Capitulo . 1

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-Querido Diciembre...-

-Es santa, cariño- respondió con voz cariñosa aquella mujer mientras acariciaba la cabeza de su hijo suavemente y este escribía una carta de navidad.

-Bueno, entonces Querido Santa está navidad quiero que mamá se mejore- a cómo pudo y con una letra algo rara escribía exhaustivamente con un crayón rojo en un hoja de papel.

-Yo también pediré lo mismo- dijo el otro niño al borde de la cama con un crayón verde.

El frío que hacía afuera no podía verse de otra manera que no fuera como un mal presagio pero para Arial, no era más que tranquilizador ver cómo caían los copos de nieve desde esa ventana de hospital.

Ya sabia que no iba a ser una navidad tan preciada para sus hijos.

~°~

¿Cómo carajo su vida había terminado así?


Hace apenas una semana estaba en sus propias cosas, sin importarle nadie mas que no fuera el; que aunque peligroso le era divertido andar con sus amigos haciendo cualquier cosa...

Hasta ese maldito accidente, termino esposado en la comisaria, ¡no era su culpa haberse peleado! y gracias al viejo pudo salir bajo labor social, que también fue escogido por el.

Ese alguien metido en problemas era Sans Gaster, un monstruo esqueleto, un joven el cual su vida ahora se dedicaba a formar pleitos donde fuera, un joven problemático que se le había salido de las manos a su ausente padre, quien por una pelea en un bar termino por ser enviado a un hospital local para zafar parte de su deuda, ya que claro, Wingdings tenía que darle mas responsabilidad a su hijo por sus acciones.

Iba a ser ayudas pequeñas, como limpieza, votar cosas, ayudar al personal como pudiera, ya que como alguien influyente con el apellido Gaster, que mejor forma de reformarse que en uno de los hospitales de la familia.

Sans, el solo vivía a donde sus malas decisiones lo llevaran al menos fue así desde el día en que no volvió a escuchar a su madre, y que su pequeña familia se rompió por completo.

Estaba a las afueras del hospital fumando uno de sus cigarrillos tranquilamente, era una mañana algo fría para ser primavera.

Después de todo estaba en el distrito de Snowdin, no importa que maldito tiempo hacia, siempre haría frío.

Terminándolo, lo tiró para pisar lo y por fin ingresar al hospital, para su propia sorpresa había llegado más temprano que como de costumbre haría.

Entro con paso severo hasta la recepción donde una mujer lo miro con algo de miedo.

-Bu-buenos días, ¿En qué puedo ayudarlo?- titubeó un poco al verlo más de cerca, seguramente eran sus grandes ojeras pensó Sans.

-Soy Sans, Sans Gaster, vengo por qué comenzare a pagar horas de servicio en el hospital- sonrió calmado con todos sus dientes afilados mientras se reía internamente por la cara de la joven.

-Oh claro- salió de su trance y tomo una carpeta en el gran escritorio y el teléfono marcando un número- Por favor espera un momento ya viene alguien para instruirte-

Se sentó en la sala de espera y al rato llego un joven, otro humano alto, de piel algo oscura y cabello lacio, más bien de rasgos indios.

-¿Que tal? Soy Joshua, un placer- se paró frente a Sans extendiendo su mano, este se paró para saludarlo de igual forma aunque algo desinteresado.

QUERIDO DICIEMBRE (Frans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora