capítulo cuatro

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MAYTE.

Tomé todas las hueás que pude entre mis brazos, las saqué de mi pieza y las dejé en el comedor.

Me devolví hacia mi pieza, tomé mi celular y marqué el número de mi mejor amiga.

Sonaba y sonaba, pero no contestaba.

Por la mierda, la hueona tiene de adorno su celular, ¿pa' que tiene celular si nunca lo contestaba?

Recogí mi mochila para ir a despedirme de mi mamita. Caminé hasta su pieza con el celular aún presionado en mi oreja, para variar me mandó a buzón y tuve que marcar otra vez.

Al no recibir ninguna señal de mi querida amiga suspiré frustada mientras me despedía de mi mamita.

-Chao mamá-le dije.

-Chao cabra pesá- Acuérdate que tienes que estar antes de las 3:00, sabes que me da miedo que andes en la calle sola- me dice media preocupada.

-Si lo sé mamá, antes de las 3:00 en la casa. Te quiero muchoo- le digo terrible mamona.

Iba caminando hasta el paradero cuando de repente me llegó una notificación.

mar.tinaa te ha enviado solicitud de amistad

-¿Quién será?- Creo yo que no conozco a ninguna Martina- Me digo así misma.

-Filo, voy a sapear su perfil- Pucha oh, tiene la cuenta privada-.

¿Yo tener mala cuea? Siempre.

Luego de tomar la micro que me llevará hasta la casa de mi mejor amiga. Llegué, aunque llegué más cansada que perro con dos colas.

Pensándolo bien, no tiene sentido.

-Hola amiga del alma, ¿cómo te encuentras hueona?

-Constanza, te estuve llamando cualquier rato, mal ahí. Pensé hasta lo peor culiá- le digo enojada de broma.

-Perdóname, es que me estaba arreglando. Tu cachai cuanto me demoro en arreglarme- me dice despreocupada.

-Si oh, era broma. Pa' la otra me contestai.

-Ya oh, ahora anda arreglarte- Me dijiste que la fiesta empezaba a las 21:00 pm y son las 20:00 pm- Apúrate que también viene el Roberto, ya está en camino- me dice.

Luego de unos millones de minutos después..

A penas llegamos al carrete caché que está noche prometía caleta, la wea estaba súper prediá, cuando digo eso, es porque de verdad lo pienso. Creo que con la Constanza pensamos exactamente lo mismo, porque estaba más emociona' que yo.

El Roberto para que hablar, andaba en las mismas que la Constanza. En fin, amigos de la misma onda.

-Hueona, prometo que hoy día me voy a comer al anfitrión del cumpleaños, es que el mino está más rico que pan con palta-Además, deberías aprovechar que tiene un amigo que igual tiene su encanto. Piénsalo, así te sirve de experiencia.

-Mira que lo hago dos veces- No coco, no me comeré al amigo de tu pelación, estoy en otra.

-Piénsalo querida amiga-Bueno, aquí nos separamos mi amor, cualquier cosa me llamai-me dice despidiéndose.

-¡Teni que puro comerte al mino Coco, te amo más que la chucha y cuídate!

-¡Te amo mucho más!- me dice gritándome por última vez, mientras se perdía por toda la multitud de gente que había en la casa.

Pensándolo bien, no sabía para que había venido al carrete, el carrete estaba weno y todo, pero no tenía muchas ganas de pelarme ni nada por el estilo, es más, le soy fiel al amor de mi vida; Ross Lynch.

Eri mía mocosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora