XII

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Aún hay más.

Era de noche, otra noche más. Solamente que ahora estaba acompañando pues estaba en aquella cama mientras era abrazado por bakugou quien ya se hacía durmiendo, era tranquila si no fuera que su ojos no podía dormir. Tenía pesadillas constantes a cada que cerraba sus ojos, pero trataba de no despertar a su compañero pues sabía lo cansado que estaba.

Terribles náuseas, mareos, odiaba comer pues sentía que estaba subiendo de peso a pocos meses de estar en el lugar, era tan rápido, tan estresante, sentía nostalgia y su aroma se hacía cada vez amargo y un poco fuerte, haciendo llamar la atención del alfa quien pronto se giró para abrazar al Omega, llamando su atención para sacarlo de sus pensamientos.

K: ¿Hay algo que te preocupa? Sabes que puedo sentir tu aroma.. -tocaba los brazos del pecoso antes de acercarse para besar las mejillas ajenas.— ¿Te pasa algo?

I: Cielos, no quería despertarte. -comenzó a lamentarse, entonces se volteó para abrazarlo, escondiendo su rostro en el cuello ajeno.— Solamente tuve una pequeña pesadilla, no te preocupes.

K: -este sabía que había algo mal, pero tampoco quería hacerlo sentir incómodo.— No tienes que mentirme, deku. Pero tampoco estás obligado a decirme, tu dolor es mi dolor, tu tristeza es mi tristeza, apenas se que nos conocemos, habrá más tiempo donde te dedicaré mi amor y mi tiempo. Solo tienes que ser feliz, a mi lado. -recorrió sus manos hacia las mejillas contrarias, para así dejar un sutil beso en su frente.— Soy fuerte, pero ante tí me siento tan débil, quiero conocerte tanto como la palma de mi mano.

I: ¿Qué pensaste de mí cuando me viste?

K: Que eras un chico idiota sin saber nada.

I: Eso es malo, muy malo de tu parte, kacchan..

I: No pude sacar tus lindos ojos de mi mente, robaste el corazon del rey.

Tras un cariñoso beso, se terminaron por acostar y esta vez, el cenizo le daba caricias al pecoso, olía su aroma tan dulce y exquisito a su gusto, sintiéndose como un lugar seguro después de tanto tiempo, ¿Cuando fue la última vez que se sintió seguro? Todos tenemos miedos, pero hay que aprender a aceptar nuestros miedos y arriesgarse para lograrlo, las duras peleas con su padre, las fuertes batallas del cual tuvo que traer a su reino para ganarse su corazón, sabía que era un rey muy bondadoso con todos, incluso con su madre, pero también solía guardar secretos. Era demasiado extraño.

La mañana siguiente, fue el primero en levantarse si no antes besar al Omega que después de largo tiempo, había quedado dormido. Recuerda que hace tiempo su padre se sentó a platicar con el, diciendo que debía pensar las cosas con claridad y hacer lo que es justo para todos, pero también sabía que hay ocasiones donde tendrías que ponerte fuertemente.

Salió el sol, un baño de agua fría y pronto salió de su aposento para ir al consejo para ver los resultados de la campaña, por otro lado quien apenas se despertaba era izuku quien al ver, katsuki ya no estaba ahí. Lo tomó tan normal; aizawa entró mientras sostenía ya una muda de ropa al igual que algunas criadas atrás de el con las cosas para que se cambiara y transcurrió su rutina; bañarse, vestirse, comer y salir. Solo para tomar el sol, platicar o practicar lecturas y lenguas.

X: ¿Quien es ese chico?

Estaban tres personas, al lado suyo estaba mitsuki quien lo miraba desde lejos para después responder su pregunta.

Mi Ruiseño | KATSUDEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora