Imperio de Abalone

Capitulo 5- Parte II

Su mirada era seria y reflejaba frialdad, su rostro dejaba ver que el tema que íbamos a hablar era serio, yo solo la mire algo nervioso pues no sabia que era en si oi que me iba a decir

-Lo que le pasa a Maria, es por tu unión al gremio- fue lo que dijo Sofí, yo la mire algo sorprendido por lo dicho

-Pero ¿Por qué?- pregunte

-Mira, ella no le gusta el gremio por algo que ocurrió hace un tiempo- me dijo

-La perdida de sus amigos… ¿verdad?- le dije y ella me miro sorprendida, pero su rostro serio no lo mostraba

-Lo sabes?- me pregunto

-Ella solo me dijo que sus amigos fueron a una misión y jamás volvieron- le dije

-Solo te dijo eso?- me volvió a preguntar

-Si- le respondí

-En realidad no eran solo sus amigos- dijo Sofí haciendo que yo la mirara curioso por lo que dijo -te contare quienes eran- me dijo y le preste atención -los que nunca regresaron eran su hermano mayor y la novia de su hermano, y 2 de sus amigos de la infancia- al decir esto abrí mis ojos sorprendido por lo que dijo -uno de los amigos de la infancia de Maria era mi hermana mayor- vi como ella miraba el plato de comida -ellos fueron a una misión de un día pero en la tarde que deberían haber llegado no lo hicieron y cuando aventureros fueron a buscarlos solo encontraros algunas  pertenencias de ellos- dijo dejando salir unas lagrimas de sus ojos

-L… lo siento, no sabia… ¿pero que tiene que ver con migo?- pregunte

-Eres un idiota?- me dijo a lo que yo la mire –ella se preocupa por ti, eres su amigo, y no quiere que te pase lo mismo que a su hermano y cuñada- me dijo Sofí -el día que casi mueres ella estaba muy triste y asustada de que un amigo de ella se muriera por lo mismo que su hermano- me dijo

-Por eso esta así?- pregunte

-Si- me respondió

-Tendré que hablar con ella y decirle que no se preocupe- le dije le ventando la mano para que viniera un mesero

-Dígame en que le puedo servir- dijo un chico de cabello largo y amarado

-Tráigame la cuenta por favor- dije al mesero

-Enseguida- dijo y se fue

No creí que mi unión al gremio le afectara a Maria, no se si a Karen también le afecta, pero tengo que hacerles entender que no hay de que preocuparse

-Aquí tiene, son 70 hauls- dijo el mesero

-Tenga muchas gracias- dije entregándole el dinero

-Con gusto, vuelvan cuando quieran- dijo el mesero y se fue

-Gracias Sofí por contarme lo que pasa- le dije levantándome se donde estaba sentado

-No es nada, pero ¿Qué vas a hacer?- me pregunto

-Iré a hablar con ella, ahora que se lo que le paso, no puedo dejar las cosas así- le dije

-Creo que seria mejor que le des mas tiempo- me dijo

Sus palabras me dejaron pensando un poco, quizá ella tenga razón, pero no puedo dejar que ella se preocupe por mi

-Se que eso seria lo mejor, pero creo que mejor voy a hablar con ella- le dije -nos vemos Sofí- dije despidiéndome

Y salí de donde estábamos y comencé a caminar hacia la casa de Maria

Sabia que ella tenia amigos en el gremio pero no pensé que fueran su hermano, cuñada y sus amigos, creo que se como se siente, yo también me perdí de mis amigos y no se donde están y solo pensar que pueden estar muertos me pone muy nervioso

Camine por las calles buscando la casa de Maria, cuando llegue comencé a llamarla pero ella no salía. Una señora que vivía al lado me vio y me dijo que ella había salido, le agradecí y comencé a caminar para ver si corría con la suerte de encontrarla

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Salí a caminar por la ciudad después de que Kosei se fue, no se que hacer si me lo encuentro, siento muchas cosas en el pecho que todavía no puedo comprender aunque me hayan dicho que es

El tiempo comenzó a pasar y yo entraba a las tiendas a mirar ropa y zapatos, compre algunas cosas que me gustaron

Seguí caminando hasta que llegue al parque y me senté en una de las bancas cerca de la fuente a ver como la tarde pasaba

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Ya he caminado todo el día pensando en lo que me había dicho Sofí

*-Era el hermano de Maria, la novia de su hermano y sus amigos de la infancia los que desaparecieron-*

Esas palabras vagaban en mi mente una y otra vez, saber que su hermano desapareció por una misión del gremio me dejo sorprendido. Tengo que hablar con ella, aunque nos conocemos hace poco no puedo evitar sentirme mal por preocuparla

Por cada calle que pasaba la buscaba con la mirada pero no la veía, el sol ya se estaba ocultando así que comencé a caminar rumbo al hotel donde me quedaba

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El sol ya ese estaba ocultando, el atardecer era bonito, iba caminando rumbo a mi casa para descansar y acomodar todo lo que compre
En eso recordé como estaba Kosei hace unos días después de una de sus misiones del gremio, de repente el recuerdo de la noticia de que mi hermano, mi cuñada y mis amigos de infancia habian desaparecido

Continúe caminando mientras el recuerdo de la desaparición de mi hermano invadía mi mente, recuerdo que solo encontraron un colgante de Ellis mi cuñada y la funda de la espada de mi hermano

Recuerdo que ese día no salí de casa y no dormí en la noche, solo podía llorar, ellos eran lo único que tenia

Seguía recordando ese día que se tiño de negro mientras caminaba y de repente choque con alguien, mis cosas cayeron al suelo, me agache para recogerlas

-Lo siento- escuche que dijo la persona con la que choque, era una voz que ya conocía

-No se preocupe- respondí guardando unos vestidos en la bosa que se me había caído

-No me fije por donde iba- le escuche, esa voz se me hacia familiar, levante mi rostro poco a poco y lo vi era Kosei

-K… Kosei- dije algo sorprendida

-Maria- me dijo

Seguí guardando mis cosas rápidamente en las bolsas el me ayudo, ambos nos levantamos sin decir nada

-Gracias, me tengo que ir- le dije y pase a su lado pero el se paro frente a mi y detuvo mi caminar

-Espera, fui a buscarte y no estabas- me dijo, yo desvié mi mirada -quiero hablar con tigo- me dijo

-Lo siento tengo que irme- le dije volviendo a parar a su lado para seguir mi camino

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Vi como Maria paso a mi lado no podía dejar que se fuera necesito hablar con ella

-Ya se que fue tu hermano y cuñada junto con tus amigos de la infancia los que desaparecieron cumpliendo una misión del gremio- le dije dándome la vuelta, mire como detuvo su paso

Vi como ella agarro con mas fuerza las bolsas que llevaba, bajo su cabeza

-Sofí te lo conto?- me pregunto

-Si, pero yo le pedí que me lo dijera- le respondí

-Y de que quieres hablar entonces?- me pregunto dándose la vuelta

-Podemos ir a otro lado, ya esta anocheciendo- le respondí

-Esta bien, estamos cerca de mi casa, hay podemos hablar- me dijo

Yo acepte y ambos comenzamos a caminar hacia la cada de Maria, todo era silencio entre nosotros dos, escuchábamos como las personas hablaban y se escuchaba a las personas borrachas en los bares

Miraba a Maria, vi que su mirada no tenia ese brillo característico de todos los días, estaban opacados no se veía rastro de ese brillo

-La mentó lo que le paso a tu hermano- dije para romper el silencio y volví a ver hacia el frente

Vi como ella no cambiaba su forma de mirar hacia enfrente. No sabia que mas decir, quería hablar con ella pero no se como

Íbamos caminando pero en ese momento ella se detuvo frente a un callejón, me detuve al lado de ella y la mira

-Pasa algo?- le pregunte

-Escuche algo- me dijo -es como si alguien estuviera llorando- me volvió a decir

La mire algo confundido ya que no escuchaba nada, guarde silencio y preste un poco mas de atención

Comencé a escuchar un péquelo chillido, me acerque a la entrada del callejón y se escuchaba como un niño lloraba

-Un niño- dije y entre al callejón

-Espera Kosei- escuche a Maria

-Porque?- le pregunte

-Puede ser una trampa no se- me dijo

-Pero es un niño el que llora- le dije y comencé a adentrarme al callejón, ella me siguió

Mire por todos lados pero no veía nada

-Hay alguien aquí?- pregunte pero no hubo respuesta

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Escuchaba a alguien llorar pero no lo veía, Kosei pregunto si había alguien pero nadie respondió

Seguí mirando alrededor hasta que mi mirada se centro en unas pequeñas laminas de cartón, la mire fija mente y vi como se movieron, me agache deje mis bolsas a mi lado en el suelo y levante una de las laminas de cartón y lo que vi me sorprendió mucho

-Kosei mira- llame a Kosei para que viera lo que encontré

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Maria me llamo, al parecer encontró algo, me voltee y la vi agachada me acerque a ella y vi que estaba levantando una lamina de cartón

Al llegar donde estaba ella mire donde estaba el cartón y lo que vi me dijo sin palabras, un frio recorrió mi cuerpo, estaba sorprendido

-Que hace una niña aquí?- pregunte

-No lo se pero no la podemos dejar aquí- me decía Maria

-Si… pero que hacemos con ella?- le dije

-Vamos a llevarla a mi casa y hay veremos que hacemos- me dijo

-Esta bien, la voy a levantar- le dije y me agache y agarre a la niña entre mis brazos y la alcé

Maria tomo sus bolsas y salimos del callejón y comenzamos a caminar hacia la casa de Maria

Mientras caminábamos mire a la pequeña, vi como se acurrucaba en mi pecho, una pequeña brisa corrió y ella busco como cubrirse del frio

Llegamos a la casa de Maria y entramos, la casa era amplia camine hacia la sala y acosté a la pequeña en uno de los fosas, me quede contemplado la sala era algo espaciosa, tenia unos fosas una mesita en el centro

En eso Maria llego con una manta y tapo a la pequeña que temblaba del frio, después de que Maria la cubriera con la manta la pequeña se calmo

-Porque una niña estaría en un callejón?- pregunto Maria -acaso sus padres no la querían?- volvió a decir mirando a la pequeña y acariciando su cabello negro-azulado

-No lo sabemos, pero también puede que se haya escapado de casa sin decirle a sus padres-dije mirando a la pequeña

-Entonces debemos decirle a las autoridades para qué se hagan cargo- decía Maria

-Seria bueno, pero no creo que ella les diga algo a ellos, primero mejor intentemos ayudarle nosotros, si vemos que no podemos entonces se la entregaremos a los oficiales para que ellos la ayuden- le dije mirándola

-Esta bien, creo lo mismo…- me dijo mientras me miro, pero luego volvió a ver a la niña -voy a llevarla a mi cama cuando vengo entonces me dices lo que me querías decir-  después de decir esto ella tomo a la niña y se la llevo

Me senté en uno de los sofá y comencé a pensar en que le diría, ya había tocado el tema de su hermano y ya sabe que estoy en el gremio así que por hay debería iniciar

Mi mente pensaba en lo que le diría pero también pensaba en la pequeña que acabamos de encontrar, de alguna forma me preocupan las dos cosas, vi como Maria llego y se sentó en un sofá frente a mi

Ella me miro fijamente, el silencio se apodero de la sala, yo no sabia como iniciar la conversación, nunca había pasado por algo igual, esto era algo incomodo, hasta que ella hablo

-Que querías decirme- ella hablo rompiendo el silencio que había entre nosotros

-Bueno… Sofí me dijo que te preocupa que este en el gremio, por temor a que me pase lo mismo que tu hermano- le dije mirándola

-Si, Sofí ya te lo conto, y si me preocupa que estés en el gremio, eres un buen amigo y compañero no quisiera que te pase nada- me dijo mientras ella miraba el suelo

-No me pasara nada, voy a estar en un grupo y nos cuidaremos los unos a los otros- le dije, ella me miro y hablo

-Mi hermano, mis amigos y mi cuñada eran un grupo y aun así desaparecieron- me dijo -mira como llegaste hace unos días todos estábamos preocupados, tus compañeros, las personas del restaurante, Karen y yo- me dijo viéndome a los ojos -las misiones del gremio son muy peligrosas- me dijo

-Lo se, y lo que paso ese día no volverá a pasar lo prometo, esa vez fue porque yo era el único que no estaba tan golpeado así que me quede, prometo ni volverlos a preocupar siempre regresare sano y salvo- le dije mirándola mientras le daba una sonrisa

-Lo prometes?- me pregunto mientras limpiaba sus ojos de las lagrimas que comenzaban a salir de sus ojos

-Si, lo prometo- le respondí

-Esta bien- me dijo -ya se esta haciendo tarde, porque mejor no te quedad esta noche- me dijo Mari

Su propuesta me dejo sorprendido y nervioso, no sabia que responder, no seria la primera vez que me quedo en casa de una chica pero aun así no estoy seguro de quedarme

- No lo se, no quiero incomodar- le dije mientras rascaba mi cuello

-No te preocupes, puedes dormir en este sofá, ya que la otra habitación esta con muchas cajas- me dijo

-Esta bien- accedí a quedarme aunque los nervios no se me calmaban

-Esta bien, te traeré unas sabanas para que te arropes- me dijo y se fue

Me arreciste en el respaldar del sofá donde estaba y comencé a cerrar los ojos, en eso la imagen de donde encontramos a la niña invadió mi mente

El haber encontrado a la niña en un callejón me había impresionado mucho, nunca creí ver algo así pero es algo que no se puede descartar, esa niña ocupa ayuda

De repente llego Maria con las sabanas y una almohada y comenzó a acomodar el sofá donde yo dormiría

-Bueno ya esta- dijo ella -ya puedes dormir, el baño es la primera puerta a la derecha y mi habitación es la puerta de enfrente por si necesitas algo- me dijo -yo dormiré con la niña, bueno buenas noches Kosei- me dijo despidiéndose

-Buenas noches y gracias- le respondí

Me acosté en el sofá y pude uno se mis brazos sobre mis ojos, ya estaba mas aliviado sabiendo que Maria ya no estaría enojada con migo, me termine de acomodar y cerre mis ojos para poder dormir

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-Pero que hermosa chica- decía un hombre de cabello rojo

-Lo vez te dije que no te ibas a arrepentir de venir- decía otro hombre esta vez de cabello negro

-Ya se decidieron cual quiere que los acompañe?- preguntaba una mujer de cabello rubio y ojos negros, con un vestido color blanco que llegaba hasta sus muslos

-Si, yo quiero a esa chica de cabello negro, que lleva una faldita y esa camisa de color rosa- decía el hombre de cabello color negro

-Esta bien, y usted señor?- volvió a hablar la mujer

-Yo quiero a esta chica de cabello color dorado y ojos rojos, con ese vestidito azul- decía el pelirrojo

-Esta bien, pueden pasar a la sala, les llevare a las chicas con ustedes enseguida- decía la mujer

Ella llevo a los hombres a la sala donde había una mesa con unas sillas, sobre la mesa unas botellas de licor, los hombres entraron y esperaron a que le trajeran a las chicas

Yo estaba con el resto de las chicas, desde que nos secuestraron a Ayato y a mi nuestra vida ha sido una tortura, unos hombres reciben ordenes de su jefe y nos llevan a varios pueblos del imperio mientras que a Ayato lo enviaban a hacer algunas cosa con los demás hombres

No aguantaba esta vida, soy como una prostituta, cada vez que los hombres piden mi servicio me comienzan a tocar, a decirme cosas que no me gustan, mas de una vez le pegue a los clientes por tocarme pero me castigaban encerrándome en una habitación por 2 días

Esto a sido una desgracia, desearía estar en mi casa con mis padres o en la capital con Kosei, no quiero seguir con esta vida

En eso entro Yuna, cada vez que viene es porque un cliente pidió nuestros servicios, quiero irme a casa y dejar esta vida, pero ella comenzó a hablar

-Mei, Yuleka vengan unos clientes pidieron sus servicios- dijo la chica

-Si- respondimos mi compañera y yo y comenzamos a seguir a Yuna

Mi mente estaba invadida de malos recuerdos de los clientes que llegaban, siempre era lo mismo con ellos solo vienen para satisfacerse y no les importa si lastiman a alguien para lograrlo

Llegamos a la sala donde ellos estaban y entremos a comenzar nuestro servicio. Les comenzamos a servir el licor en sus vasos y nos sentamos junto a ellos

Me senté junto a un hombre pelirrojo que era el que pidió mis servicios

-Valla que eres hermosa- decía el hombre mientras tocaba mi pierna yo me quede callada

Pasaron algunos minutos y otros cinco hombres junto a otras amigas entraron y se sentaron todos ellos comenzaron a tomar mas y mas

El hombre paso su mano tras de mi cuello y comenzó a tocar uno de mis pechos mientras hablaba con sus amigos. El hombre ya estaba borracho y me saco de la sala y me llevo a otra de las salas

-Ya no aguanto mas, quiero hacerte mía- decía el hombre y me rompió la camisa que llevaba y levanto mi sujetador mostrándole mis pechos

Con mis manos tape mis pechos pero el con sus manos las quito y me agarro comenzó a besarme el cuello, yo hacia fuerza para detenerlo

-No, déjeme, suélteme- dije entre lagrimas gritando y intentando quitármelo de encima

-Has silencio, hoy vas a ser mí- me dijo mientras sujetaba mis manos con una de las suyas y con la otra recorría mi cuerpo hasta llegar a uno de mis pechos

-Suélteme por favor- grite te entre lagrimas

En eso la puerta de la sala se abrió y el jefe de nosotras entro y lo quito de encima mío, junto a el entro Yuna con una toalla para taparme

-Quítate de encima de ella- dijo mi jefe mi entras lo agarraba del cuello de la camisa

-Que te pasa?- decía el pelirrojo -nos estábamos divirtiendo

-Nadie puede tocarla a ella antes de mi, cuando ya ella y parte de sus compañeras ya hayan pasado entonces pueden ser tocadas por los demás, ¿me entendiste?- decía el hombre peli azul

El pelirrojo no dijo nada y solo lo miro de mala cara y lo saco de la sala y se lo llevo

-Ven Yuleka vamos a que te cambies- me dijo Yuna

Salimos de la sala y vimos donde mi jefe saco al pelirrojo del local y le gritaba

-No vuelvas a venir aquí, sino la próxima vez no sales vivo- le dijo y luego entro y fue hacia su oficina

Yuna me ayudo a llegar a la habitación y me ayudo a cambiarme mientras seguían saliendo lagrimas de mis ojos

-Ya no te preocupes, puedes tomarte el resto de la noche libre- dijo Yuna y después salió de la habitación

Yo me acosté en mi cama, pensando en mis padres y en Kosei, desearía salir de este lugar y poder volver a estar con ellos

-No quiero seguir en este infierno, no quiero- dije en mi mente, mientras cerraba mis ojos aun llorosos para intentar dormir.