XIX

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Deseos de un Omega.

¿Nada más bonito que eso? Y es que todos en el palacio estaban sorprendidos por ver tal escena desde la gran puerta, ¿Que le hizo izuku al rey? Bakugou, un alfa que no era dominado con nadie, hombre valiente y fuerte, incluso en su mirada se puede ver la propia muerte de uno mismo, ese alfa serio y de mal carácter que dejaba mucho de que desear estaba sentado en el patio acariciando las piernas de su lindo Omega quien estaba sentado en aquel trono, trono que supuestamente solamente era ocupado por el "rey" katsuki. Y era de esperarse, aquel besaba con dulzura aquella lechosa piel, las acariciaba como si fuera el objeto más hermoso, sus manos recorrían cada parte y es que no solamente era eso, su alfa tenía esa atención, esa necesidad de ser atendido por alguien, sentir el dulce aroma de su Omega, cuna de sus lindos cachorros.

Y es que si, la noticia ya se habia corrido que izuku ahora estaba en cinta y eso le hacía ilusiones y ya soñaba por verlo con su pancita a crecer más, el alfa ronroneaba de amor. Sentían celos, envidia de simplemente ver tal escena, un Omega bien atendido, ¿Por la vista de izuku? Ya ni se acordaba por qué quería huir de aquel palacio, si no hay nadie a fuera esperándolo. Nadie.

Para los oídos de la castaña fue más que rápido, aquella estaba sentada en aquella sala mal acomodada, las telas estaban a rasgar mientras al lado suyo estaba Camie con una cara más que amargada con un mal sabor de boca, pensando en su venganza pues aquella había recibido la noticia que aquel chico esmeralda estaba esperando un cachorro, ¿Que tenía de bueno? Desgracias solamente había traído al palacio y ahora estaban en un maldito lugar deprimido, colores neutros, no hay oro ni plata, no hay telas hermosas de seda china y mucho menos la comida, ¿Por qué estaba mereciendo este castigo? Si camie era el amor de katsuki.

C: ¿Por qué tengo que pagar esto? -decía la Omega mientras estaba sentada en aquel sofá mirando la ventana, única que hacía entrar la luz del cielo.— ¿Por qué tengo que estar en un lugar tan miserable? ¿Que tiene ese chico que no tenga yo?

Mitsuki rodó los ojos pensando en esa pregunta, "que tiene ese chico que no tenga yo" mirando sus manos y entonces comenzó a comprender todo, izuku era inteligente, sabía que hablar y pensar, mostraba su lealtad y fue cuando comenzó a recordar esas palabras que fueron como una estaca en su corazón, "tal vez sea el primer nieto que tiene" ...

M: La diferencia entre tú y Midoriya es, que el sabe actuar y obtiene lo que quiere, tiene cerebro. Cosa que te hace falta. -hablaba con frialdad dejando callada a la castaña quien enseguida guardó su dolor en el pecho.- Camie, ¿Ese hijo es de Katsuki?

C: ¡Por supuesto que lo es! ¿Cómo puede dudar de mi? Yo jamás me sería infiel a katsuki... -estaba nerviosa y se notaba en su rostro, sus dedos comenzaron a jugar.— Cuando katsuki me recibió en sus aposentos, fue el mejor día de mi vida y siempre he dedicado cada día para el, madre...

M: Entonces si es verdad lo que dices... ¿Por qué lo tienes en contra tuya?

C: ¡Ese chico lo hechizó!

Fue su excusa, la ceniza no pudo aguantar más y simplemente se levantó de su silla para levantarse y salir de la habitación, su rostro fue más que decir, no dejaría las cosas así. ¿Si ella decía la verdad? ¿Y ese ese chico en verdad ocupó brujería? ¿A quien creerle?

En otro lado, katsuki estaba acostado entre aquellas piernas, ronroneando bajo mientras sentía las caricias suaves que su Omega le daba en su cabellera rubia, hace unos pocos minutos le estaba haciendo trenzas en aquel cabello, dándole una aparecí...

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En otro lado, katsuki estaba acostado entre aquellas piernas, ronroneando bajo mientras sentía las caricias suaves que su Omega le daba en su cabellera rubia, hace unos pocos minutos le estaba haciendo trenzas en aquel cabello, dándole una aparecía nueva cosa que le gustó al verse al espejo. El sonido de las aves y las llevas notas bajas de voz que le daba el esmeralda lo hacían dormir tranquilamente, por unos minutos olvidandose que dirige un imperio entero, olvidando que tiene deberes, todos en algún momento necesitan un descanso de eso los problemas.

I: Kacchan... -recibió un "mnh" por parte de aquel.— ¿Te piensas dormir ahí? Alfa dormilón, mis piernas no son almohadas...

K: Se que no lo son, pero eres tan suave que parecen las mejores almohadas del mundo. -sus ojos se hacían cerrados, sonreía bajamente para después tomar una y dejar una mordida sobre su muslo.— Y deliciosas...

I: Hey alfa travieso... ¿Por qué me muerdes?

K: Muerdo lo que me pertenece.

El rubio volvió a hundir su rostro en aquellas, el Omega siguió con sus caricias en aquellas hebras rubias, y hubieran estado así todo el momento de no ser que había llegado shoto mientras cargaba a un cachorro que estaba llorando, al lado suyo estaba la criada que lo cuidaba. Esos lloriqueos hicieron despertar de katsuki, quien enseguida se levantó del bello lugar donde estaba.

K: ¿Quien se atreve a interrumpir mi grandioso descanso? Le cortaré la cabeza.

I: Majestad, no sea tan duro.. es el pequeño haru. -habló casi emocionado, mirando al cachorro quien alzaba sus bracitos para que su padre lo cargará, pero este solamente se hizo a un lado dejando a izuku con eso, quien enseguida agarró al pequeño.— Gracias shoto, supongo que a tí tampoco te dejó en paz.

S: Para nada.. es un honor cuidar del principe. Pero tengo cosas que hacer con estas muchachas.

I: Entiendo, podrías traer.. ¿Dulces? Y ya sabes que más...

S: Con doble capa de manzanas, blah! -hizo un pequeño movimiento con sus manos para después darle una pequeña reverencia para darse la vuelta y correr a la chica que estaba detrás de aquel, tan chistoso.

Izuku enseguida de encargó del pequeño, estaba sollozando en su pecho. ¿Que debía de hacer? Era de pensar como atender a un cachorro, aizawa aún no le explicaba eso además que debía aprender pronto pues también venía uno a camino, el pequeño haru comenzó a moverse en los brazos de izuku, quería atención, se sentía desprotegido.

I: Oh cariño... -bakugou estaba mirando esa escena mientras bebía un poco de vino, nunca supo lidiar con el llanto de un bebé e incluso se estresaba al oírlo, pero había una necesidad de ver a ese Omega atender ello con facilidad y paciencia. Entonces para izuku se le ocurrió una idea. — Ya no llores, cachorro... Cómo me apena verte llorar... Toma mi mano, sientela... Yo te protejo de cualquier cosa, no llores más aquí estoy... -comenzó a cantarle, cubriendo con su aroma al pequeño quien dejó de sollozar con el tiempo de esas letras, miraba al Omega como si entendiera edad palabras para después colgarse de aquel.— Fuerte te ves, pequeño estás... Quiero abrazarte, te protegeré... Mis brazos te sostendrán, mantenerte seguro y cálido.. Este lazo entre nosotros no se puede romper..

Enseguida notó al cachorro dejar de llorar, acostando sus mejillas regordetas en su hombro, su vista miraba al rubio que estaba detrás del Omega. Enseguida ignoró su vista para abrazar más al Omega, dándole celos a su propio padre.

•••

La canción la saqué de la película Tarzan.
Me hizo dar en mi mommy issues.—

Mi Ruiseño | KATSUDEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora