_08💜: Tranquilidad_

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No pudo sentir más que calma en ese momento

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No pudo sentir más que calma en ese momento.

Ver a Otonashi tomar el brazalete de Zaizen y luego ser secuestrada por esos tipejos, la desesperación de Kidou al ver cómo se la llevaban y los planes que tenían para ella, todo eso le hizo revolver el estómago.

Kudo iba a ser a quien Zaizen le daría el brazalete, llámenlo egoísta y todo lo que deseen, pero le daba gracias a los cielos y los auténticos dioses, que fuera Otonashi a quién se la cedieron, por que si, así lo descubrirían, tanto a ella como a él.

Siendo sincero hubiera perdido un poco la cabeza, para empezar el hubiera comenzado a culparse por no haberla cuidado con más responsabilidad al ver que tomaba un objeto raro, ni tan siquiera es raro,  sospechoso, sintiendo su corazón detenerse en cuanto vio la situación en la que se encontraban sus compañeras, te aseguro de que en todo momento estuviera protegida y de que esos tipejos no se fijaran en ella, porque ahí echaría abajo todo por cuanto estuvo luchando y tratando de ocultar en esos últimos meses.

Horas más tarde de ese día.

Fudo se encontraba sentando carca de los bosques, tratando de calmar sus nervios, Fuyuka lo había situado en ese lugar, y no supo para que, solo le llamo le dejo la nota y ya.

Pero ya estaba tarde.

—¿Que haces aquí? —Someoka se asomó, a su puesto.

Fudo lo miró de reojo, tratando de entender por qué se le acercó.

— No es de tu incumbencia... —Resopló mirándolo con fastidio.

— ¿Porque eres tan tosco? Somos compañeros, deberíamos llevarnos bien, ¿No lo crees?

— No me interesa llevarme bien contigo... —Soltó, notando como la manager se acercaba, sonriendo suavemente

Someoka notó como su mirada se iluminaba, girándose a ver el por qué de ello, notando a la joven chica caminar con calma hacia donde se encontraban

—Iba a reclamarte tu actitud..  —Fudo lo miró con molestia— Pero no eres tan malo, ¿Sabes? —Sonrió, notando la mirada del castaño cambiar completamente.

Sonriente, se alejó, pasando al lado de la manager para saludarla a lo que está con una sonrisa lo saludo.

Fudo noto aquello, ¿Que sabía él del tema? No quería oír ese tipo de cosas, menos de ese tipo, no le caía mal, pero tampoco le caía bien, era un limbo del que jamás lo tenía que sacar, así estaría bien, solo soportaba a Kido, y a Sakuma, y quizás a Goenji, el resto podría meterlo en un saco, obviamente Fuyuka no estaba por ahí, ella era su amiga.

— Buenas noches, Fudo, ¿Esperaste mucho?

— No, realmente no, ese idiota ayudo con el aburrimiento.. —Comentó, viendo cómo Kido salía a hablar con Someoka, alejándose de la zona.

— No le digas así... —Ella rió cansada del tema, el chico no tenía respeto por sus compañeros— Vamos..

Él sonrió ante su risa, siguiéndola de carca, ese bosque y esa zona era completamente seguro, pero nunca estaba demás ser cuidadoso.

Caminaron durante un pequeño rato entre una plática bastante normal sobre la cena y la  conversación que en esta se dio, pues Urabe y Tsunami habían comenzando una diputado por el sabor de helado, ambos morenos siendo demasiado trstaturos, comenzaron una disputa a la que poco a poco iban integrando a los del equipo creando dos grupos, el equipo vainilla y el equipo fresa, Midorikawa fue el único que se quedó en medio generando el limbo.

—¿Tú cuál prefieres? —Preguntó Fuyuka alegremente mientras con ayuda de la mano de Fudo, caminaba sobre un tronco caído.

—Me da un poco igual, sinceramente... —Puaso, mirándola bajar sin soltar su mano— Me gusta el que te guste a ti...

—No me lo quieres decir por qué tus gustos son raros, ¿No? —Ella se acercó, acusadora, haciendo que el sonriera.

—Supongo...

— Lo se, eres raro... —Miro el agarre de sus manos— y no sabes cuánto me gusta..

El sonrió, tomo su rostro y plantó un pequeño beso en sus labios, haciéndola sonreir, antes de poder alejarse él la abrazo, apoyando tu mejilla sobre la cabeza de ella, suspirando tranquilo.

— Fudo, tienes una cara rara desde hace un rato... —Susurro ella con dulzura, acariciando la espalda del muchacho— ¿Deseas contarme?

El se quedó pensamiento unos momentos, tan solo buscando las palabras correctas de decirle lo que pensaba sin que sonará tan cruel.

—Solo, estoy feliz de que esté bien. —Dijo, haciendo que ella se alejara un poco de él.

—¿Qué? —Ella dudó— Yo no estuve en peligro...

—Lo se, y eso lo agradezco, mucho de hecho.

Ella lo miró un poco triste, Fudo supo el por qué.

— Si, sé que es cruel.. —Comenzó a hablar antes de que ella lo hiciera— Se que Otonashi, Kido y Urabe fueron los que más se asustaron en toda esta situación, pero me tranquilizó ver qué estabas bien, que no estabas en peligro y que al ir por ellas tendría la mente fría para ayudar en su rescate, ¿Aún sigue sonando mal?

—Un poco si.. —Dijo con risas para tirarse a abrazarlo— Eres maravilloso Fudo Akio, realmente eres alguien maravilloso...

El negó, sintiéndose querido por ella.

—No lo soy..

—Para mi lo eres.. —Ella susurro— y sé que todos piensan igual...

—No lo creo...

—Pues lo harás.. —Ella beso su mejilla— Se que todo el equipo te respeta y admiran mucho, yo ya lo hago...

Fudo le sonrió, volviéndose a dar un beso, para seguir caminando tomados de la mano.

Ella era lo mejor que tenía en esos momentos, y le daría toda la paz  y seguridad que pudiera solo para verla sonreír tan tranquila y alegre.

Ese era su único deseo.

Ese era su único deseo

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⏰ Última actualización: Oct 21, 2023 ⏰

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