𝗉𝖾𝗋𝖿𝖾𝖼𝗍 𝖽𝗈𝗅𝗅 ; 𝘁𝗮𝗸𝗲𝗺𝗮𝗶

four.

—Obsesión, eso es lo que siente— Afirma el rubio con su ceño fruncido. El menor que estaba al lado suyo simplemente estaba impresionado ante la imagen que se le mostraba de su mayor.

—No...no creí que sería capaz de tal cosa, ¿Cree que esté bien?— Pregunta aún observando tal escena; el pelinegro sostenía la mano del muñeco, sonriente, al parecer le hablaba, no, hablaban, el material de plástico y él estaban conversando —Takemichi, ¿Se encuentra bien?— Ambos habían llegado luego de no ver al mayor durante un tiempo preocupante y aunque en llamadas sonara animado, demasiado, era de preocuparse más, creyendo que había caído de nueva cuenta en las telarañas de las drogas. Claro que no se esperaban que fuera un estúpido pedazo de material el causante de eso.

—No Naoto, no está bien, él está-—

—¿Saben algo? Mikey cree que ustedes quieren hacerle daño, pff. No se preocupen, lo he convencido de que son personas de fiar... oh, esperen... ¿Dices algo Mikey?— Regresa su atención al intacto muñeco.

ㅡ¿Mikey?...por Dios, está loco, en definitiva está loco. ¡Como puedes hablar con un pedazo de plástico Hanagaki Takemichi?¡ ¿Te has visto? ¡Un desastre deprimente!

—Shh... Lo asustas— Gruñe —Mmm, creí que querían conocerlo y en cambio vienen a juzgarme. Así que por favor, váyanse de mi apartamento

—Takemichi, ¿No le gustaría salir? Necesita despejar su mente de este encierro asfixiante y...

—Mierda que estoy bien, ¡Váyanse! ¿Pueden? ¡Largo!

—Hey, recuerda que no estás solo, no necesitas de esto para llenar el... vacío de hace tiempo, nos tienes a nosotros, sabes que él-

—Ya cállate Chifuyu, déjanos solos, estamos bien así, ¿Verdad cariño?— Los ojitos brillantes del pelinegro regresaron a Mikey.

Tanto Chifuyu como Naoto se sorprendieron ante tal apodo, ellos realmente querían ayudarlo, pero viendo las circunstancias, estaba demasiado complicado ante el apego emocional que su mayor había creado.

Estaba mal, muy mal.

Lo peor de todo, es que Takemichi lo sabía y lo ignoraba.

Por que no quería alejarse.

No otra vez.