Epílogo

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—Cassandra y Myra vengan aquí, ¡Obedezcan a su padre!

Las cachorras de dos año y medio corrían por toda la cueva desnuda huyendo de su padre que intenta bañarlas.

—Hijas, su madre se enfadara mucho conmigo mis princesas por favor.

Pone cara de cachorro que era la debilidad de sus hijas.

—Mamá no me dejar estar en el nido con ustedes y estaré muy solito sin poder abrazar...

De pronto las cachorras se aferran a las piernas de su padre soltando gemidos lastimeros ante la idea de que su padre no esté con ellos en el nido dándoles su calor y muchos mimos.

—Papá quielo mucho

—Eu también papá

Ambas cachorras a su padre y este sonríe suave.

—Yo mucho más mis princesas

Ya con las cachorras cerca las carga con cuidado para ir a la bañera que es el caparazón de un tortuga grande, prepara el agua caliente y mete cachorras sentadas en su lugar.

—Demian

—Darius

Las cachorras señalan a los gemelos, los cueles están dormidos bajo la manta. Eran muy perezosos y se la pasan durmiendo casi siempre en cambio las cachorras suelen jugar mucho en la cueva.

—Demian y Darius son después, ahora es su turno primero mis niñas.

Mobaja el cabello de las niñas con cuidado.

—¿Mami?

—Ya viene cariño, fue a buscar comida y hacer sus cosas.

—¿Pis?

Ahora era Myra quien pregunta a lo que Diabal reí un poco por las pregunta de su segunda cachorra.

—Si bebé... Tu mami fue hacer pis

Termina de bañar a sus cachorras, la sacaba para secar sus cuerpos pequeños y ponerles al fin un vestido de piel que había elaborado su hembra.

—Estan hermosas mis niñas

Las cachorras ríen feliz y saltan tomándose de las manos.

—Ahora voy a bañar a sus hermanos mientras las lindas princesas esperarán muy sentadas en el nido a qué llega mamá.

—Thi papá

Le respondo Myra la mayor de la dos cachorras tomando la mano de hermana van a l nido para esperar a su mamá, Diabal mira como las niñas hacen caso y se sientan a esperar muy tranquilas.

—Bien

Diabal se acerca a sus gemelos y los destapa para poder despertarlos de su pequeña siesta.

—Vamos cachorros, es hora de su baño.

—No pa no...

Responde Daruis apegado a su hermano y se acurruca más.

—Si bebés o está vez mami si les quitará el pecho.

Ambos cachorros se asustan y se sientan de golpe en el nido empezando a soltar pequeños gimoteos llorando.

—No mami no...

Dicen ambos cachorros al mismo tiempo empezando a llorar y Diabal los mira con amor.

—Entonces vamos bañarlos

Los cachorros salen del nido y van con su padre quien repite el mismo proceso que hizo con más cachorras hace unos minutos.

Minutos más tarde 4 cachorros están sentaditos en espera de que madre a qué llegué y les de pecho, a pesar de su edad y que ya caminen Alejandra no les ha querido quitar el pecho. Era un vínculo muy especial que compartía con ellos y se negaba a ver qué los cachorros ya estaban grandes.

Diabal estaba ansioso para que los cachorros dejarán de mamar, desea volver aparearse con su hembra y tener más cachorros en el nido que deseaban con tanto cariño. Había echo miles de planes para mejorar la comodidad de su familia como por ejemplo; agrandar más el nido haciendo una sección para sus cachorros más grandes y una para ellos para tener a las siguientes crías.

Con esa idea en su mente acomoda un poco la cueva para unirse con sus cachorros en la espera de su hembra, cuando Diabal se sienta los cachorros se tiran encima de su padre para estar acurrucados con el.

Los minutos pasan y ellos se quedan dormidos. Alejandra llega apurada al no poder encontrar los frutos que quería para sus cachorros.

Cuando entra y ve a sus amores completamente dormidos una sonrisa se dibuja en sus labios al ver tan bella imagen; se acerca y el olor de cachorros limpios le hace sonreír aún más después de todo su pareja si pudo con ma tarea que ella le había dejado cuando salió. Feliz por el logro de su pareja se inclina dejando un corto beso en los labios del macho mientras perturba su sueño.

Diabal abre los ojos y se encuentra con los hermosos ojos de su hembra.

—Lo siento, no pude encontrar las frutas para los cachorros ¿Cómo te fue con los bebés?

Diabal se reincorpora y acomoda a sus cachorros bien para cubrirlos con las mantas.

—Na que una cara de cachorro y una amenaza no puedan.

—Oh mi bebés...

—Ya sabes cómo son

—Entonces mereces un premio

Alejandra sube al regazo de su pareja abrazándolo por su cuello.

—¿Cuál sería mi amor?

—Tus cachorros

Unen sus labios en un beso apasionado, prometiendo una vida de amor y felicidad que en un principio les fue negada.

Ahora si tienen un Amor Puro que no se podría negar jamás... Esos son sus hijos.

Fin.

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Muy bien ahora sí termino ests bella historia corta. Espero que les guste este final.

Sin mucho que decirles!!! Que lo disfruten mucho!!!

Nos vemos en mis otras novelas. Me pondré a seguir con Proyecto Fertilidad.

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