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˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Esta historia no incluirá modismos argentinos.

˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Todos lo créditos a la Autora de esta obra Nyridian.

˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Se aclara que esta adaptación está con el fin de entretener, si no te gusta, puedes retirarte, evitemos los comentarios fuera de contexto, gracias.

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— ¿Cuánto te dio la quince? —preguntó un preocupado Iván dos días después.

— Diecisiete coma cinco — respondió Rodrigo despreocupado al respecto.

— ¿Qué? A mí me dio treinta y tres —gimió horrorizado — Oh, de verdad espero que tu respuesta esté mal...

— Idiota — murmuró pagando lo que había comprado antes de alejarse en busca de una mesa.

Iván se apresuró a deslizar su tarjeta también antes de ir tras el chico.

— Te aprecio, amigo, pero necesito esos puntos — suspiró — Tu promedio ya es bueno sin esa pregunta, a mí me gustaría subir un poco...

— Hola, Rodrigo — una voz femenina interrumpió y ambos voltearon a ver a una linda chica.

— Hola.

— Eh, compré un pan de chocolate de más... Quería dártelo... — murmuró con vergüenza, ofreciendo el paquete mientras bajaba la mirada.

El azabache miró la linda y fría interacción de uno y de otro, y al ver las claras intenciones de negarse del castaño, no pudo evitar interrumpir.

— Di gracias — dijo empujándole con un hombro.

Rodrigo solo le miró y regresó con la chica.

— Gracias, pero no, deberías administrar mejor tus finanzas y no gastar de más en cosas innecesarias —asintió y continuó con su camino, sintiendo la venenosa mirada de Iván en su espalda.

— Este tio ... — se quejó el azabache y miró a la chica — Cómelo tú, no le vuelvas a ofrecer nada a ese tonto —bufó mirando a la muchacha alejarse con la cabeza baja antes de alcanzar a Rodrigo — ¿Por qué eres así? Toma mucho valor hablarle a alguien en medio de otras personas que susurran cosas.

— No acepto nada de extraños —respondió tranquilo, buscando a Martín y a Ailén con la mirada una vez que salieron al jardín.

— ¿Qué pudo haberle hecho al pan? ¿Meterle droga? — rodó los ojos con diversión — Estaba cerrado — bufó pensando que era un paranoico.

— Te sorprendería saber — murmuró, pues Rodrigo había tenido experiencias con cosas muy raras... Desde bebidas de dudosa procedencia, hasta muffins con dudoso relleno. Tenía experiencia desde el "agua de calzón" básico, hasta otros distintos intentos de intoxicarle o hacerle morir de asco.

𝗦𝗢𝗟𝗢 𝗔𝗠𝗜𝗚𝗢𝗦; rodrivanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora