Cap 15.

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El pronóstico para el día de hoy no marcaba un día soleado, por el contrario, habría lluvias bastante fuertes, y los próximos días seguiría lloviendo.
Jaemin estaba feliz de oír eso, le encantaban los días nublados y con lluvia todo el día. Además de que eso le permitía llevar una bufanda cubriendo las marcas de su novio sin ningún problema.

Se apresuró a alistarse porque Jeno no tardaría en llegar por él para llevarlo a la universidad.
Sacó de uno de los cajones de su tocador el reloj que Jeno le regaló, se lo puso y lo observó con una sonrisa.

Salió de su habitación ya listo y mientras bajaba las escaleras el rico aroma de hot cakes y café inundó sus fosas nasales, bajo aún más a prisa le dió los buenos días a su madre y tomó asiento en el comedor.

—¿Aún no llega Jeno? —preguntó Jaemin.

—No debe tardar, cielo. Le dije que se apresurara para que tomara el desayuno con nosotros  —mientras hablaba le servía a su hijo su respectivo desayuno.

—Veo que te llevas muy bien con él, mamá.  —eso ponía feliz a Jaemin, su madre adoraba a Jeno. Esperaba que tuviera una buena reacción cuando se enterará de su relación.

—Es un joven muy lindo, responsable y muy respetuoso, se ha ganado mi confianza.

En ese momento entro Jeno con la capucha puesta de la sudadera que llevaba. Afuera estaba lloviendo.

—¿Le diste incluso una llave má?

—Es lo justo, cariño.  —le dio una sonrisa a su hijo y se levantó de su lugar para recibir a Jeno.

—Siéntate Jeno, y disculpa que iniciamos sin ti.

—No se preocupe señora, por la lluvia había un poco de tráfico.  —tomó asiento, le mando un beso a Jaemin mientras su madre no lo veía y se quitó la capucha.

—Esta bien, déjame servirte el desayuno.  —se dirigió a la cocina por los platos y al volver continúo hablando—.  ¿Cómo sigue tu hermana?

—Ya está bien, cómo le comenté ayer, no fue una situación para alarmarse

La señora Na asintió y le dio una sonrisa como respuesta a Jeno.

—No sabía que tenías novia Jeno

Jaemin se atragantó con su comida al oír eso.

—Come despacio, cielo

—S-si, l-lo siento mamá. —dijo Jaemin totalmente nervioso.

—¿Perdón?  —finalmente respondió Jeno, con los nervios apoderándose de él.

—Pasaste la noche con ella, ¿no es así?.  —dijo con una sonrisa tranquila—.  Supongo que por cuidar de mi pequeño no pudiste verla el fin de semana.

—¿Por qué lo dice?.  —trató de verse lo más calmado posible, pero su vista iba de un lado a otro entre Jaemin y la señora Na.

—Esa marca en tu cuello.  —señaló la mujer.

Jeno sintió que le caía un balde de agua fría. Mierda, se había olvidado de las marcas de Jaemin, solo le quedaba mantener esto a flote y que la madre de su novio no sospechara nada.

—A-ahh si, si tengo novia, pero no se preocupe por lo demás, nos vimos anoche.

—Debiste decirme que tenías novia, hubiese contratado a alguien más y se turnaban los días que no estuve para cuidar a mi pequeño.

—Esta bien, ella no tiene problema con eso.  —miro a Jaemin y este parecía más tranquilo pero se mantenía en silencio.

—¿Es bonita?, debes tener un gusto muy estricto con las chicas.

Demasiado virgen. [NOMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora