Eddie es un chico de buena familia y un malcriado, y Grace busca trabajo por motivos personales. Llega a trabajar donde los Munson, y cuando cree que su vida va normal, Eddie lo cambia todo.
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Eddie la dejó en taxi hasta su casa, y él siguió el viaje hasta la suya, Francis le había entregado la llave, al menos las había usado con responsabilidad.
Cuando se despidieron, fue con un beso en los labios, ella le dejó el hoddie, sabía que Eddie tenía frío y ella ya estaba en casa. Eddie la vio bajar del coche, su corazón comenzaba a latir fuerte cuando la veía caminar, a pesar de lo terrible había sido para ella lo de Aidan, Eddie pensaba que era una buena manera de adelantarse en la carrera, aunque no estaba dispuesto a forzar la situación, en parte, él tenía sus enredos con Gretchen, que no sabía realmente cómo continuarlos.
Grace llegó a casa un poco antes de las doce, sus padres dormían, se sentía mal por siempre volver tan tarde, Amy también estaba dormida, así que ella simplemente pasó hasta su cuarto, se quitó la camisa a cuadros con el olor de Eddie en ella.
Eran las ocho de la mañana, estaba con su laptop en el escritorio, sobre éste descansaba su taza con café, ella estaba con sueño, esperando la conexión de Greta Munson. Los minutos pasaron, y se conectó.
—Hola ¿Cómo va todo?— la mujer preguntó amable.
— Hola, todo bien— la chica soltó, intentando sonar lo más espontánea posible.
— Dime cómo va todo con Edward— la mujer hablaba esperando lo peor— Ese chico me quita el sueño— la mujer hablaba casi desesperada— ¿Ha sido muy molesto contigo?
— Pues...la verdad es que todo se ha dado muy bien— Grace hablaba serena— Los primeros días han sido más intensos, pero ahora todo marcha bien.
— Eso me alegra, sabes que no es necesario que compartas tanto con él si no quieres. Edward es terriblemente insoportable con las personas— Grace no entendía cómo es que hablaba así de Eddie, si a pesar de ser engreído, Eddie era incluso tierno.
—Claro, pero bueno, de momento no tengo malos comentarios sobre Eddie— la chica soltó de manera espontánea. A la mujer le llamó la atención que lo llamara por su apodo.
— Me alegra un montón que todo vaya en orden, fijamos la próxima reunión para la próxima semana ¿Te parece?— preguntó la mujer y Grace asintió.
La videollamada terminó y ella fue a tomar desayuno con sus padres, pasó a la mesa, estaba Amy también.
— No te sentí llegar anoche— Su padre preguntó— ¿Todo bien? creí que irías donde Aidan.
—Tuve un percance de vuelta, por eso llegue tarde, pero Eddie me ha ayudado— el hombre arqueó una ceja,
— Ay, Eddie— se burló Amy y Grace la miró .
— Al parecer has hecho muy buena amistad con el chico de tu trabajo—su madre habló con una sonrisa— ¿Por qué no lo invitas un día?
— Le he dicho que lo invite para mi cumpleaños— Amy habló divertida ¿Le dijiste?— Grace abrió sus ojos nerviosa, nerviosa por recordar los besos de la noche anterior.
