El amor y sus variantes [Flufftober 2022]

18. Fantasía de la infancia (Odazai)

Cuando Dazai tenía la tierna edad de nueve años, él soñaba con defender al mundo, y si hablamos específicamente, él quería defender a su mejor amigo Odasaku, de diez años.

—¡Cuando crezca yo seré tu super héroe! ¿Escuchaste, Odasaku? ¡Nadie más que yo puede defenderte!

La energía del pequeño castaño hizo al mayor sonreír, sin despegar la vista de su libro de astronomía que había estado leyendo desde hace unos momentos.

—¿Y si me llego a lastimar y no estás?

—¡Estaré ahí! —Dazai hizo un adorable puchero, acercándose lo suficiente para mirar a Oda y después a ese libro que no le había despegado la vista en ningún instante. —¡Odasaku!

—Dime.

—No me estás escuchando.

—Lo hago.

—Sigues leyendo ese tonto libro.

—No es tonto, es de astronomía.

—Astro...¿qué?

Oda soltó un suspiro, cerró su libro y miró al menor.

—Astronomía. Habla del espacio, lo que puede haber más allá de donde vivimos.

—¿En serio?

—Claro. El espacio es inmenso y hay más planetas alrededor.

Dazai estaba tratando de procesar eso, ¿cómo que había más planetas además de donde ambos vivían? Era algo increíble.

Por su parte, Oda se habría mostrado más animado al hablar sobre aquel tema tan interesante. Adoraba saber de las inmensas galaxias y los planetas que habitaban el sistema solar. Llegó a un punto, ante tanta charla, que Dazai quedó sentado frente al pelirrojo, escuchando todo lo que le decía, sin abrir la boca para interrumpirlo.

"Que lindo", pensó sonriendo y viendo esos orbes de azul marino que brillaban como las estrellas mismas.

—...Y es por eso que quiero ser astronauta cuando crezca.

Dazai aplaudió. emocionado con el mayor y, no dudando, tomó las manos de este jalándolo un poco.

—¡Te prometo que serás un gran astronauta! ¡Y yo seré tu superhéroe para protegerte cuando vayas a la luna!

Oda sintió sus mejillas calentarse ante esas palabras de un niño tan inocente, así que sonrió, se levantó, aun con las manos tomadas y besó las del castaño, logrando que sus pálidas mejillas se colorearan de rosado.

—Tu, un gran héroe y yo un astronauta.

—El mejor astronauta.

—Y el mejor héroe.