"¿Por qué me miras así?" Ashley no podía evitar la sensación de que estaba siendo observada.
Un vistazo rápido le dijo que definitivamente Joy la estaba observando en lugar de concentrarse en los correos electrónicos que debería haber estado enviando.
"Me estoy imaginando envejecer contigo". Joy sonrió mientras hablaba, todo su rostro iluminado de alegría. "Además, no te he había visto desde hace seis semanas". Se mordió el labio inferior como si estuviera sumida en sus pensamientos. "Sin embargo, principalmente estoy pensando en lo primero".
"Nunca he entendido por qué la gente piensa que eso es romántico". Ashley se colocó un mechón de cabello suelto detrás de la oreja. "Imagínate, problemas en el hígado o alguna otra enfermedad peor. ¿Te imaginas?".
Joy resopló y puso los ojos en blanco. Ashley podía leer esa mirada a una milla de distancia. Intentaba ser romántica y Ashley es Ashley.
"Ahí se fue el momento, Ash", bromeó Joy, enfocando su atención de nuevo en su computadora.
"Bueno, solo digo..." Ashley se levantó de la cama y se paro en el piso a los pies de Joy.
"No me fue muy bien en el tour estando sin ti durante estas seis semanas. Estaba sola y hacía frío, especialmente en Chicago. Un gran total de cero grados. Fahrenheit, no Celsius. De cualquier manera, todavía hace frío". Joy miró a Ashley.
"Entonces, para abreviar, probablemente valga la pena, aún así, pasar toda la vida contigo". Ella se rió, sacando la lengua. "Al menos, puedes mantener mi cama caliente".
"Eres increíblemente tierna, ¿lo sabías?" Ashley dijo, abrazándola. Miró a su novia con cariño. "Supongo que siento lo mismo".
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Ashley fue la que se levantó temprano. A Joy, le gustaba dormir mucho después de que ella se hubiera levantado para comenzar el día.
Hoy no fue la excepción.
Según su teléfono, hacía doce grados afuera en Louisiana. Demasiado frío para siquiera considerar hacer algo, pensó Ashley. En lugar de las otras cosas que debería estar haciendo, decidió quedarse en la cama y ver dormir a Joy.
Era algo que hacía con frecuencia, pero nunca cuando su cabeza estaba tan llena de pensamientos. Temía darse la vuelta porque parecía una posibilidad muy real de que sus estos se escaparan de sus oídos.
Joy tenía el sueño pesado, algo que sorprendía a Ashley a sobremanera. Una vez que dormía, permanecía así sin importar cuánto se moviera Ashley. Eso era una gran cosa porque, en contraste, Ashley es muy inquieta cuándo duerme.
Ashley estaba prácticamente cara a cara con Joy. Su brazo estaba sobre la cintura de la castaña, tanto como consuelo para ambas, que se entregaban la una a la otra cuándo se extrañaban mucho.
Joy se imaginó envejeciendo con ella. Esa revelación había llenado el corazón de Ashley con una sensación de asombro. Sabía que estaban en una relación seria, pero no se había dado cuenta de que era tan seria. Ashley estaba loca por Joy; No se podía negar eso. Simplemente nunca había considerado la posibilidad de tener un futuro que las involucrara siendo adultas mayores juntas.
Ahora que lo pensaba, Ashley podía imaginar fácilmente despertarse todas las mañanas junto a su hermosa mujer durante el resto de su vida.
"Mi amor, te amo tanto", susurró Ashley. Sabía que sonaba dramática pero estaba bien. No era como si Joy estuviera lo suficientemente despierta como para molestarla por eso. "Sería un privilegio envejecer contigo". Bostezó, decidiendo de repente que sería mejor si volvía a dormir. Mientras se volvía a dormir, presionó un suave beso en la frente de su mujer.
Mientras se quedaba dormida, juró que escuchó hablar a Joy.
"Yo también te amo, mi dramática."
