7. Este caso ha sido cerrado.

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(¡AVISO!: por una extraña razón, los capítulos no se ordenan como quiero estén. Por favor, lea este capítulo después de ver los (1,2,3,4,5,6 y 7) para que la historia tenga sentido. Gracias)

Caminaba mientras las miradas fulminantes estaban en mí. Sentía esas vibras pesadas a mi alrededor, y claro, todo era por las personas encerradas aquí.

Él me dijo que aquí no podía hacer ningún amigo, que ni siquiera lo pensara, porque sino estaría muerto, que no podía confiar en nadie, y ahora ya veo el porqué.

Las muñecas me duelen, creo me dieron esposas más pequeñas.

Cuando iba pasando vi a aquel grandulón de ojos marrones y piel morena, incluso habían chicas aquí. Él me miraba con una sonrisa burlona, yo le escupí sin importarme qué pasará después, él me miró con una mirada de querer asesinarme.

Ya veo incluso porqué está aquí.

Él sí es un loco, todos los que están aquí, lo son, pero yo no lo soy, y eso lo puedo comprobar.

Por un reloj miré la hora, las manecillas marcaban las tres y cincuenta de la tarde. Él me dijo que a esa hora, todos estaban fuera de su habitación recorriendo los pasillos con vigilancia de los guardias.

Y aunque haya la máxima vigilancia, yo me iré de aquí cuesta lo que cueste.

Poco a poco nos íbamos acercando a esa puerta. Él me dijo que cualquiera que salía de ahí, no le pasaba absolutamente nada, muchos decían que se la pasaban muy bien ahí adentro, otros decían que era una hora de puro fastidio y preguntas ilógicas.

Al escuchar eso me dió curiosidad de entrar, pensé que tenía que armar planes y cosas por el estilo, pero al parecer el equipo te trae para acá, lo digo por los dos guardias detrás de mí.

Susurraban cosas que para mí no tenían sentido:

"Como quisiera estar en su lugar"

"Ese tipo tiene suerte"

"La hora ahora lo beneficia a él"

"Incluso yo que soy mujer, he disfrutado estar adentro de ese cuarto"

"¿Qué hace un niño dentro de esta cárcel?"

-- No soy un niño, tengo diecinueve imbécil -- le dije al tipo gracias a aquel comentario.

Todos susurraban cosas de ese tipo, algo que me confundió pero también me molestó.

Recordé las palabras de él.

"Eres el más joven de aquí, eres carne fresca para todos dentro de esta mierda. Y ella, ella te tratará de ayudar, te dirá la verdad, es muy probable que no le creas, nadie lo hace"

Ella...

Ella es todo lo puedo escuchar entre los pasillos.

Y justo llegamos a la puerta, los guardias se pararon delante de mí y me miraron seriamente.

-- Ella es la psicóloga Miller, más te vale comportarte, Gallagher -- abrió la puerta, yo lo fulminé con la mirada y me adentré a la gran oficina con un escritorio en el medio, habían sillas y muchos libros en estanterías.

Una mujer rubia me volteó a ver con una sonrisa después de dejar su vista en aquel libro. Los guardias me llevaron hasta la silla frente a su escritorio, me quitaron las esposas y se fueron a una esquina de la habitación.

Fácilmente podía escapar, tengo a un mujer frente a mí, la puedo distraer con un golpe, escapar de los vigilante e irme, pero como él me lo había dicho.

𝐈𝐭 𝐡𝐚𝐬 𝐛𝐞𝐞𝐧 𝐜𝐥𝐨𝐬𝐞𝐝. [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora