IV

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Se despierta con el canto de las aves y los primeros rayos de sol que entra por la entrada de la cueva... Con algo de pereza se coloca en sus cuatros patas blancas mientras sacude un poco su pelaje blanco.

Luego de despertar por completo coloca su vista en el nido en donde esta el macho dormido mientras se aferra a los dos huevos. Sonríe al ver que se esta acostumbrando a la presencia de él.

Se sonroja con violencia al sentir un pequeño sonido en su estomago volviendo la a la realidad de que desde que llego a esa cueva no ha ingerido algo de comida desde hace 3 días... Camina despacio a la salida de la cueva para luego bajar por la colina mientras que en su hocico sostiene su bolsa de piel. Cuando llega al suelo observa el lugar admirando lo hermoso que es. Busca en su campo de visión algún prado para abastecerse de pasto seco y ramas para así poder hace su pequeño nido pero no hay nada.

Un pequeño sendero llama su atención para empezar a recorrer lo, una sinfonía de cantos y sonido de diferentes animales la envuelven provocando que una sonrisa aparezca en sus labios y se olvida de todo.

-Este lugar es perfecto para mis... Para mis pequeños...

El recuerdo de los bebés llega y comienza a apurar sus pasos en busca del pasto fresco y ramas para volver rápido a la cueva para revisar el bienestar de sus dos pequeños y estar tranquila. Al llegar al claro empieza a cortar el pasto para así juntar mucha de esta al igual que ramas; carga todo para regresar a la cueva a paso rápido.

Al llegar suspira de tranquila viendo que aun los tres duermen con tranquila da en su nido. Su hambre sigue y olfatea un poco percibiendo en el aire que hay carne dentro de la cueva pero no se atreve a tocar esta por miedo a que el macho la vuelva a atacar.

Nunca en su vida cazo un animal debido a que su padre siempre era el que cazaba y su madre se encarga de distribuir el alimento, pocas veces salia de la cueva y cazaba de un animal pequeño pero se sentía orgullosa de haberlo hecho. Ahora que esta sola debía volver a poner en practica esa habilidad de cazar que dejo hace poco antes de irse de su nido anterior...

Al salir de la cueva va en busca de alguna presa... Mira una árbol que tiene frutas y sonríe ya que de niña solía comerlas... Con su bolsa de piel en mano se sube a este empezando a recolectar la fruta hasta estar las suficientes para ella... Baja del árbol y deja la bolsa para buscar de algún animal pequeño para así comer algo de carne también.

Ya abastecidas con frutas, uno que otro conejo y agua regresa a la cueva para hacer empezar a hacer su cama de una manera que este muy cómodo y suave para ella. Con el nido terminado toma su bolsa de piel y saca unas frutas para empezar a comer las mientras mira al macho dormir...

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Los días pasaban lentos y la actitud de Diabal hacia Alejandra era la misma y seguía tratando la mal. En cambio ella se acerca al nido todas las noches cuando él esta del todo dormido y así aprovecha para tomar a los huevos para cantarles y susurra les lo mucho que él y ella los querían. Los huevos la reconocen y se quedan quietos para escucharla...

Diabal se levanta del nido tomando a los huevos para meterlos en una bolsa de piel para caminar hacia la salida, Alejandra al verlo entra en pánico porque hace frío afuera y eso afectaría mucho a las crías que están dentro de los huevos.

-Por favor... Dejalos conmigo... Yo los protegeré y les daré de mi calor...

Se da cuenta de que cometió el error de acercarse mucho a la bolsa de piel en donde reposando los huevos, Diabal al verla la empuja con fuerza contra la pared cayendo al suelo quedando a dolorida.

-¡No te vuelvas a acercar tú puta de mierda o te matare a golpes!

Ella asustada solloza y se abraza a si misma.

-Pero hace mucho fría afuera... Ellos no deben salir de la cueva... Necesitan del nido en todo momento...

-¡Son mis crías! ¡Mis crías!

Comienza a caminar dejándola hay tirada herida y triste con un gran dolor en el corazón...

-El frío le hará daños a los pequeños... Por que sigue rechazando me yo solo quiero cuidar de ellos...

Se pone de pie con algo de dificultad debido que el golpe le lastimo la espalda y cogea del pie izquierdo a paso lento se dirige a su cama para empezar a tomar su forma lupina mientras se acomoda en la manta un poco y así hacer sanar mejor sus heridas...

Esta sola y sumamente preocupada por los pequeños... El frío puedo causar las muertes de ellos o pueden hacer con algunos defectos pueden ser como ella... Una falla.

Las horas transfieren en lo que ella se había quedado dormida hasta que escucha unos pasos fuertes, se despierta al instante y veo que el macho a regresado mientras lo observa pasar frente a ella y no evita olfatearlo cerrando los ojos unos instantes disfrutando lo delicioso que el macho huele.

"Haría lo que el deseara si tan solo me quisiera, seria una buena hembra y sobre todo seria una madre para sus crías... No me importaría rechazar a tener mis crías de sangre solo para poder tener a los pequeños en mis brazos... Ellos son inocentes" - piensa Alejandra.

-¿Como... Como están las crías? - se atreve a preguntar mientras vuelve a su forma humana.

La ignora mientras acomoda y limpia el nido. Saco a los huevos de la bolsa de piel poniendo los a un costado de él. Ella no deja de ver a los huevos, están algos sucios y con algunos rasguños; quiere levantarse para así poder tomarlos entre sus brazos para así atenderlos como debería pero el miedo que siente por el macho es más grande y desiste de esa idea para evitar un golpe más por parte de él.

El acomoda los mejor posibilidad el nido para luego se echa en el junto a los pequeños para luego de unos minutos quedar dormido, Alejandra solo baja la cabeza mientras una lágrima baja por su mejilla. Se levanta de su cama con sumo cuidado para mirar un poco su pierna izquierda que ya esta sanada del todo al igual que ya no siente ningún ardor en su espalda pero aun siente algo viscoso en este debido a que es su sangre.

"Tal vez sea mi aspecto no le gusta. Hace días que no me baño debo de olor horrible y más son esta sangre seca en mi cuerpo"

Suspira un poco mientras camina a la entrada de la cueva para salir a buscar un lugar donde pueda bañarse, camina un poco más encontrando un pequeño riachuelo y revisa la temperatura sintiendo que esta fría... De todas maneras se quita su ropa y se adentra en este para así lavar bien su cuerpo.

Ya limpia y completamente helada por el agua sumando el frío que hace se empieza a vestir y regresa a la cueva para descansar y dormir hasta que llegara el momento de poder hablar con sus bebes como todas las noches.

Amor Puro | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora