Capítulo 2

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Sigue la narración Henry Smith

— Oh wow, ¿Enserio trabajas aquí?

Era un lugar bellísimo, se encontraba rodeado de dos escaleras en los costado de la entrada. Tenía un techo muy alto con hermosas luces cálidas colgando de él. Arriba se podía apreciar todo un balcón que rodeaba el restaurant, ese primer piso se conectaba con otros pasillos que daban a otros lugares del crucero, al igual que en la planta baja de "Perla petit", podías entrar por diferentes lugares ya que todo el restaurant al tener una forma circular conectaba con diferentes pasillos. Me atraveria a decir que quedaba en el centro del crucero pero no lo creo. El lugar era hermosamente grande, por un sector había un cartel donde varias pequeñas luces cálidas formaban la palabra "Perla petit". Debajo de éste había una especie de barra larga donde por una parte, tu te podías sentar en un banco y pedirte un trago, y por el otro despachaban los platos y podías pedir comida para comprar y llevar.

Por otro sector había una tarima dónde habia un soporte para micrófono, sin él, había una batería, y otros dos asientos más vacíos dónde supongo que irían dos guitarristas. Luego todo el lugar estaba lleno de mesas redondas, algunas con capacidad de cuatro personas, otras para ocho y mesas rectangulares para doce personas. Todas las mesas con un mantel blanco, cubiertos dorados y copas, todo con un toque de lujo.

— Ajá — Asiente con una sonrisa.

— Es bellísimo. — Igual que ella. (Henry nunca has pensado asi por una chica, ¿Estás bien?) Me siento perfecto. Pero por que... no podemos separar nuestras miradas...?

— Si lo es, ¿No?... — Ella despegó el contacto visual. — Bueno, la mesa ocho está por ahi... ¿Quieres que te acompañe?

— Oh no, gracias.. Hanna? ¿No?

— Claro y túuu? Henry...? — Dice agarrando de la barra una gran bandeja de camarera vacia.

— Asi es. — le hablo observando como ordena un par de cosas de la barra.

— Okey, adios Henry nos veremos más tarde. — Me dice adiós y se va dentro del lugar, o sea a la cocina o lo que sea que hay allí adentro.

Wow, es una chica muy preciosa. La coleta de pelo alta, bien tirante, que lleva hecha con gel, su top blanco con su delantal negro de camarera a la cintura, su jean, sus borcegos, solamente una palabra la define, prolija.

— Henry! Henryy! —. La voz de mi madre me saco de mis pensamientos. Ella estaba llamándome. — ¿Qué te apetecería para cenar cariño?

Aún sin tener los pies en la realidad, conteste, pero no fue una respuesta muy cuerda.


— Eeem.

— ¿Henry? —. Pregunta mi padre Richard que estaba justo enfrente de mi.

— Dejalo Richy, es un chico de pocas palabras —. Bromea Luke (Louis).

— Apurate Hal — Ese apodo. Ese apodo mi madre lo usa cuando se le esta acabando un poco su paciencia.

— Okey, pero no se que pedir ¿Qué hay? — Mire hacia la mesa, buscando la carta del menú y derrepente mi vista se desvío hacia la tarima. Hanna había subido a ella, pero todo seguía en la normalidad. Ninguna luz se había apagado, no había pasado nada que se vea como si un show estará por comenzar, Hanna solo subió y acomodó el micrófono principal. Eso me dió a entender que quizás alguien cantará hoy, aquí, en Perla Petit.

My Dear WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora