Un enorme árbol demoníaco creció en medio de la ciudad, y ni siquiera los héroes más fuertes pudieron contener a las hordas de demonios que cayeron sobre los civiles y la ciudad
Entonces cayó frente a la clase A... algo salió disparado de la punta d...
Cuando Momo dijo que su próximo destino era un lugar inhóspito y desértico... no mentía
Deku avanzaba por aquella tierra muerta y sin vida con un poco de miedo, hasta ahora a todos los lugares a los que habían llegado no había dudado en meterse de lleno sin importarle que pudiera encontrarse, pero avanzaba por el desierto con los hombros encorvados y la mirada al frente, siempre alerta y atento a sus alrededores
Tenía miedo... pero no sabía porque
Deku-- no me gusta este lugar... se siente como si aquí jamás hubiera existido vida alguna
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Incluso el sol en ese lugar parecía estar muerto y seco, una tormenta de arena lo cubria todo haciendo que fuera imposible ver hasta donde llegaban los acantilados a su alrededor
Pero eso no era lo peor, Deku podía sentir en el aire un poder aplastante que le ponía los pelos de punta, esa debía ser la presencia del Nigromante...
Deku-- de prisa Momo, no quiero estar aquí mas de lo necesario, esta tierra se siente... vacía
Momo no le respondió, a diferencia de las veces anteriores esta vez no caminaba al lado de su amigo sino que lo seguía unos pasos por detrás... se veía pálida y tenía la vista clavada en el suelo...
Deku subió por unas escaleras viejas de piedra y llegó hasta una arena circular bastante grande en la que el camino terminaba, tenía una serie e simbolos y líneas inscritas en el suelo pero Deku no les dio importancia pues delante de ellos se extendia un muro de piedra gigantesco, no se le veía fin ni hacia arriba ni hacia abajo
