Lo maravilloso de conocer a la persona correcta, es poder sentirte totalmente libre de ser tu mismo, sin temor a ser jusgado, sintiéndote cada vez mejor a su lado
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Fudo miraba la escena con gran molestia.
Había aclarado desde un inicio, que no los quería cerca de ella, por qué iba a tomar sus cabezas, y plantarlas de adorno en la entrada de la casa de sus padres.
¿Pero alguno lo escucho?
Por supuesto que no
¿Habían dictado su sentencia?
Claramente si.
¿Lograrían escapar con éxito?
Eso no se sabia.
Lo más probable es que no.
-¡Fudo! -Llamo una voz dulce- ¡Tienes que venir! ¡El agua está deliciosa! -Dijo, mientras remojaba sus pies a la orilla del mar
El chico sonrió tiernamente ante la vista,
Fuyuka Kudou, era hermosa.
Su novia tenía un lindo vestido blanco, de varias capas de una tela extremamente fina, en la parte superior un pequeño escote en v,de mangas largas con pocas capas de tela, que eran igual de finas que el resto del vestido, esto lo acompañaba con un lindo sombre de paja, con un liston morado, uno que hacía juego con su hermoso y largo cabello, parecía una princesa, un hermosa princesa.
Habían decidido ir a la playa, en un principio cuando se lo propuso, él acepto de inmediato, pues ella no salia pedirle muchas cosas, y cada que lo hacía, trataba de cumplirle todo, aunque no eran cosas muy difíciles a decir verdad.
La idea original era venir completamente solos, y pasar una tarde agradable.
Pero como algunos de sus amigos, son grandes especialistas en arruinar sus momentos libres, se apegaron a la idea de ir, Fuyuka aceptó gustosa, por qué a Fudo no le quedó de otra, más que acceder.
-¡Vamos Fudo! -Grito un chico, acercandose a gran velocidad a la joven- No nos hagas esperar~
Fudo lo fulminó con la mirada, mientras se acercaba a paso lento pero decido, ese chico jamás lo iba a dejar en paz, Bergamo, un amigó de su líder, el cual lo metió sin consentimiento alguno, lo detestaba, sobre todo por su actitud pesada y arrogante.
-Fudo tranquilo.. -Kira le gritó desde su posición- ¡Recuerda que el lugar es abierto! No causes alborotos..
El chico lo escucho, más lo ignoró, no soportaba tenerlo encima, mucho menos si se trataba de su Chica, le iba a arrancar la mano si se llegaba a sobre pasar.
-Es mejor decirle que lo mate a qué se tranquilice.. -Dijo Tobitaka, quienes estaba acostada en la sombra de un palmera-
-No ayudas.. -Murmuro Haizaki, irritado ante la situación.
