Capitulo 04

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Recuerdo de vidas pasadas.

Mile había dejado a su chico en la casa de este y el se fue a su mundo ya que tenía algo que hablar con sus amigos para ayudarlo un poco.

Estaba estrictamente prohibido que los vampiros utilizarán sus poderes para encontrarse en los sueños con los humanos pero Mile quería ayudar a Apo a regresarle su confianza.

-Llego Mile.- Dijo su hermano menor quien lo saludo al verlo.

-¿Esta todo listo?.- Pregunto hacia su cuñado.

-Todo está aquí ya solo faltas tu para poder hacerlo.- Mile asintió.

-Entonces comencemos con el hechizo.- Mile se situó en medio del círculo que estaba dibujado en el suelo.

El hechizo consistia en que tres vampiros de un linaje puro hicieran un círculo y en medio de situará el portador de recuerdos que era Mile en este caso, el hechizo solamente era usado para cuando un vampiro perdiera su memoria, consistia en que el portador de recuerdos ayudara por medio de sueños a qué otro vampiro recordara su existencia y quién era, en este caso lo harían en un humano. Nunca se había intentado ya que era prohibido y podían ser castigados pero Mile necesitaba hacerlo porque quería que Apo viera ese talento inato que solo el poseía.

-Bien Mile pase lo que pase no vallas a soltar el reloj porque si lo pierdes no podremos sacarte de la mente de Apo.- Dijo Mew quien estaba al mando del hechizo ya que el en parte era un hechicero.

Mile asintió para poder despejar su mente, si el hechizo quería que funcionara entonces debía tener su mente en blanco.

Los tres vampiros a su alrededor procedieron a decir palabras en latín pronunciando el hechizo.

O magnae naturae potestates, baiulus hoc suum munus impleat et securus redeat, deus illum temporis tueatur in ascensu per tempus, et deus somni faciat.

Oh poderosos poderes de la naturaleza, que este portador cumpla con su misión y regrese con bien, que el dios del tiempo lo proteja en su aventura a través del tiempo y que el dios del sueño haga que llegue con bien hasta la mente del soñador.

Repitieron tres veces las mismas palabras hasta que desde el suelo comenzó a salir un círculo de fuego de potentes llamas rojas que cubrían el cuerpo del vampiro quien se iba quedando dormido de a poco cayendo en brazos de Morfeo.



Mientras tanto con Apo.

El menor se encontraba ya en su cama con su pijama de ositos, si, podría ser un adulto de veintidós años pero eso no quitaba que amaba usar su pijama de ositos, además de que se sentía muy cómodo con ella.

Estaba pensando en la salida que tuvo con ese extraño que al parecer era el chico misterioso detrás de los regalos que dejaba constantemente en su silla o casillero, no lo iba a negar, su mayor era muy guapo y muy gentil con el aunque algo peculiar pero por alguna razón se sentía a salvó con el.

Al cabo de quince minutos el suelo comenzó a hacerse presente y con eso Apo fue cayendo en el mundo de los sueños.

Despertó en un prado de verdes pastos con un traje completamente blanco, miro a su alrededor y no había nada más que pasto verde cuando de pronto escucho un ruido de pisadas, venían hacia el y cuando se dió la vuelta pegó un brinco, ante el se encontraba un corcel de color negro y sobre el se encontraba un hombre al cual no podía verle la cara debido a que el extraño traía puesta una máscara. El hombre bajo de su caballo que era un pura sangre, una especie rara de ver pero a la vez majestuosa.

El extraño de cabello negro le extendió la mano la cual Apo con algo de desconfianza la tomo e hizo que se levantará.

-¿Quien eres tu?.- Pregunto al desconocido que no había dicho ni una sola palabra.

Ambos quedaron en un incómodo silencio, para ser un sueño se estaba tornando algo raro.

-Llamame Kinn.- Dijo por fin el enmascarado el cual tenía unos ojos que se le hacían muy conocidos al pequeño Apo.

-¿Nos hemos visto antes?.- Pregunto acercándose al mayor el cual dió un paso hacia atrás.- Lo siento, no quería asustarte.- Dijo muy avergonzado.

-No me asustas, es solo que no puedes ver mi rostros, almenos no ahora, confía en mí, pequeño.- Dijo de manera suplicante el hombre alto.

-Esta bien, si así te sientes más cómodo no preguntaré más.- Le dió una pequeña sonrisa para calmarlo y luego recordó que no sabía dónde estaba.- Oye ¿Que lugar es este? Se que debería saberlo ya que es mi sueño pero la verdad no tengo idea de que es este lugar.- Dijo viendo a su alrededor.

-Pues, bienvenido a París.- Dijo sonriendo y chasqueando sus dedos y ambos aparecieron en un gran salón donde cabía toda una gran multitud.

Apo vio todo muy asombrado.

-¿Que es este lugar? Quien vive aquí debe tener dinero por montones.- Dijo viendo todo a su alrededor y Kinn soltó una pequeña risa.

-Este, es el castillo de Versalles.- Dijo simplemente mientras Apo abrió los ojos como plato.

-¿Pero como es que estamos aquí?.- Pregunto incrédulo.

-Pues verás, el rey me invitó a ver una obra y pues me pareció buena idea traerte aquí.- Dijo encongiendose de hombros.

Apo no podía creerlo, estaba en el castillo de Versalles, el lugar al que siempre había deseado ir desde que era un niño y aunque era un sueño todo parecía muy real.

Sonrió al ver que el mayor le daba una máscara parecida a la suya.

-Es una fiesta de máscaras, y este color combina muy bien con tu traje.- Era un antifaz que cubría la mitad de su cara y solo dejaba ver sus carnosos labios, era blanco y tenía detalles color dorado bordados a su alrededor.

Apo lo coloco delicadamente sobre su rostro.

Kinn extendió su mano hacia el menor el cual la tomo gustoso y ambos caminaron por el extenso pasillo que los llevaría hacia el salón principal donde se estaba dando la fiesta.

Era un sueño, pero la pasaría bien, de eso estaba muy seguro.



Era un sueño, pero la pasaría bien, de eso estaba muy seguro

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Este es el castillo de Versalles.

Y llegamos a los recuerdos de vidas pasadas de Apo, este solo es el comienzo, pronto actualizaré y seguiremos con la segunda parte de este capítulo. Los amo, gracias por su apoyo.





Te amaré aún a través del tiempo (MileApo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora