Sol&Luna [CONTINÚA]

Cap 7

Me lavé la cara con agua fría para aclararme. Estoy en una cabaña del pasado con unos desconocidos que son hijos de los dueños del bosque y que saben cómo devolverme al futuro. Y encima, tengo que dormir con James.

Salí del baño y llamé la puerta de la habitación. 

- Pasa, ahora es también tu habitación. 

Miré la cama. No era una, sino dos separadas. Cameron me había mentido. 

James vio mi cara de confusión y aclaró:

- Ya. Cameron es un chistoso, no te creas todo lo que dice. - llevaba puestos unos pantalones negros y una camiseta de botones gris de algodón. Muy del pasado. 

Me acerqué a la cama y la deshice. James se fue al baño y yo me quedé sentada en el borde del colchón. 

Miré por la ventana. Aquí también llueve, y el cielo está negro sin estrellas, ya que está cubierto de nubes.

Escuché a James acercarse. 

Venía con el pelo despeinado y se había mojado la camiseta. 

Abrió su armario de madera y sacó otra camiseta parecida. 

Se giró y se quitó la que llevaba, dejando al descubierto unos tonificados hombros y una espalda perfecta. Deseé verle por delante, pero aparté discretamente la mirada y me metí en la cama. 

James hizo lo mismo y me miró.

- Buenas noches chica nueva

- Mily - corrijo

- Ya ya lo sé. - sonrió. 

- Buenas noches James. 

- Buenas noches. - se dio la vuelta y apagó la luz.

Yo hice lo mismo. 

Un hombre de negro encapuchado me espiaba desde un rincón de una calle. Se acercó a mí y se quitó su capucha. Era un chico moreno de ojos naranjas. "No te vayas" susurró. Salí corriendo y me topé de frente con el chico. "nooo" dijo. Corrí y corrí con los ojos cerrados hasta chocar contra algo. Abrí los ojos. Era James. Guapísimo James.  Me giré y vi al chico de negro correr hacia nosotros. Traía un cuchillo. Luego escuché que decía "¡Mily! ¡Mily! 

- ¡Mily despierta! 

Di un brinco en la cama y me aclaré la vista. James estaba delante mío, sentado en la cama. 

- Estabas chillando. 

Estaba alterada y respiraba entrecortadamente. 

- ¿Una pesadilla? - dijo. 

Asentí. 

James me echó un mechón de cabello tras la oreja. Su contacto era cálido y tierno, y me provocó escalofríos. 

- Ya pasó.- puso una mano en mi pecho, sintiendo mi corazón, que poco a poco iba recuperándose del susto y acelerándose por el contacto de su piel con la mía. 

Presionó sus dedos hasta sentir mejor mis latidos, y pude ver cómo sus pupilas estaban dilatadas, a pesar de la oscuridad. 

Pestañeó y se alejó de mí.

- ¿Estás mejor?

- S-sí. - sus ojos azules se posaron en mi mano derecha, que estaba apretando con fuerza la sábana. 

Colocó la suya encima. 

- No te preocupes, no tendrás más pesadillas. - y apagó la luz, marchándose a su cama.