivo
Romance"Ahí estaba de nuevo, el lugar al que me prometí no volver, el sitio que me dio tantos malos ratos..." Ella, una dulce y amorosa chica, que sueña algún día poder dejar de tener miedo de el. El, un sujeto que no logra controlarse, que lo único que de...