"Nuestra base secreta"
La primera semana de Sans no fue tan complicada como se lo había imaginado, los pacientes llegaban, se iban, mediante pasaban los días sabía que terminaría acostumbrándose a tratar con los pacientes tarde que temprano, menos mal era temporal.
Joshua por el momento era su mentor y cuidador, hasta había llegado a conversar con algunos monstruos que trabajaban ahí, pues mas allá del joven alto amable y la pequeña Cassie y su madre, no parecía que el resto de humanos en el hospital le hicieran buena cara... cosa a la que si ya estaba acostumbrada.
Era muy temprano aquel lunes, y con mala gana el apago su despertador, se arreglo y salió hacia en hospital que se encontraba en algunas cuadras.
Al entrar tomo el mismo rumbo de siempre, donde el enfermero de cabecera Joshua lo esperaba para poder seguir con sus instrucciones.
-Contador ... suena bien, yo en su tiempo quise convertirme en un pediatra pero pues nació mi hijo y tuve que solo hacer enfermería- Comentaba el hombre mientras le extendía una carpeta al esqueleto con los pacientes y doctores que le tocarían ese día en ayudar.
-Aun así eres un gran enfermero- dijo por lo bajo Sans ya que no era alguien muy sociable o cariñoso pero este joven se lo había ganado.
-Gracias, estoy seguro que tu también serás una gran persona al terminar esto- dijo con una resplandeciente sonrisa, la que siempre tenía- espero y el horario que te hice te sirva-
-Gracias por eso de verdad soy algo olvidadizo con eso de los lugares y cosas que tengo que hacer... ¿hoy no voy a ver a la rubia?- dijo mirando en las hojas y llamando a la niña por el apodo que le había dado.
-¿Uhmm? ¿te refieres a Cassidie? ella volvió a casa este fin de semana que estuviste libre- dijo feliz- ya estaba mejor, me pidió que me despidiera de ti y ahora que lo recuerdo te dejo algo, ¿te parece si en el almuerzo te lo doy?-
-Oh... Claro, gracias- respondió algo pensativo dejando las hojas de lado.
-Adiós- dijo el joven tomando otro rumbo distinto, Sans ni siquiera había notado que se separaron y apenas pudo girarse para cuando este ya se había ido por algún pasillo.
Su mente trajo de nuevo a la niña con la que había convivido la ultima semana, no había sido tan molesta y fastidiosa como otros niños con los que trato en ese tiempo, se sentía tonto, tonto por sentirse mal de que se haya ido, cuando claramente era lo mejor para ella, triste, de no haberse podido despedir de ella, pero para alguien que esta en un hospital lo mejor era que volvieran sanos a casa.
mientras ayudaba a un doctor quien tomaba el pulso de una mujer que aseguraba tener "taticardia" se perdió en sus pensamientos en esas simples horas de la mañana, accidentes pequeños como una cortada o peor se la paso el tiempo ayudando de aquí para allá.
Realmente no había nada mas por hacer ...
-Entonces le dije, señor, Dios no lo bendijo con que su suegra se enfermara y el tonto de Thompson se rio, por lo que mas seguro recibirá una sanción por eso- decía Joshua a su lado en la fila de la cafetería del sitio, la mas grande en el primer piso.
Sans intento no reír en su sitio, en serio ese tipo era afortunado.
-El menú de hoy apesta- dijo sirviéndose un arroz con algo que Sans no sabía que era, pero si, la cafetería no tenía tantas cosas buenas.
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QUERIDO DICIEMBRE (Frans)
Fiksi PenggemarLa vida es bella... ¿no crees? Sans Gaster desde niño siempre fue alguien muy alegre a pesar de las dificultades, pero su joven vida cambió desde que habían ingresado a su querida madre. luego de que esta callera en estado caído, su pequeña familia...