Eddie es un chico de buena familia y un malcriado, y Grace busca trabajo por motivos personales. Llega a trabajar donde los Munson, y cuando cree que su vida va normal, Eddie lo cambia todo.
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Chris y Amy estaban en la cama del chico, ella se cubría con sus sábanas, para ella, Chris había sido lo mejor que le había pasado en esos fríos pasillos del hospital, ella recordaba cuando lo vio por primera vez, ella se sentó frente a él, era su primera quimioterapia. Él le sonreía a lo lejos, tenía su cabello rubio, y unos eléctricos ojos azules.
— ¿Cómo vas?— él le preguntó desde su lugar.
— No lo sé— ella respondió nerviosa— Es leucemia— hizo un gesto de que realmente no sabía qué estaba pasando con ella. Creo que se puede hacer algo, no lo sé realmente.
—Yo tengo un linfoma de Burkitt— soltó Chris—Etapa tres ¿Qué opinas de eso?— 'Habló con sarcasmo. Amy no supo qué responder.
— Todo va a salir bien—la chica intentó dar ánimos.
— ¿Quién es tan malo como para mentirle a personas como nosotros?— Chris la miró como si refutara sus palabras con tan sólo mirarla— De seguro ha sido una estúpida que no está con una jodida enfermedad mortal como nosotros.
— Ha sido mi hermana— soltó Amy, mirando a sus zapatillas.
— Bueno, no le quise decir estúpida, pero de seguro ya sabes por donde quiero ir, todos pueden dar su opinión, pero nadie sabe qué pasa por nuestras cabezas, y no creo en los finales felices— Chris suspiró— Te he visto anteriormente en el hospital.
— De seguro que, en exámenes, vengo con toda mi familia— ella soltó.
—Genial tener una hermana que pueda salvarte el culo, tienes el trasplante seguro— Chris le sonrió, sonaba como un tipo no muy agradable, pero tenía una sonrisa hermosa, Amy se enamoró de él desde ese día.
Chris la abrazó, la amaba en sus días críticos, ella también, se amaban en sus besos con sabor a fármacos, con sus labios partidos, con sus pieles pálidas, se amaban en la enfermedad, y querían amarse en salud, a Chris no le importaba morir, pero ahora, tenía más miedo que nunca, no quería dejar a Amy.
— Te amo mucho— el chico la acarició.
— Te amo más— ella miró a sus ojos azules, ese día, estaban distintos, tenían miedo.
...
Grace y Eddie habían salido en la mañana, ella esperaba sus exámenes en la clínica, el doctor salió con los papeles, y todo se encontraba en orden, estaban cada día más cerca de ese gran día y todo debía salir a la perfección, al menos ella estaba sana, y seguía siendo la candidata perfecta para donarle a su hermana. Grace era capaz de entregar su vida por su hermana , estaba dispuesta a todo.
Eddie la esperaba afuera en la sala de estar, Grace llegó con miles de vitaminas y cosas que podrían ayudarle para estar más sana, con buenas defensas, le había explicado a su médico su situación, y el buen hombre incluso le regaló cosas, no era común que chicas de su edad tuvieran esa conciencia por un ser amado.
