Minho no quería llegar a su casa. Si tuviera la posibilidad de comprar un boleto de tren e irse a otra ciudad lo haría sin dudar. Por suerte, Hyunjin fue su razón para regresar. El chico prácticamente lo obligó a volver.
En todo el trayecto camino a su hogar no hablaron, pero no fue incómodo, ya que la paz que Minho sentía con Hyunjin no se esfumó ni cuando salieron de la cabaña. Incluso ahora que podría estar nervioso por el inminente regaño de su madre, la calidez de Hyunjin le proporcionaba serenidad. Se contenía de mirarlo solo porque sabía que el mundo desaparecería a su alrededor si lo hacía.
Sin embargo, Minho estaba abochornado desde que iniciaron el trayecto. Hyunjin era unos centímetros más alto que él y no le importaba el aspecto desarreglado que tenía frente a las calles. Su cabello era rebelde al posicionarse encima de sus ojos, su ropa aún era el mismo conjunto blanco y sus pies iban descalzos.
Esos detalles tan sencillos, pero tan interesantes hacían a Minho avergonzarse, por primera vez tuvo la necesidad de mantenerse callado para no arruinar su felicidad. Sus relaciones con las personas solían ser frágiles y siempre se destruían por su culpa. No quería que el ángel de nombre Hyunjin renunciara a ser su guardián por un error absurdo que Minho siempre se mandaba.
—¿Estás bien? —preguntó Hyunjin preocupado del silencio del chico.
—No quiero llegar a casa —admitió cabizbajo.
—Tu familia se puede preocupar —no recibió una reacción positiva al respecto, en parte Hyunjin podía comprenderla con lo poco que Minho le dijo sobre su madre—. No es como que sea la última vez que nos veamos.
—¿En serio? —levantó un poco su cabeza, pero aún no se atrevía a ver a Hyunjin.
—Me agradas —dijo sin más. Minho mostró impresión—. Digo, a pesar de que llegaste con tu conducta acosadora a provocarme un susto muy grande, logré congeniar contigo. No podría cortar contacto aunque me obligaran.
Se armó otra vez el silencio cuestionable. Minho solía caer demasiado rápido con palabras que le sonaban bonitas y desde que habló con Hyunjin el joven no dejaba de usar ese recurso para intentar ablandar los huesos de su cuerpo y derretirse en el suelo. ¿Cuál era la razón para que Hyunjin tomara aprecio por Minho tan rápido? ¿Cuál era la razón por la que Minho experimentara lo mismo?
—¿Eso es posible? —la pregunta de Minho sonó banal. Ni siquiera era su intención decirla en voz alta.
—¿No estás acostumbrado al aprecio de la gente? —entraron a una calle que muy posiblemente era donde se encontraba la casa de Minho.
—No lo hacen mucho.
Porque Minho hacía un esfuerzo abismal para no equivocarse con sus palabras, cosa que Hyunjin notó debido a que, a diferencia de cómo hablaron en la cabaña del bosque, ahora la actitud de Minho era tímida y poco elocuente.
—Tampoco lo hacen mucho conmigo, quizá por eso lo intento contigo —dijo Hyunjin con un tono cómico que volvió a causar impresión en el más bajo—. Soy bastante solitario en ese aspecto y así estoy bien, apenas tengo un amigo que me aguanta y me es suficiente.
Aquello Minho no lo pudo compartir, pues él tenía una necesidad abrumadora de afiliarse a los demás de la forma que fuera. Aún recordaba en el colegio cuando se iba a llorar al baño porque ninguno de sus compañeros quería juntarse con él. Su madre solía apoyarlo, pero tras terminar la escolaridad, la mujer no comprendía cómo Minho seguía con los mismos problemas de socialización.
Llegaron frente a la puerta de una casa construida igual que las del alrededor. Minho tragó saliva pensando que su madre estaría enojada con él. Llegó su momento del día en el que se culpaba a sí mismo por no pensar sus acciones, por provocarles tantos problemas a la única persona que seguía preocupada por él aun si esa preocupación se debía solamente a la unión fraternal que, por ley, era perjudicial romper.
ESTÁS LEYENDO
🪽 : Fly in my dance 𖧹 Hyunho⭑⤶
Fanfic La personalidad de Lee Minho era tan impulsiva e inquieta que no había forma de calmarlo. Entre sus tantas escapadas para evitar el encierro de su madre, se topa con un bailarín frustrado que danzaba como si volara en el cielo. ...